Así fue como empecé a leerlo...

 





Hace un tiempo, pedí permiso en la Biblioteca de la que soy socia para sacarle una fotografía al estante donde se encuentran los libros de Arturo Pérez-Reverte. Como conté antes, cuando empecé a leer las novelas de éste escritor español, era estudiante y el presupuesto para comprarlas, no me sobraba. Entonces, las tomaba prestadas de la Biblioteca. Faltan algunas en el estante, que seguro estarían prestadas cuando tomé la fotografía: "Obra Breve" (que contiene "El húsar" y otros relatos), "La tabla de Flandes", "Hombres Buenos" y hace poco, compraron "La isla de la Mujer Dormida" y "Revolución" (las pedí yo para que las leyeran los otros socios) que también se las llevaron.

Esos ejemplares que ven en la foto son los que yo leí por primera vez: La piel del tambor, los Alatriste, la saga de Falcó, El italiano... Y eso que no tienen la bibliografía completa del autor, pero les han donado algunos ejemplares que antes no tenían, como El maestro de esgrima, La sombra del águila, entre otros. Fueron las bibliotecarias que trabajaban allí -luego las mudaron a otro lugar- las que apodaron a Pérez-Reverte, con humor y cariño, "Arturito" y me gastaban bromas porque cuando leía los Alatriste, siempre iba a pedir libros suyos. Yo me ruborizaba, asentía con la cabeza y esperaba que me dieran los benditos libros. Ésta anécdota la comenté en otro post, dejo el link: "El capitán Alatriste, mi profesora de Española y yo"


Así que para mi hermana y yo, en nuestro fuero interno, Pérez-Reverte es "Arturito" 😂. Menciono lo de los libros del capitán Alatriste porque hace poco el autor español dio a conocer que el 3 de septiembre saldrá a la venta otro volumen del espadachín, titulado "Misión en París". Parece que van a aparecer los tres mosqueteros de Dumas. ¿Milady de Winter también hará algún cameo? En fin, parece que tendremos que esperar hasta septiembre para leer algo nuevo de Pérez-Reverte. 
Los fans del capitán que vive en el Siglo de Oro español dejarán de insistirle una y otra vez al autor con que "quieren otro Alatriste", porque hay uno en camino. Les comento que no voy a reseñar la novela porque nunca escribí sobre los siete tomos de la saga y ésta no será la excepción. Le deseo mucha suerte a Reverte con la novela y seguro que será un éxito. 

Por último, el otro día mi madre me preguntó si me había acordado de decirle al autor español en la Feria del Libro que ella nunca le iba a perdonar que matara a Pote Galvez, el guardaespaldas mexicano de Teresa Mendoza,  en la novela "La Reina del Sur". "Me olvidé, mamá. Pero la próxima vez, se lo digo", le respondí, divertida. Es que a ella le caía muy simpático ese personaje, le encanta todo lo que sea mexicano y le daba ternura la fidelidad de Pote hacia Teresa. Mi madre leyó varias novelas de Pérez-Reverte (sus preferidas son El italiano y Revolución) pero la mexicana siempre será su personaje favorito de todos los que creó el autor español. 


El actor mexicano que interpretó al personaje de Pote Galvez en la serie "La Reina del Sur"-



Ahora, ya no hay un portarretrato en mi dormitorio, sino tres. Dos de ellos tienen fotografías tomadas en la última Feria del Libro de Buenos Aires, en la que estoy feliz y sonriente junto al creador del capitán Alatriste, Teresa Mendoza y tantos otros personajes. Mudé los tres cuadros a una de mis bibliotecas, para protegerlos del polvo. Todavía conservo la fotografía más antigua, tomada en el 2023, en la presentación de Revolución. Aunque está un poco oscura porque la luz de la sala no era buena, se me ve sonriente, emocionada y tímida a la vez, porque acababa de conocer en persona a uno de mis escritores favoritos. Son momentos que uno nunca se olvida en la vida y por eso, ameritan fotografías que los inmortalicen. Fotografías que para mí, son tesoros. 

Les compartí la imagen de los primeros ejemplares de éste autor que leí, porque me parece importante recalcar el rol de las Bibliotecas en la formación de lectores -sobre todo, de los que no nacimos con una gran biblioteca en nuestras casas-. A fin de cuentas, las Bibliotecas Públicas de la Argentina fueron fundadas y creadas por Domingo Faustino Sarmiento, que no sólo fue un prócer y político argentino, sino que también un grandísimo escritor, en mi opinión, el mejor del siglo XIX de mi país. Cada vez que voy a la Biblioteca a pedir libros prestados, veo un cuadro de Sarmiento que es una copia del que le hizo su nieta, Eugenia Belín. También, cuando camino por la plaza principal de la ciudad en donde está la Biblioteca, hay una estatua suya. Y recuerdo lo que dijo su amante, Aurelia Vélez Sarsfield, cuando él murió y el gobierno argentino le encargó una estatua del prócer al escultor Auguste Rodin:

"Me alegra que lo recuerden, pero a mí no me va a gustar ver su figura tiesa, convertida en bronce. Porque ese hombre fue mi hombre. Yo lo abracé y lo besé. Apoyé mi cabeza sobre su pecho, y la sostuvo con sus manos grandes y fuertes… Dentro de algunos años, cuando ya no esté, él permanecerá allí, quieto, helado, pero nadie podrá recordar el calor de sus brazos…"



El padre de la Educación argentina y el benefactor de las Bibliotecas también fue un hombre de carne y hueso, que amó y fue amado. Y eso, es algo que me conmueve, que lo humaniza como personaje histórico, con sus luces y sus sombras. 

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