Los libros leídos desde octubre del 2024 hasta junio del 2025

 



Antes de empezar, voy a aclarar porqué me gustan las listas de "libros leídos" o mejor dicho, porqué las utilicé mucho a lo largo de mi vida. No es por una acumulación consumista, sino porque yo no nací en una casa con biblioteca, entonces, me formé como lectora en Bibliotecas Públicas. Por lo tanto, no tengo en físico ni la cuarta parte de los libros que leí a lo largo de mi vida, que son 580, aproximadamente. Al menos, los que llevo la cuenta. A veces, no los recuerdo a todos y por eso los anoto en un pequeño cuaderno. Para no volver a pedir prestado a la Biblioteca un libro que ya leí. Cuando era adolescente, no tenía dinero para comprar libros. Mis padres, no podían costeármelos. Ahora, de adulta, no gano lo suficiente como para comprarme cuatro o cinco libros al mes, que en Argentina, están carísimos. 

Por lo tanto, la costumbre que tengo de anotar cada libro que leo, es por una cuestión práctica, pragmática, no por ver la literatura como un objeto de consumo fetichista. Porque como no tengo gran parte de los libros que leí en papel, necesito llevar un registro de lo que leí y lo que no, por si algún día, puedo comprar algunos de ellos.

Con los problemas de salud visual que tengo, ya no puedo leer a la velocidad de antes. Aún así, jamás voy a abandonar el hábito de la lectura. Leer para mí, siempre fue una necesidad, es algo que me hace bien. Suelo leer 45 o 50 libros al año. Este año, fueron menos de lo habitual porque en enero no pude agarrar un libro durante 15 días, hasta que fui a un oculista y me diagnosticaron la enfermedad que tengo en los ojos. Ahora, con mis benditas gotas lubricantes, ya puedo volver a disfrutar de la literatura de nuevo.

Voy a compartir mis lecturas desde octubre del año pasado hasta junio del 2025, porque tal vez a alguien le interese alguno de los libros de los que voy a hablar. Y porque de algo tengo que escribir acá, para no aburrirme. Al que no le parezca interesante, pues... hay otros posts en éste blog para leer. 

Por último, lo que voy a comentar sobre los siguientes libros, son opiniones subjetivas y muy personales al respecto. Si alguien decide ofenderse por mis palabras, "tiene dos trabajos", como decimos en Argentina. Antes que nada, soy lectora y los lectores, tenemos todo el derecho del mundo a dar nuestra opinión sobre los libros que leemos, porque pagamos por ellos (o paga la Biblioteca, pero nosotros abonamos una cuota mensual por el servicio de préstamo). Sin más preámbulos, les comparto los libros que leí desde octubre del 2024 hasta junio de 2025. Aclaro que lo que van a leer no son reseñas, sino comentarios breves acerca de los mismos.



No voy a comentar sobre ésta novela, porque ya la reseñé. Sí voy a mencionar algo que me dijo una amiga, respecto de éste libro: "Hay hombres, a los que evidentemente les importa más su orgullo de macho herido, que hacer feliz a una mujer que los ama con todo su corazón. Parece que hay que suplicarles, ponerse de rodillas, rogarles, para que te escuchen", me comentó, con los ojos llenos de lágrimas, que reflejaban todo su dolor, tristeza, decepción y frustración. Una reflexión muy interesante, la suya. 




El último libro que leí de Jorge Fernández Díaz es "Las mujeres más solas del mundo" (Planeta, 2012), que está conformado por cuentos y crónicas biográficas de algunos personajes históricos (como Manuel Belgrado y el Almirante Brown), de familiares y amigos como sus dos abuelos, quienes lucharon en la Guerra Civil Española; escritores como Tomás Eloy Martínez y Guillermo Martínez, entre otros. 

Lo que más me gusta de éste autor es que a partir de pequeñas anécdotas narra vidas ajenas, disecciona el alma de sus personajes con inteligencia y agudeza. Sabe mirar a los demás, el narrador, el propio Fernández, el periodista, es un instrumento para un fin: contar historias sobre otros. Parece sencillo, pero escribir así, no lo es. Sus cuentos y crónicas te atrapan de una manera que querés leerlos todos hasta el final. Los libros de éste autor, no los leo, literalmente me los devoro. Hasta ahora, nunca leí un libro de Jorge Fernández Díaz que no me gustara y eso me sucede con muy pocos escritores. 

Lo que enriquece a éste libro es la variedad de los personajes que retrata: próceres como Belgrano y escritores famosos, pero también gente común, contadores, conductores de ambulancia, ebanistas, carpinteros, herreros, ingenieros, padres preocupados porque les hacen bullying a sus hijos en la escuela.... Los que me leen, ya me conocen: cuando yo opino de la obra de un escritor, soy sincera. Caiga bien o mal al lector. Nunca hago elogios en vano, no es mi estilo. Considero al elogio como algo positivo, porque motiva al otro a crecer y a mejorar, a continuar con su labor. Está bien recalcar cuando el otro hace algo bien, yo lo hago con mis alumnos, cuando se lo merecen. Ayuda a fortalecer su autoestima. Ya la adulación desaforada e irracional es algo con lo que no comulgo y la evito lo más que puedo cuando reseño libros y música. 

Por lo tanto, cuando afirmo que Fernández Díaz es un buen escritor, es porque lo pienso de verdad. Va más allá del correcto uso del lenguaje que demuestra -una competencia básica en cualquier escritor- lo más importante es que su manera de narrar, precisa, eficaz y directa, me lleva a imaginar otros mundos, a interesarme por las vidas de personas desconocidas, a sentir curiosidad por ellas, porque las analiza y describe con una maestría admirable, es como si existieran de verdad; aunque entremos en el pacto ficcional. Hasta cuando te narra vidas reales como si fueran cuentos, te cautiva con sus historias. Y eso es lo que tiene que lograr la buena literatura. 

¿Cuáles son los cuentos que más me gustaron? Por un lado, el de la mujer que asesinó a su marido infiel y se convierte en una lectora voraz en la cárcel y el de la anciana periodista que lucha por reinstaurar su programa de radio en un pueblo pequeño. Son relatos intimistas, conmovedores y que te llevan a replantearte lo que implica la condición humana. Hay muchos más que me gustaron, pero menciono éstos dos porque me parecieron geniales. Recomiendo sin dudar "Las mujeres más solas del mundo", uno de los libros que más me entusiasmó éste año. 
 




Me encanta la escritora española Rosa Montero, he leído varios de sus libros y creo que, hasta ahora, lo mejor que escribió es la saga de Bruna Husky, la androide que vive en un futuro distópico y peligroso. Los libros de Bruna son un homenaje a la película Blade Runner, de ahí sacó Montero el título de "Lágrimas en la lluvia". La ciencia ficción es uno de los géneros literarios que menos me gusta, pero me cautivaron los libros protagonizados por ésta androide, ésta replicante de combate, porque más allá del mundo futurista en los que están ambientados, la autora aborda temáticas como la muerte, la vejez, la finitud de la vida, la contaminación ambiental, los fanatismos políticos y religiosos, los régimenes autoritarios que oprimen a la mujer (como el Reino de Labari, por ejemplo), el amor, el sexo, la soledad, las pérdidas, las desigualdades sociales, la pobreza... 

Un lector, en éste caso, yo, puede tener matices, grises, a la hora de hablar, opinar o evaluar la obra de un escritor. Hace unos meses afirmé que la novela de Montero "La hija del Caníbal" es muy mala. Lo sigo pensando. Es de las más flojas de su bibliografía. Sin embargo, la saga de Bruna Husky posee una calidad literaria indiscutible, es de lo mejor que leí en los últimos años. 

Un lector, no es malo, gruñón, envidioso o aguafiestas cuando expresa que un libro no le gusta o que no le parece bueno. Para mí, dentro de la bibliografía de cualquier autor exitoso, consagrado y talentoso, como Rosa Montero, hay libros que son mejores que otros. Hay algunos que son excelentes, notables y otros cuya calidad es menor o sino, despareja. Aunque no dejo de mencionar que cada lector es un mundo y tal vez, a otra persona le encantó "La hija del Caníbal" y no la saga de la replicante de combate. Y me parece bien, yo no quiero imponerle mis opiniones a nadie. Gustos son gustos. Cada cual, tiene los suyos. Es una pena que no tenga ningún libro de ésta señora en papel, porque me hubiera encantado conocerla en la Feria del Libro de Buenos Aires. Otra vez será.




Homero

En marzo estuve un mes releyendo la Odisea, de Homero. Siempre es un gusto y un desafío adentrarse otra vez en los clásicos. Desde que empecé mi carrera, hace casi ya diez años, que no leía las aventuras de Ulises/Odiseo. Me conmueve leer a un guerrero griego que se la pasa llorando porque extraña su patria, Ítaca, a su fiel esposa Penélope y a su hijo pequeño, Telémaco. Ver a un hombre tan duro, a un héroe de la guerra de Troya, con los ojos anegados en lágrimas por querer encontrarse con los suyos, es hermoso, de alguna manera, lo humaniza como personaje. Si me gusta mucho la Ilíada, la Odisea se robó mi corazón. Porque Ulises es un héroe que sufre penurias, infortunios, tarda diez años en regresar a Ítaca, tras partir de Troya, pierde a toda su tripulación, es maldecido por Poseidón tras cegar a su querido hijo, el temible y cruel cíclope Polifemo.... 


Recuerdo la primera vez que leí La Odisea, a los 12 años. Era una adaptación escolar de la colección Azulejos de la Editorial Estrada. Cuando era niña, no me entusiasmó tanto como ahora, que soy adulta (que te obligaran a leerla en la escuela y no por placer, no ayudaba). Me faltaban años, vida y experiencia para poder apreciar todos los matices de la historia de Odiseo. Porque éste poema es más que un precursor de la novela de aventuras, sino que trata de un hombre heroico pero imperfecto, que tiene las manos manchadas de sangre, que paga muy caro por todo lo que hizo en Troya, que sufre muchísimo en su eterno retorno a Ítaca, que pasa mil y un penurias y sin embargo, cuando lo vemos exhausto, casi destruido, no pierde la esperanza, sigue luchando. Por supuesto que sin el apoyo de la diosa Atenea nunca habría retornado a su hogar, pero aún así, La Odisea es una obra apasionante, hermosa, emotiva. Es literatura con mayúsculas. 

Me dio trabajo, tardé un mes en releer el poema entero. Lo leí despacio, no más de dos o tres cantos por día. Pero valió la pena reencontrarme con Homero otra vez. Los clásicos griegos, nunca defraudan. Más que el sanguinario Aquiles, mis héroes griegos favoritos son Héctor y Odiseo, porque éste último no se caracteriza por la fuerza bruta, sino por su astucia e inteligencia. Y esas son dos de las cualidades que yo más valoro en los hombres. 

Roberto Arlt

De Arlt, he leído más teatro que novelas. Hace unos años, empecé "Los siete locos" y la abandoné. No logró engancharme y también, no era el momento más adecuado para una lectura así, estaba en plena cursada en la facultad y no tenía tiempo ni energía suficiente para abordar a un autor tan complejo e intenso como éste. Decidí probar con la novela de aprendizaje "El juguete rabioso", porque es un clásico de la literatura argentina y además, me lo recomendó una compañera mía de la universidad. 

Ésta novela sí me impactó y me llegó a una fibra íntima. A veces, no elegimos el libro correcto para empezar con la obra narrativa de un autor. Si tuviera que releer "Los siete locos" de nuevo, seguramente me costaría menos que la primera vez. "El juguete rabioso" es en parte una novela autobiográfica, acerca de la primera juventud del autor. Silvio Astier, el protagonista, es un niño pobre, hijo de inmigrantes europeos, que vive en la Ciudad de Buenos Aires durante los años '20. La novela nos muestra el mundo de los humildes y marginales, una Buenos Aires que no es bonita, lujosa y elegante, sino que aborda la miseria, la desigualdad, la ignorancia, la violencia que sufren los personajes de la misma. Silvio, para ayudar a su madre y a su hermana, busca diversos empleos en los que le pagan muy poco dinero, vive varias aventuras y sueña con ser un rufían, un bandido, como su venerado Rocambole. Lee folletines y se convierte en lector con ediciones de segunda mano que le presta un zapatero amigo. Es un outsider, un antihéroe. 

El estilo literario de Roberto Arlt, es contundente. No le da respiro al lector. Repleto de la jerga del lunfardo, es bien porteño, pero no refleja a la Buenos Aires del grupo Florida, sino la de Boedo. Nunca había leído a un escritor argentino del estilo de Arlt. Ésta novela, que es muy cruda y dura, que no tiene final feliz, muestra una realidad que hoy en día, sigue existiendo en Argentina: la pobreza, la desigualdad de oportunidades, las diferencias sociales... Arlt, a su manera, era un visionario. Un escritor extraordinario, que en su momento, fue despreciado por los círculos literarios académicos, pero que en la actualidad, es canónico. Curiosa ironía. 

Quedé tan impactada por ésta lectura, "El juguete rabioso", que lo primero que hice, fue buscar los textos sobre éste autor escritos por una de las mejores críticas literarias de mi país, de una verdadera intelectual con todas las letras, que fue profesora de la cátedra de Literatura Argentina II en la Universidad de Buenos Aires durante más de veinte años... Me refiero a la profesora, crítica literaria y ensayista Beatriz Sarlo, fallecida hace poco, y a su libro Escritos sobre Literatura Argentina, que compré hace unos años. Como era de esperarse, el análisis que hace Sarlo de la obra de Arlt es brillante, inteligente, sagaz. 

Algunas veces, escuché despotricar a varios escritores profesionales contra los críticos literarios... Señores, los críticos literarios, caigan simpáticos o no, tienen que existir. Podemos estar de acuerdo con ellos o no en algunas cuestiones, pero son necesarios porque nos ayudan a comprender a ciertos autores canónicos que son complejos, a desentrañar su obra, a descifrar sus textos... Les recomiendo sin dudar el libro de Sarlo si les interesa aprender más de literatura argentina. 


Henrik Ibsen y Eric Ambler 


Hace mucho que tenía pendiente leer "Casa de Muñecas" de Ibsen, una obra muy feminista para lo que era la época en la que se publicó. Una compañera mía expuso una ponencia de la misma y de una reescritura de Griselda Gambaro sobre ésta obra de teatro y por eso me animé a leerla. Me encantó la historia de Nora, una mujer que se rebela contra la opresión de su marido, que la infantiliza y la trata como a una niña, no como a una mujer adulta. No voy a ahondar en más detalles porque no les voy a develar toda la trama, pero comprendo porqué ésta obra de teatro está siendo reivindicada por muchas feministas, ya que aborda la cuestión de la opresión social y económica de las mujeres, que en la época de Ibsen eran un adorno para que los esposos lucieran ante la sociedad, pero que no tenían ni voz ni voto afuera de la casa. Me quedé con ganas de leer más obras de teatro de éste dramaturgo noruego, porque me parece un gran autor con una mirada muy aguda y  moderna sobre el rol de las mujeres en la sociedad.

Respecto a la novela de Eric Ambler, la leí por recomendación y me gustó mucho. Es una buena novela de suspenso, de espionaje, ambientada a mediados del siglo XX. Me pareció muy entretenida e interesante por las descripciones de todas las ciudades europeas de la época. Es una lectura diferente a las habituales, pero fue una experiencia enriquecedora. Conocer a un autor que nunca habías leído antes, es toda una aventura. 





Si mis profesores de la universidad supieran que a veces leo novela histórico romántica, les daría un síncope. Este tipo de libros representa lo que yo llamo "lecturas clandestinas", aquellas que para la Academia no tienen prestigio, porque son populares y bestsellers. En lo personal, yo creo que un lector debe nutrirse de los clásicos y también, si tiene ganas, de literatura que no es seria, sino para entretenerse. No le veo nada de malo. Aunque tuve compañeros de carrera, que no pensaban así, pero esa es otra historia.

Conozco bien la bibliografía de Florencia Bonelli, la autora de novela romántica más exitosa de la Argentina (es tan famosa que hasta la lee Susana Giménez, la diva de la televisión de mi país). A Bonelli la leí mucho entre los 18 y veintipocos años. Mi madre era lectora suya, compraba la colección de sus libros que salía en el diario La Nación y así fue como cayeron en mis manos sus primeros títulos: Lo que dicen tus ojos, Marlene, Bodas de Odio, Indias Blancas, El cuarto Arcano, la trilogía Caballo de Fuego, entre otros. Ella fue la que popularizó el romance histórico en la Argentina y en su literatura se notan las influencias de autoras norteamericanas como Johanna Lindsey, Kathleen Woodiwiss, Laura Kinsale y Lisa Kleypas. Era una autora que estaba de moda en aquella época e hizo furor con sus historias ambientadas en la época de Rosas, las Invasiones Inglesas, la Revolución de Mayo, los comienzos del siglo XX y el auge del tango, entre otros períodos históricos. También tiene algunas ambientadas en la época contemporánea, como Caballo de Fuego y la bilogía de La Diana

Sus novelas son apasionantes y consiguió una legión de admiradoras (se autodenominan "bonellistas") que quedaron cautivadas por las historias de sus personajes, repletas de amor, aventura y erotismo, un erotismo más atrevido y descarnado que no se había visto nunca antes en novelas de éste tipo en la Argentina. Todos los años Bonelli llena la sala José Hernández en la Feria del Libro de Buenos Aires (la más grande, con capacidad para 500 personas) y el año pasado, les firmó ejemplares a 700 lectores. Podríamos afirmar que es una superestrella de la novela romántica. 

La cuestión es que desde que se puso de moda la trilogía Cincuenta sombras de Grey, ésta autora argentina empezó a apostar por un "erotismo" similar al de E.L.James -se nota en la tercera entrega de Caballo de Fuego, Gaza- , por escribir escenas de sexo muy explícitas y poco metafóricas que terminaron perjudicando la calidad de sus novelas. De ésto, se quejaron sus propias lectoras en plataformas como Goodreads, acusándola de ser "pornográfica". 

Luego del éxito rotundo de Caballo de Fuego, comenzó el declive en la calidad de los libros de Bonelli. La "Trilogía del Perdón" ya no tenía el encanto de sus libros anteriores. Las lectoras, odiaron al protagonista, Aitor, y despotricaron contra las escenas eróticas. Lo mismo sucedió con la segunda parte de la bilogía de La Diana, que compré en su momento -y me sigo arrepintiendo en haber gastado dinero en ése libro espantoso, horrible. Ahí decidí que nunca más iba a comprar un libro de ésta mujer, que los sacaría prestados de la Biblioteca-. La segunda parte de "Aquí hay Dragones" era un 80% de escenas de sexo vulgares, ordinarias, repetitivas e inverosímiles y un 20% de aventura. El libro es malísimo. 

Las lectoras volvieron a quejarse del machismo exagerado del protagonista masculino, la sumisión y dependencia de Diana y recalcaron que el único personaje que valía la pena era el villano. Cuando el malo del libro está mejor construido que los protagonistas, como escritor, estás en un problema muy serio. Aún así, recalco algo, todos éstos títulos de la autora que fueron muy criticados y cuestionados fueron bestsellers, vendieron muchísimo. Por eso yo siempre afirmo, que bestseller no siempre es sinónimo de calidad literaria.  

Otro día me adentraré en cómo son los protagonistas masculinos de ésta autora, pero hoy me interesa comentar que leí "La Casa Neville" no por devoción a Bonelli (que es una señora muy amable y simpática en persona, aclaro, pero acá, la estoy evaluando como escritora) sino para comprobar con mis propios ojos si había repuntado un poco el nivel de sus novelas, porque las últimas, eran muy malas. Inclusive las juveniles. 

La cuestión es que tuve una grata sorpresa: la señorita Manon Neville no era una sumisa a lo Matilde Martínez -la protagonista de Caballo de Fuego-  y el protagonista, el capitán de barco Alexander Blackraven, tampoco era otro machirulo más, posesivo y controlador made in Bonelli -como Eliah Al-Saud, por ejemplo- sino que la autora, habrá leído las críticas de sus lectoras en Goodreads, se dio cuenta de que muchas de ellas son jóvenes y abrazaron al movimiento feminista y no quieren ver mujeres débiles sometidas a los hombres, sino que les interesan heroínas más independientes y fuertes.

Bonelli, a pesar de sus errores como novelista, es una mujer inteligente: en lugar de ponerse a la defensiva y a pelear con sus lectoras, fue más humilde, tuvo en cuenta lo que éstas le criticaban y trató de incorporar algunos cambios en la construcción de sus personajes, sobre todo, en los femeninos. Por eso considero que "La Casa Neville" es su mejor novela histórica en muchos años. Narra la historia del hijo de los protagonistas de "El cuarto Arcano" : Roger Blackraven, un conde inglés que era corsario, pirata, y Melody Maguire, una inmigrante irlandesa. El capitán Alexander Blackraven se va a enamorar de la señorita Manon Neville, quien estaba al frente del Banco de su familia. Es una trama que contiene suspenso, traiciones, romance, intrigas... La novela está muy bien escrita, con una sólida documentación histórica. Me alegra ver que Florencia recuperó la inspiración de nuevo, porque ya me había dado por vencida con sus novelas. Me daba pena que una de mis escritoras favoritas de la adolescencia padeciera semejante declive creativo. 

Aún así, mi madre y yo nos quejamos de algo: las escenas de sexo. Si bien no satura como en "Dime, ¿quién hay como Dios?", la segunda parte de "La Diana", siguen siendo vulgares, ordinarias e inverosímiles para la época en la que está ambientada la historia. Nadie se cree que una jovencita inglesa de la clase alta del siglo XIX va a realizar acrobacias sexuales con su amante, por más que éste sea un marino experimentado que conocía de sobra los burdeles de Constantinopla y las artes amatorias eróticas orientales. 

El problema no es que la novela tenga escenas de sexo, sino cómo están escritas. A Bonelli le falta léxico, uso de metáforas, es demasiado anatómica, explícita, ya pornográfica. No le provoca placer estético al lector, porque no sabe crear belleza con las palabras. Hasta Johanna Lindsey, una autora muy sencilla y popular, escribía las escenas eróticas mejor que ella. ¿Significa que la trilogía de La Casa Neville es mala? No, para nada. Es lo mejor que Florencia escribió en mucho tiempo, eso sí, dejen de lado las escenas eróticas, porque no suman, restan. 

Mi madre, estaba indignada cuando las leyó: "¡¿Cómo va a escribir que le metió un dedo en el....?!" , me dijo, mientras yo me desternillaba de risa. "¡Esta mujer es una ordinaria, no puede ser tan vulgar!", replicó, furiosa. "Arruinó la novela con ésas escenas de sexo tan feas", argumentó. A la señora que me dio la vida (que leyó cientos de novelas románticas) no le falta razón. Una escena de sexo mal escrita, se puede cargar a toda una novela entera. O sino, restarle calidad o impedirle que los lectores la consideremos "perfecta". En fin, considero que Bonelli repuntó con "La Casa Neville" pero sigue siendo muy mala para las escenas eróticas. No hace falta ser tan explícita y guarra, Flor. Un poquito de sutileza, elegancia, ternura, no viene mal. Más si intentás escribir "Literatura". 


Respecto al libro de Gabriela Exilart, "En la arena de Gijón", trata de la Guerra Civil Española. Hace mucho que no leía a ésta autora marplatense de romance histórico. Mi madre 
-que es una lectora empedernida y desaforada, tengo a quién salir 😁- me recomendó ésta novela y debo admitir que es estupenda. Personajes bien delineados, verosímiles, una buena documentación histórica, un triángulo amoroso muy bien escrito, escenas bélicas formidables, drama, suspenso... y un erotismo fuerte, pero que no cae en la vulgaridad. Las escenas de sexo, son apasionadas pero están muy bien escritas, con metáforas, con un léxico poético que hace placentera la lectura. Tenemos a una autora que si bien no es tan famosa y popular como Bonelli, escribe el erotismo mucho mejor que ella. 

Los abuelos de la escritora, asturianos, combatieron en la Guerra Civil Española en los bandos opuestos. Por lo tanto, en la novela, la autora narra las atrocidades que se cometieron en el lado republicano como en el sublevado. Exilart no toma partido por ninguno de los dos -aunque sus protagonistas masculinos luchan en el bando republicano- y no carga la novela con ninguna ideología, lo cual me parece muy notable. "En la arena de Gijón"  fue uno de los mejores libros que leí éste año. Mi madre tiene un gran ojo para detectar calidad en el género romántico. Y una mirada bastante analítica como lectora, por eso me gusta hablar con ella de literatura. 





"Maridos" es una colección de cuentos de la escritora mexicana Ángeles Mastretta, una autora que me gusta muchísimo. Ésta mujer tiene una habilidad increíble para abordar los vínculos humanos de una manera literaria, que hace que el lector quiera seguir conociendo su obra. No voy a comentar demasiado porque son muchos relatos, pero recomiendo éste libro sin dudar, porque reflejan a una autora inteligente y lúcida que hace pensar y reflexionar a los lectores. Y eso, lo logran los escritores con talento.

"Los olvidados" es una novela histórica de la autora argentina Mercedes Giuffré, que me la recomendó mi madre. Trata sobre los exiliados republicanos de la Guerra Civil Española que estuvieron prisioneros en campos de concentración en Argelia, que en esa época era una colonia francesa. Nunca había leído nada de ésta autora, pero su libro me gustó mucho. Te parte el corazón ver que no hubo piedad alguna con los vencidos. Más allá de la temática, la novela está muy bien escrita y es de las más interesantes que leí éste año. 

Martín Kohan es uno de los mejores escritores vivos de la Argentina. "Bahía Blanca" narra la historia de Mario, un profesor universitario, que viaja al sur de la provincia de Buenos Aires para escapar de una experiencia dolorosa y traumática... No voy a extenderme para que no se me escapen spoilers, pero me pareció una novela magnífica. Díficil de leer, al principio, Kohan le exige al lector que ponga de su parte, no se la hace fácil. Pero a la mitad, la novela da un vuelco de 180 grados y te impacta, te remueve emociones por dentro y deseás saber porqué el narrador en primera persona se comporta de la manera en la que lo hace. 

No es la primera novela de Kohan que leo, es un escritor muy hábil y talentoso que sabe crear y ponerse en la piel de personajes siniestros, turbios, incómodos -como lo hizo en Dos veces junio y Ciencias Morales- que no tienen nada que ver con él. Por eso es un gran escritor, que encima, resulta que es académico, profesor de Teoría Literaria y crítico. Cada vez que lo leo, comprendo porqué mi profesora de Literatura Española escribió su tesis de doctorado sobre él. Cuando pienso en la literatura de Martín Kohan, se me viene a la mente la siguiente frase: "Talento. Talento puro". 





Me aficioné mucho a las novelas gráficas de la Editorial Latinbooks, sobre todo, a aquellas que están basadas en los grandes clásicos de la literatura universal. Recién de adulta conocí éste formato y la verdad que estoy fascinada con el mismo. Me encanta ver a mis novelas preferidas convertidas en cómic, en historieta. Ojalá algún día pueda tener la colección completa, porque me enamoré de ellas. 

Se las recomiendo sin dudar a los más jóvenes, porque es una manera de acercarlos a los libros más grandes de la literatura occidental (al menos, a mí me dio un buen resultado dentro del aula, las utilicé como complemento a las adaptaciones literarias). Y también a los adultos, que pueden llegar a emocionarse con las bellísimas ilustraciones de sus personajes favoritos. 






Hace poco terminé de leer "Ficcionario Americano" de Dubravka Ugrešić, un libro de ensayos, de recopilación de artículos periodísticos que fueron publicados por un periódico holandés. Escrito a principios de los noventa, en plena Guerra de los Balcanes, Dubravka pasó una temporada en Estados Unidos, donde fue invitada para dar conferencias en una universidad de Connecticut. Cuando empiezan a sonar las sirenas antiaéreas que alertaban sobre los posibles bombardeos del Ejército Popular Yugoslavo sobre Zagreb, la autora baja al sótano del edificio donde vivía junto a sus vecinos, con una "bolsa de emergencia". A partir de ése momento, ella expresa que perdió su patria, la antigua Yugoslavia. 

Dubravka se va a Estados Unidos, vive un tiempo en Nueva York en casa de un amigo y mira por la televisión -la CNN- el sitio de Sarajevo, los bombardeos a Dubrovnik, la guerra en su país y nota que el mundo se le derrumba bajo sus pies. Mientras tanto, da conferencias, hace amigos norteamericanos, la mayoría académicos como ella, observa la ciudad, a sus habitantes y escribe sobre ellos. 

Dubravka Ugrešić era una escritora con tanto talento, que de anécdotas simples y cotidianas reflexionaba sobre el exilio, la guerra, la posmodernidad, la economía, la política, la sociología... Cuando te habla de ella, no está mirándose el ombligo, sino que representa la desintegración de un país. A partir de la historia de una persona casi desconocida o de alguna anécdota, llegaba a un nivel de profundidad tan elevado como ensayista, que explica porqué ganó tantos premios por dedicarse a éste género literario. Tenía una mirada de escritora tan aguda, precisa e inteligente, que hizo que la nominaran al Nobel y al Booker Internacional. Premios que debería haber ganado, si el mundo fuera un lugar justo. Por lo menos, los norteamericanos le dieron el Premio Internacional Neustadt por su obra completa, que es considerado como el Nobel de Literatura estadounidense. 

Dubravka escribía sobre lo que era convertirse en el extranjero, el otro. Era experta en Literatura Rusa, había dado clases de Teoría Literaria durante veinte años en la Facultad de Arte de Zagreb y traducido a los vanguardistas rusos. Cuando abordaba aspectos de su vida en sus novelas y ensayos, estaba escribiendo de la historia de Yugoslavia, del fin de una era: el comunismo. Más allá de tener un buen dominio de la sintaxis, del léxico y haber visto mucho cine, conocer bien la alta cultura y también la popular, Dubravka sabía cómo construir una novela o escribir un ensayo. Al ser académica, conocía todos los trucos para escribir ficción. Utilizaba técnicas narrativas vanguardistas, mezclaba géneros literarios de una manera formidable. Cuando pienso en sus novelas "Zorro", "El Museo de la Rendición Incondicional" o "El Ministerio del Dolor" se me vienen a la cabeza la intertextualidad, la polifonía, la mixtura de géneros, el montaje, la autobiografía ficticia, en fin, lo que Martín Kohan -citando a los formalistas rusos- denomina la forma de la novela, los procedimientos

Y hablando de académicos, el libro compilado por José Luis de Diego fue escrito por profesores de la carrera de Letras de la Universidad Nacional de La Plata y me lo regaló mi profesora de Literatura Española el día que me entregó mi diploma. "Con el deseo de que siempre quieras saber más", escribió la profe María en la dedicatoria. La mujer que me enseñó a leer a Cervantes, a Góngora, a Quevedo, entre muchos otros. 

Cuando le comenté que quería estudiar un posgrado y le dije que ahora no podía, me dijo que no me desanimara, que lo importante era que ya tuviera elegido el tema. Ella fue la mejor profesora de Literatura que tuve en la vida. Y eso, también se lo dije porque me parece importante valorar y reivindicar a los que fueron nuestros maestros. 




Describo a éstas autoras como escritoras con mayúsculas porque hoy en día, la palabra "escritor" está muy devaluada. Cualquiera con una gran cantidad de seguidores en redes sociales, publica un libro con un sello grande y automáticamente se convierte en "autor", da igual que no tenga calidad literaria o que se lo hayan escrito otros. Hace poco, en la Feria del Libro de Buenos Aires, hubo una autora presentando una novela, que hasta hace unos años era una reconocida youtuber de maquillaje. Ésa mujer puede saber de literatura lo que yo de gastronomía: absolutamente nada. 

No quiero ser despectiva pero hay personas que publican libros, no por su talento, sino porque, por ejemplo, tienen muchos seguidores en las redes sociales y en realidad, no son buenos escritores. La booktuber Claudia Ramírez Lomelí es una de ellos. Tiffany Calligaris, otra. La tildaron de "heredera de J.K.Rowling", "la reina del fantasy argentino" y no tiene la más remota idea de cómo construir un personaje o elaborar una trama con un argumento sólido. He leído su novela "Lesath" y créanme, ya tuve suficiente de la "obra" de ésta señorita. Ni los villanos dan miedo. 

¿Compararla con Rowling? ¿Nos quieren vender gato por liebre a los lectores o ciertas editoriales tienen un afán de lucro desmesurado? Recomiendo al respecto un artículo reciente de Pérez-Reverte: "Las editoriales tienen muy poca vergüenza", que me pareció muy valiente y agudo. Arturo dijo una verdad incómoda, pero que existe y con la cual estoy de acuerdo.


Mariana Enriquez

Por eso éste apartado se titula "Escritoras con mayúsculas" porque las tres son muy talentosas. Las tres escriben Literatura. Cuando yo pienso en la palabra "escritora", se me vienen a la mente, por ejemplo, los nombres de éstas mujeres. A una, ya la reseñé por éstos lares: Mariana Enriquez. 

Hace unos meses leí su último libro de cuentos, "Un lugar soleado para gente sombría", que si bien tiene varios cuentos notables, no es su mejor trabajo. No soy una fangirl que por más bien que me caiga Mariana, voy a poner por las nubes ésta compilación de relatos porque lo firma ella. Justamente, porque es un libro de "la Enriquez", como le dicen en Argentina, yo esperaba más

Las críticas de los lectores, fueron mixtas. Las fui a buscar a Goodreads, debido a que confío más en las reseñas de los lectores porque sé que no van a ser políticamente correctos. Que van a incomodar, van a ser crudos y honestos, no van a tener pelos en la lengua cuando reseñen, no les va a dar miedo ofender a los escritores profesionales con una crítica constructiva. Y ese es el tipo de críticas que más me gustan a mí, ya sean positivas o negativas, esté de acuerdo con ellas o no.  

¿Qué dijeron los lectores de Mariana Enriquez de su libro? A algunos les gustó y otros expresaron que Anagrama mentía, porque los cuentos no daban miedo. Se enfadaron y espetaron que la Editorial le "encargó" el libro a Enriquez porque quieren explotar al máximo su éxito comercial y que lo que más les importa, es lucrar. Dijeron que pareció un libro escrito a las apuradas, para cumplir con el mercado, para "hacer más caja". Que en los cuentos, se reflejaba "la sombra de Mariana". A muchos, no les gustó nada "Un lugar soleado para gente sombría". Ya ven, ni "la Enriquez" se salva de una crítica negativa, por más éxito internacional que tenga y por más de moda que esté como autora. 

Yo no les recomendaría a los escritores susceptibles leer las reseñas que les escriben sus lectores en Goodreads, porque tendrán dos opciones cuando la crítica sea negativa: largarse a llorar o ponerse a pelear con ellos, como hizo Ángela Arcade. O encajarlas con altura y temple, con profesionalismo -a fin de cuentas, tolerar las críticas son los gajes del oficiopero los autores que hacen eso, son los menos, lamentablemente.

¿Qué opino yo de la dichosa colección de cuentos? Que está bien, pero no es lo mejor de Mariana Enriquez. El problema, es que algunos relatos no dan miedo y sus finales no impactan, no son efectivos y fluidos, como en"Metamorfosis" y alguno que otro cuento más cuyo nombre no recuerdo. Los que sí me parecieron buenos son "Julie", "Los fantasmas de la periferia", "Diferentes colores hechos de lágrimas", "La mujer que sufre", "Cementerio de Heladeras" (me remontó a Stephen King y su novela It ) "Un artista local" y "Ojos negros", que trata sobre vampiros. 

Si nunca leyeron nada de ésta escritora, les recomiendo empezar por Las cosas que perdimos en el fuego y Los peligros de fumar en la cama. Un tropezón no es caída, Mariana y ojalá que la próxima colección de cuentos esté a la altura de tus primeros trabajos. 


Samanta Schweblin


De Samanta Schweblin había leído la nouvelle "Distancia de rescate" y "Siete casas vacías". Conocí a ésta escritora argentina porque me la hicieron leer en la universidad. Schweblin logró algo que muy pocos autores de las nuevas generaciones consiguieron: el éxito editorial y la aclamación unánime de la crítica, la aceptación, el respeto en la Academia, en las carreras de Letras. Créanme que mis profesoras de Literatura Contemporánea y Española de la facultad eran dos curtidas veteranas con un olfato infalible para detectar la buena literatura (académicas de pura cepa) y ambas estaban fascinadas con el talento de ésta mujer, que se crio en Hurlingham -conurbano bonaerense- y estudió cine en la Universidad de Buenos Aires. Los relatos de Schweblin están incluidos en recopilaciones de cuentos de editoriales escolares como Mandioca, como lectura recomendada para los alumnos de la escuela secundaria -al igual que Enriquez y Claudia Piñeiro-. 

Los cuentos de Samanta me recuerdan a los de Kafka y a Cortázar, siempre aparece lo extraño, lo siniestro, en sus historias. Ésta vez leí "Pájaros en la Boca y otros cuentos", y si bien algunos relatos me gustaron más que otros, en general, lo recomiendo sin dudar a los amantes del fantástico, porque son perturbadores e impactantes.

Schweblin se pone en la piel de diferentes personajes con una habilidad impresionante: en "Pájaros en la boca" hay una adolescente que solamente se alimenta de éstos animales, en "Mujeres desesperadas", un grupo de señoras que son plantadas en el altar por sus novios son perseguidas por fantasmas, en "La medida de las cosas", un hombre adulto que es golpeado por su madre se obsesiona con los juguetes, en "La pesada valija de Benavides" un psicópata asesina a su esposa, esconde el cadáver dentro de una valija y luego lo utiliza en una muestra artística.... En "Agujeros negros" la autora juega con el tiempo y el espacio, como en "La noche boca arriba" de Cortázar, en "Un gran esfuerzo" aborda la conflictiva relación entre padres e hijos.... 

Mi profesora de Literatura Española decía que Samanta era mejor cuentista que novelista. Puede ser. Yo no tengo su experiencia, sus lecturas ni sus posgrados para atreverme a hacer esa afirmación. En mi opinión, Schweblin es una grandísima escritora. Ojalá pronto pueda hacerme con un ejemplar de "El buen mal" para leer más relatos suyos. Si les gusta el fantástico con regusto a Cortázar o a Kafka, denle una oportunidad. 

Fernanda Melchor

Una escritora que descubrí hace poco y que me dejó deslumbrada es la mexicana Fernanda Melchor. Cuando la leía, me acordaba de la cita de un formalista ruso que estuve releyendo hace poco -y estudiando- : "La literatura debe desautomatizar el lenguaje, provocar extrañamiento y producir un efecto estético". Es una cita indirecta, pero es de Víktor Shklovski. Cuando yo leía "Temporada de Huracanes", pensaba en esto. ¿Qué es lo que hace que Melchor sea una escritora magnífica? Que justamente, logró todo eso en su novela. 

La leí porque una compañera mía de la facultad, está escribiendo su tesis de maestría sobre la obra de ésta autora mexicana. La prosa de Melchor es contundente, te cautiva, te estremece, te traspasa hasta el alma. La habilidad que tiene ésta mujer para ponerse en la piel de cada uno de los narradores de la novela, es maravillosa. Se adapta al vocabulario de cada personaje, recrea cada jerga -sociolecto, mejor dicho- de los mismos, utiliza un lenguaje crudo, realista, reflejando con verosimiltud el estrato social de ellos. 

Ésta escritora nos muestra en su novela el machismo, la violencia sexual, los abusos intrafamiliares, la pobreza, la ignorancia, el narcotráfico y la corrupción que abundan en un pequeño pueblo ficticio, La Matosa, en Veracruz, México. En "Temporada de huracanes"  hay un asesinato de una supuesta "Bruja", una mujer que vive aislada en una casona en el medio del campo, a las afueras de poblado. La Matosa es un lugar contaminado por la violencia y la desigualdad, un sitio donde sus habitantes padecen miseria y marginalidad.

Cuando terminé de leer éste libro, me enteré que fue finalista del Premio Booker Internacional, y no es para menos. ¡Qué escritora, Fernanda Melchor! En ella, veo un talento extraordinario. Ésta novela, es literatura en estado puro, aunque la historia está basada en hechos reales. Ahora comprendo porqué mi compañera está escribiendo una tesis de una autora joven, viva, de 42 años, algo bastante inusual en estudiantes de posgrado. Al cerrar la novela, pensé: ¡Qué manera de escribir! Hace rato que no leía a una escritora que me impactara tanto como ésta mujer. 





"Una chica en invierno" es una novela del poeta británico Philip Larkin, una historia melancólica de una joven alemana exiliada en Inglaterra, que trabaja en una biblioteca de una ciudad pequeña. La trama principal es el reencuentro de Katherine, la protagonista, con Robin Fennel, un muchacho inglés que conoció en la adolescencia durante un intercambio. Me gustó mucho, aunque no me "voló la cabeza", por así decirlo. En Goodreads, lo califiqué con tres estrellas. Es una novela muy bonita pero triste a la vez, que aborda temáticas como la soledad, el exilio, la pasión, el desamor, los estragos de la guerra en los hombres... El vocabulario de Larkin es impecable. Si bien no fue una de mis lecturas preferidas, el libro está muy bien escrito y vale la pena leerlo. Acá es donde entra la subjetividad del lector, porque a otra persona, puede que ésta novela le encante, aunque a mí, no me sucedió.

"Aura", es un relato corto escrito por el reconocido escritor mexicano Carlos Fuentes, uno de los representantes del "Boom Latinoamericano". Lo leí porque me la recomendó Jackie, mi amiga mexicana, hace un tiempo. En realidad, fueron cuatro libros, que tengo pendientes por leer y empecé por éste, que es el más breve. Es una historia que me dejó fascinada, por sus elementos góticos y de terror, pero sobre todo, porque es una historia de amor que aborda la vejez, lo efímero de los vínculos humanos, el paso del tiempo... Es hermosa, ésta vez me cuesta mucho encontrar las palabras para expresar lo que me provocó leer las escenas eróticas de la misma, escritas con tanto lirismo, tanta delicadeza y profundidad que daba gusto leerlas. "Aura" me pareció un relato conmovedor, de esos de los que no te olvidás nunca. Muchas gracias, Jackie, por recomendármelo y te prometo que seguiré leyendo todos los otros libros que compartiste conmigo. Un abrazo grande hasta el mítico México. 💓



 

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