La canción de la semana: "Canción Animal" (en vivo en el Palacio de los Deportes, México, 1997) de Soda Stereo. Diez años sin Gustavo Cerati
Diez años sin Cerati
Casi no escucho música en español, porque como mis géneros favoritos son el hard rock y el heavy metal, estoy acostumbrada a las letras en inglés, a las bandas anglosajonas. Fueron los británicos -o los estadounidenses- los mayores exponentes de éstos estilos musicales: Led Zeppelin, Deep Purple, Queen, los Rolling Stones, Pink Floyd, Black Sabbath, Judas Priest, Iron Maiden, Metallica, Megadeth... A la hora de reseñar música, y de amarla, odiarla u apreciarla, no me importa la nacionalidad de su autor. No me importa si es escandinavo, estadounidense o mediterráneo. Me interesa que sea talentoso y que su música, tenga algo que ofrecer. La música, para mí, está más allá de todo eso, de las banderas, las etnias o las nacionalidades.
Una vez me preguntaron, en un podcast, qué opinaba de uso del español en el heavy metal, si me gustaba. Y yo contesté que sí, siempre y cuando el vocalista tuviera un amplio conocimiento del idioma, que sea capaz de pronunciarlo con una fonética legible, aceptable y que no haga el ridículo. Si Marcela Bovio, que es mexicana, canta metal sinfónico en castellano, lo voy a aprobar. Si Anna Fiori, también de México y -reseñada orgullosamente dos veces en éste blog-, lo hace, no me voy a quejar. Lo mismo, con la española Zuberoa Aznárez, porque es su lengua madre. O Tarja, que lo aprendió bien gracias a su marido argentino y hasta lo habla con acento aporteñado. En su tema "Mystique Voyague" canta un par de estrofas en la lengua de Cervantes y lo hace muy bien, considerando que el finlandés, el suomi, es su lengua materna.
Pero si otra vocalista que es angloparlante, o su lengua madre es el neerlandés, lo intenta, es muy probable que le salga mal, como el mamarracho que hicieron los holandeses Epica en "El Código Vital". Una canción que da vergüenza ajena. Si doña Simona no es capaz de pronunciar bien el castellano, hubiera sido más inteligente dejarla a Marcela Bovio cantar toda la canción. Estuviste flojo ahí, Mark Jansen.
Por costumbre - y no por prejuicios- casi toda la música que escucho, el 99%, está en inglés. Pero hay dos excepciones a la regla, dentro del rock y el heavy metal. Ambas son bandas argentinas y se dedican a géneros musicales bien diferentes. Una de ellas, para los metaleros que me leen, no necesita presentación: se llama Rata Blanca y es uno de los dos grupos más importantes de la historia del metal argentino y latinoamericano. Más de treinta años de carrera, de trayectoria, tienen en su haber. Tuve la suerte de verlos en directo y fue una maravilla de show. Y si pudiera, iría de nuevo a un concierto suyo. Ver a Walter Giardino tocando la guitarra eléctrica es un verdadero espectáculo.
La otra, también la van a conocer los latinoamericanos que me leen. Se llama Soda Stereo y es la banda más importante, exitosa e internacional que tuvo la Argentina. Hace un mes, hizo diez años del fallecimiento de su cantante y guitarrista, Gustavo Cerati. Desde los 13 o 14 años, que escucho a Soda Stereo y sus discos como solista, siendo mis preferidos "Amor Amarillo" y "Fuerza Natural". De Soda, ya reseñé su clásico "Canción Animal" y todavía tengo pendiente "Dynamo", con el que me pondré antes de fin de año, porque es de mis preferidos de ésta banda.
Todavía me acuerdo de memoria muchas de las letras de Cerati, que era un letrista enorme, talentoso para las metáforas, elegante, creativo; un músico de lo más versátil, que no se cerraba ante las influencias extranjeras, sino que todo lo que venía de afuera y le servía, lo incorporaba en las canciones de su banda. Por eso Soda Stereo fue una banda vanguardista y rupturista, en los noventa. Hacían lo que los demás, no se animaban. Cerati importó el shoegaze en una época donde los demás grupos de rock argentinos seguían emulando a los Rolling Stones.
Si hay un músico argentino que yo admiro y que lamento tanto que se nos haya ido tan joven, fue Gustavo Cerati. Así que para homenajearlo, traje una de las canciones más famosas de su época con Soda, el clásico "Canción Animal", del disco homónimo de 1990. Pero es una versión en directo, del DVD "El último concierto", que grabaron antes de separarse, en 1997.
Canción Animal
Hipnotismo de un flagelo
Dulce, tan dulce
Cuero, piel y metal
Carmín y charol
Cuando el cuerpo no espera
Lo que llaman amor
Cada lágrima de hambre
El más puro néctar
Nada más dulce que el deseo en cadenas
Cuando el cuerpo no espera
Lo que llaman amor
Más se pide y se vive
Canción animal
Canción animal
No me sirven las palabras
Gemir es mejor
Cuando el cuerpo no espera
Lo que llaman amor
Más se pide y se vive
Canción animal
Más se pide y se vive
Más, más, oh
Más se pide y se vive
Canción animal
Canción animal
Hola, ¿cómo estás?
ResponderEliminarCurioso lo que comentás sobre casi no escuchar música en español. Supongo que, en mi caso, la mayor parte de lo que escucho también es en inglés (ya que no es exclusivo de países angloparlantes; incluso en España o Argentina a veces las bandas eligen este idioma por gusto o apertura internacional).
A mí tampoco me importa la nacionalidad del intérprete (ni el idioma). Pero siendo argentino como que se me hace imposible que el español me pase inadvertido. De modo que ocupa un segundo lugar por detrás del inglés; y muy por delante de otros como el italiano, francés, portugués, japonés, etc.
En efecto, escucho infinidad de bandas e intérpretes en español (sobre todo de Argentina y España). Y por obvias razones de cercanía y exposición, tengo mucho material argentino entre mis CDs. Hay muchas otras bandas argentinas muy recomendables además de Rata Blanca (ciertamente, la puerta de entrada para muchos de nosotros).
¿Escuchaste Anabantha? De las bandas de metal FF en español debe ser la primera que escuché y que siempre me viene a la mente. Mexicanos. Tienen abundante material y muy bueno.
En fin, en cuanto a Soda Stereo y Cerati, nunca les pude encontrar el atractivo. Me parece un tremendo embole. Aunque debo reconocer que «Cuando pase el temblor» siempre fue un tema que me gustó. Pero hasta ahí llego. En líneas generales, el “rock nacional” se me hace insulso y soporífero. Sin embargo, hay bandas clasificadas dentro del “rock nacional” que sí me atraen (como los Cadillacs, por ejemplo), pero porque —en realidad— son una cosa distinta; ya que practican estilos musicales diferentes como el ska y el reggae… Y es que, si me salgo del metal, el rock a secas —en general— se me hace bastante aburrido; son otros géneros musicales —mucho más alejados— los que me aportan ese “algo distinto” que puedo disfrutar.
¡SALUDOS!
¡Hola! Muy bien, gracias. Es una cuestión de costumbre y preferencias. Casi no escucho música en español. Seguro que las hay, varias bandas de metal argentino, yo conozco algunas de metal sinfónico, como Boudika, Elessar, que reseñé en el pasado, pero no soy de escuchar mucho lo nacional. No, no conozco Anabantha pero los voy a buscar, ya que me los recomendás. Los mexicanos suelen ser buenos músicos de heavy metal.
ResponderEliminarJajajaja no a todo el mundo le gusta Soda Stereo y Cerati, comprendo. Yo tampoco soy de escuchar rock nacional, Soda es mi única excepción. Los Cadillacs tienen buenos temas, es cierto. Es cuestión de gustos, lo de la música y de la afinidad con las bandas.
Muchas gracias por tu comentario y me alegra saber que incursionaste más en la música en español, a mí me cuesta.
¡Saludos!
Sí, conozco Boudika y Elessär. Ambas muy buenas bandas. Pero cantan en inglés. Yo apuntaba a bandas argentinas en español… A este respecto, con vocalistas femeninas no hay mucho que yo sepa, pero me vienen a la mente Carnarium y Abrasantia; aunque la última sólo tiene unos pocos temas en nuestro idioma, la mayoría de su repertorio es en inglés.
EliminarPero volviendo a Rata Blanca, hay muchas otras bandas argentinas afines muy buenas. Y, desde ya, no me refiero a las típicas del metalero argento (V8, Hermética, Almafuerte, Malón, Tren Loco, Logos, etc.); las cuales yo no escucho. Me refiero a propuestas heavy/power más virtuosas y melódicas. Por ejemplo, tirando lo primero que me viene a la mente: si te gusta lo viejo de Rata, creo que es casi imposible que no te guste un disco como «Mi Camino» de Arpeghy.
Como bien decís, la música es cuestión de gustos/afinidad/preferencia. Pero ¿sabés qué? «The Best Is Yet To Come» (como cantaría Scorpions, jeje). ¿A qué voy con esto? Que, ante contextos mundiales y locales tan adversos, si no pensara que la vida me puede sorprender gratamente, no sé, sería todo por completo deprimente… y sólo quedaría el envejecimiento, la enfermedad y la muerte (o peor; que veraneando en Villa Gesell un edificio se me caiga encima, salteándose las dos primeras fases). Y sin ánimos de aferrarme a autoengaños, lo cierto es que nunca se sabe que va a pasar (para bien o para mal). Y así me sucede también con la música… ¡Siempre pienso que, tal vez, aún no he conocido a mi banda o cantante favorito! Por supuesto, cuanto más uno conoce, más difícil es toparse con algo que te vuele la cabeza; pero, de todas formas, cada tanto descubro a alguna banda o artista que me encanta (vale aclarar que HOY puedo descubrir algo de 1970; no tiene por qué ser algo “nuevo”). Entonces, bajo esta forma de pensar, no quiero tener sesgos o prejuicios que me priven de descubrir. De ahí que la época, la nacionalidad o el idioma no son filtros para mí. Aunque debo reconocer que idiomas como el alemán, el checo o el polaco se me hacen fonéticamente feos; como muy toscos para ser cantados.
¡SALUDOS!