Porqué empecé a reseñar discos y otras preguntas frecuentes...








A veces me gusta romper con la monotonía y publicar algo que no sean reseñas. Recuerdo que hace un tiempo me hicieron un par de preguntas sobre esto, acerca de porqué le dedico mi tiempo libre a escribir sobre música, sino tiene nada que ver con mi profesión ni con lo que estudié. Supongo que todos en algún momento necesitamos "desenchufarnos" y hacer algo que nos guste. Por ese motivo hoy voy a responder algunas preguntas que me hicieron usuarios, amigos, colegas y conocidos. 


Porqué reseño discos... 


Hace un par de años, jamás me hubiera imaginado que iba a escribir y publicar reseñas de discos. Primero, porque soy una persona introvertida y reservada a la que no le gusta la exposición y segundo, porque no me animaba a hacerlo. Cuando descubrí una web española donde se juntaban metaleros hispanohablantes de todo el mundo (mexicanos, argentinos, uruguayos, venezolanos, chilenos, españoles, ecuatorianos, colombianos y un largo etcétera..) a escribir y comentar sobre heavy metal y todos sus subgéneros me alegré muchísimo. Me divertía el tono entre informal y juguetón de los reseñistas, aficionados como yo a ésta música. Lo más interesante es que provenían de diferentes países y tenían distintas edades.

En esa web se podía leer a veteranos curtidos que llevaban 35 años o más escuchando heavy metal y que saben muchísimo, también a personas más jóvenes de veintitantos o treinta y tantos, que se animaban a dar sus primeros pasos por el "periodismo musical informal", inspirados por otros. Animada por un familiar, pedí el carnet: envié un texto y me respondieron que tenía aptitudes para reseñar música. 

Siempre voy a estar agradecida al administrador de la página por haber confiado en mí y otorgado aquella oportunidad. Más que nada, porque fue en la época del confinamiento que padecimos en Argentina por la pandemia del Covid-19, nos tuvieron dos años encerrados en nuestras casas sin poder estudiar,  trabajar de manera presencial y vernos con amigos y familiares en lugares públicos. No había escuelas abiertas, ni universidades, ni conciertos.... Fueron dos años horribles, espantosos, en los que si no hacías algo para entretenerte, terminabas caminando por las paredes.  Escribir sobre música fue una manera de conectarme con el mundo exterior en medio del aislamiento. 

Todos los que pasamos por aquella web, los reseñistas, lo hacíamos ad honorem. Por amor al arte. Y tal vez eso fue lo que nos dio mayor libertad a la hora de escribir. No hay compañías discográficas que presionen para que les escribas una reseña favorable. Podías elevar un disco por los cielos o hundirlo en el fango de los infiernos. Y atenerte a las consecuencias, claro, cuando aparecían los fans de la banda y se enfadaban contigo por tu opinión. A batirse, se ha dicho. 

Yo empecé leyéndolos a ellos, a los veteranos y a los más jóvenes, que con sus reseñas me inspiraron y enseñaron a escribir. Al principio, mis textos no eran brillantes ni muy destacables, mis reseñas no eran tan buenas. A escribir éste género literario se aprende practicando y admito que le debo mucho a colegas generosos y desinteresados que me dieron una mano cuando lo necesitaba o lo pedí, con consejos y recomendaciones. Sobre todo a mi querido amigo Kalei, que sabe más que yo del tema -porque estudió periodismo y comunicación-  y me dijo: "tienes que dar tu opinión, suéltate, sé más libre. Nunca comiences una reseña con la misma frase. Haz preguntas retóricas. No describas canción por canción"...  


Le hice caso y quiero creer, que ahora escribo un poco mejor que antes. Yo no soy periodista profesional, estudié Letras, Literatura o como quieran llamarle. Que es una carrera que te encorseta. Uno nunca se libera del todo de la educación que recibe: a mí me enseñaron a ser fiel a las normas APA, a que no tengo autoridad suficiente para dar una opinión de un libro porque no soy una crítica literaria reconocida o una académica, a que no puedo elaborar una monografía que no esté repleta de citas de otros autores cada dos párrafos... En mi carrera, la opinión que vale y que respalda tus ideas es la que expone el crítico y académico de renombre que escribió sobre el tema. Le podemos llamar Viñas, Jitrik, Ludmer, Hauser, Auerbach, Eagleton, Adorno... depende de la época y del país a los que pertenezca la obra literaria que estamos leyendo.

Cuando recibí críticas de ser demasiado fría y racional, poco demostrativa y efusiva a la hora de reseñar discos... pues se debe a esto. Un usuario una vez me dijo que "estaba en mi ADN. Que ésa era mi forma y mi estilo." Que no debía ponerme mal por eso. Con eso quiso decirme que los que somos descendientes de gente que hablaba la lengua materna de Goethe -que no venían precisamente del soleado mediterráneo, sino de las zonas más frías y nevadas de Europa- no solemos demostrar nuestras emociones, nos cuesta muchísimo. Puede que sea verdad. No lo sé. 

Para mi, aprender a escribir reseñas fue un proceso largo y difícil, me he equivocado muchas veces, ya sea con la puntuación o por no tomarme el tiempo suficiente para elaborar mejor los textos. Tenía que abordarlos desde una manera retórica y no genérica. A pesar de algunos sinsabores - a todos nos cuesta recibir críticas, aunque sean constructivas- reseñar me dio muchas satisfacciones. No fueron económicas. En la actualidad, tampoco lo hago para inflarme el ego, sino que escribo por placer y para compartir con los demás las cosas que me gustan...

Cuando lo hacía en la web donde empecé, un colega me preguntaba... "¿Por qué reseñas metal sinfónico si le gusta a poca gente, si no es lo más popular?" Yo no lo hago por las vistas ni para recibir halagos y comentarios. Lo hago porque hay pocas reseñas en castellano que difundan éste subgénero y que den una opinión sincera al respecto. Y si puedo ayudar a alguien -que le interese- a descubrir una banda que pienso que vale la pena o que pueda gustarle, con mucho gusto lo voy a hacer. Me sucedió en algunas ocasiones y fue una experiencia hermosa. Lo mismo pasó cuando descubrí a  artistas maravillosos gracias a compañeros y colegas: Kamelot, Avantasia, Heart, Helloween... Además, reseñar música me divierte porque juego a ser periodista musical, algo para lo que no me formé. 


¿Porqué metal sinfónico? ¿Porqué "bandas de chicas"?



Otra pregunta o mejor dicho, cuestionamiento, que me hicieron varias veces fue porqué reseñaba metal sinfónico y no heavy clásico de los ochenta o hard rock. La respuesta es muy simple: uno escribe de lo que sabe. No tengo las décadas necesarias, ni los años, ni las canas para reseñar cierto tipo de bandas. Yo no soy la más indicada para hablar sobre el nuevo disco de Judas Priest o Iron Maiden. Y no porque no me gusten ambas bandas, sino porque hay gente que lo hace mejor que yo.

Cuando escribo sobre heavy metal, escribo más que nada de metal sinfónico, que es un subgénero del mismo, porque es mi estilo favorito. Lo hago porque en Internet es difícil encontrar reseñas honestas, objetivas -dentro de lo posible, claro- que te guíen y animen a tomarte el tiempo de escuchar un disco nuevo. O a no escucharlo. No le tengo mucha confianza a las críticas de ciertos medios multinacionales, que defienden otros intereses. Aquellos que a todos los discos que salen, le ponen el máximo puntaje. 

Ahora... lo de las "bandas de chicas". La mayoría de las bandas que conozco y escucho están integradas por hombres, son tan famosas y reconocidas que ya otros escribieron al respecto y con más conocimiento de causa que yo. ¿De qué sirve que redacte la enésima reseña sobre Metallica, Iron Maiden o Pantera, cuando otro - algún veterano curtido, por ejemplo- puede hacerlo mejor que yo? En la web donde escribía, todos los grupos "masculinos"(?) que me gustaban ya estaban reseñados, no se me permitía escribir sobre Skid Row, Megadeth, Ozzy o lo que sea. 


¿Reseño solo "bandas de chicas", como me acusaron alguna vez? No. Si la mayoría de las bandas que traigo tienen vocalista femenina, es porque el metal sinfónico así lo requiere. Una de sus características principales es la voz lírica, operística. Aunque no se olviden que grupos como Epica o Diabulus in Musica tienen voces masculinas guturales. O como Therion, que tienen a un tenor lírico en su formación.

Si alguna vez escribí sobre The Runaways, Lita Ford, Girlschool, Halestorm o Doro, fue porque nadie más lo hacía y habían sido olvidadas. Porque su calidad musical así lo ameritaba. No es una batalla o cruzada feminista, ni mucho menos. Creo recordar que sí reseñé a Bon Jovi, Rata Blanca, Dokken, Helloween, Radiohead, Smashing Pumpkins... y habría llevado hasta a Soda Stereo y REM si me lo hubieran permitido. En esas bandas no cantan mujeres, me parece. 😂

Yo empecé escuchando hard rock y el 95% de los músicos que oía y admiraba eran hombres. Nunca me detuve a fijarme a la hora de comprar un disco o escucharlo si el que cantaba o tocaba los instrumentos era hombre o mujer. Sólo me importa que la música contenga calidad o que me conmueva de alguna manera. 


¿Cómo y cuando empecé a escuchar metal? ¿Y con qué bandas?  


Ésta pregunta me la hicieron en un podcast, hace tiempo. Nos la hicieron a todos los que participamos allí. Yo me acerqué al heavy metal cuando tenía 18 años (ya era grande, comparado con otros conocidos metaleros, que comenzaron a edades más tempranas). Un compañero mío de la primaria, a quien reencontré años más tarde y con quien nos hicimos amigos, era un guitarrista fanático del thrash metal. Andaba paseando con sus guitarras por todos lados (tenía una Jackson Flying V negra preciosa, tan pesada que yo ni podía sostenerla) e intentando levantarse chicas tocando "Nothing Else Matters" de Metallica. Él me hizo escuchar las primeras canciones de heavy metal que conocí, me prestó tres discos que todavía recuerdo muy bien: Master of Puppets de Metallica, Youthanasia de Megadeth y Víctimas del Vaciamiento de Hermética. También era admirador del power metal, le encantaban Hammerfall, Helloween, Sonata Arctica...  Con suma paciencia y perseverancia, logró convertirme en metalera. Ayudaba el hecho de que yo escuchaba rock pesado desde los 13 o 14 años. No tuvo la misma suerte con las novias que tuvo más tarde... pero ésa es otra historia. 


Como me dijo una colega de estudios hace un tiempo, horrorizada al  estar de visita en un departamento en Buenos Aires, cerca del Estadio donde tocó Metallica el año pasado : "tenés que admitir que no es una música para todo el mundo". Y no, porque no todos soportan el elevado volumen de las guitarras distorsionadas, la batería a doble bombo, las voces estridentes... Hay que tener un oído muy predispuesto y tolerante o simple afinidad musical.. No es que sea una música para elegidos selectos ni mucho menos. Si no te gusta, está bien y si te sedujo, vas a amarla toda la vida, hasta tu último suspiro. Por algo he visto en conciertos veteranos de más de 50 o 60 años entre el público.

El heavy metal  (y todos sus derivados) no es una música mainstream, no la vas a escuchar en la radio más famosa o verla en los canales de televisión. Hay que rastrear en YouTube, rastrear en Internet, en revistas especializadas, en programas de radio específicos. Somos una tribu, un nicho. Pero una tribu que lleva más de 40 años viva y activa. Y no me quiero ni imaginar lo difícil que era conseguir discos, DVD's o conocer otros metaleros,  en los setenta, los ochenta o los noventa, sin Internet. 


Las primeras bandas y discos de metal 


También me preguntaron cuáles fueron los primeros discos que comencé a escuchar... Recuerdo que mis álbumes favoritos de aquella época eran Ride the Lightning y Black Album de Metallica, The Number of the Beast de Iron Maiden, un recopilatorio de Ozzy Osbourne solista, los primeros álbumes de Megadeth, Cowboys From Hell y Vulgar Display of Power de Pantera... Me gusta mucho el thrash metal por su velocidad, agresividad y también por su parte técnica y melódica. Los vocalistas de este estilo no son muy virtuosos, pero lo que más importa es el trabajo de los guitarristas y los bateristas. 

El thrash me daba un subidón de energía y fuerza que otros géneros musicales no. En su época, me gustaba más que el heavy clásico, en el que incursioné después. Era muy joven y en ésa época sentía diferente, necesitaba emociones más fuertes. En aquel entonces también descubrí al metal sinfónico, que me llegaba al corazón, pero de otra manera. La combinación de voces líricas, el poder que desprenden, combinado con los teclados, las orquestas y los instrumentos más metaleros (bajo, batería, guitarras) me provocan una sensación que es difícil de explicar con palabras. Cuando escucho una canción de Nightwish o de Tarja, siento que soy una sola con la música. No importa lo que esté alrededor mío, el resto del mundo desaparece. 




Otras preguntas más breves... 




Vocalista favorita del metal....


Fácil: Tarja Turunen. 











 Vocalista masculino favorito...


Roy Khan de Conception y Kamelot. No digo que sea el mejor, sino que es el que más me gusta y emociona. Y técnicamente, es impecable. Mi interpretación preferida de toda su carrera es la de Elizabeth, una canción que narra la historia de la condesa húngara Elizabeth Bathory. Se encuentra en el disco de Kamelot "Karma". 




Guitarrista preferido...

No puedo elegir sólo a uno. Randy Rhodes, Marty Friedman, Dimebag Darrell, Walter Giardino, Jimmy Page,  Wolf Hoffmann, etc... Adoro a los guitarristas. 


El primer guitarrista que tuvo Ozzy Osbourne en su carrera solista. Lamentablemente, murió demasiado joven. Era profesor de música y estudiaba guitarra clásica. 






Marty Friedman, ex guitarrista de Megadeth. Mis discos favoritos del grupo son aquellos en los que él participa. 






¿Qué otra música escucho además de metal?

Rock alternativo (de los noventa, sobre todo), algo de indie pop, alguna banda sonora y cuando me apetece, clásica. Chopin, Mozart, Tchaikovsky. Alguna vez se me dio por incursionar por ahí. De las contemporáneas o modernas, me gustan mucho Halsey, Lorde, Taylor Swift (en su faceta más country, no lo que hace ahora), Lady Gaga, Sia, Céline Dion... El pop no es lo que más me gusta, pero tengo algunas excepciones.


¿Cuál es un artista favorito fuera del metal?


Tori Amos. Porque me parece que es una letrista, compositora y pianista extraordinaria.



 

¿Cuál es el subgénero del metal que menos te gusta o que no escuchás?

El metal extremo (death, black, etc). No puedo con él. Demasiados guturales. También me cuesta mucho el progresivo. No tengo la paciencia necesaria. La única banda del estilo que me gusta es Queensryche. 


¿Cuáles son los que sí escuchás y más te gustan?

Heavy, thrash, power, sinfónico, alternativo y gótico (siempre que no esté repleto de guturales, por supuesto)


¿Cómo descubriste el metal sinfónico?

Por Internet. Gracias a que me regalaron un disco de Evanescence, un recopilatorio. Por comparación, conocí a Nightwish. En Argentina no es tan popular como en Europa. 

¿Qué bebida tomas en los conciertos? ¿Cerveza, agua..?

En los recitales, agua. Alcohol, nunca. No me gustan la cerveza, ni el vino, ni el fernet, ni la sidra o el champagne... (demasiado amargos para mi gusto). Lo único que bebo en contadas ocasiones son daikiri de frutilla o durazno o Bailey's "Frozen" (o Mudslide, le dicen) un trago irlandés con licor de chocolate y helado. Tiene que ser dulce o frutal. Tampoco me gusta el café. De infusiones, solo té. 


¿Porqué ese nickname?

Por la canción de Theatre of Tragedy, "Cassandra", que está inspirada en la princesa y sacerdotisa troyana que fue maldecida por Apolo. Ella fue la que predijo la caída de Troya y nadie le creyó. Aégis es uno de mis discos preferidos de metal gótico. 



¿A qué edad empezaste a escuchar música? ¿Se escuchaba música en tu casa?

Por mi cuenta, a los 11 años. Mi padre oía folclore argentino, pianistas y alguna que otra soprano lírica a todo volumen en el equipo de música. Tenía su propia colección de discos. El amor desmesurado por la música lo heredé de él. 


La soprano francesa Emma Shapplin. Haberla oído en casa de pequeña tal vez fue un factor para que más adelante no me espantara la voz operística de Tarja. 

El primer LP que me compré fue Under my Skin de Avril Lavigne - cuando era rockera y no imitaba a Britney todavía- a los 11 años. Todavía lo tengo. Otro familiar lo escuchaba y me había gustado mucho. Así adquirí la costumbre de pasar todas las tardes escuchando discos mientras hacía las tareas de la escuela. Y fui consiguiendo los míos y armando mi propia colección, de a poco. 


¿Cómo empezaste a escuchar rock pesado, o hard rock?

Gracias a la VH1, el único canal de televisión que se dignaba a emitirlo. Y gracias a la melena rubia y larga de Jon Bon Jovi, que vi en la tele cuando tenía 13 o 14 años. Bon Jovi fue mi primera banda de rock, sobre todo sus discos ochenteros Slippery When Wet y New Jersey. Todos los novios que tuve odian al señor Jon, mi primer amor platónico.  😂.. La verdad es que es como el buen vino, ya tiene más de 60 años y sigue siendo hermoso. 


¿Qué bandas escuchaba en mi adolescencia, que no sean heavy metal....?

Muchas. AC/DC, Guns N' Roses, Nirvana, Sex Pistols, The Ramones, Joan Jett and the Blackhearts, Aerosmith, Green Day, Red Hot Chili Peppers, Soda Stereo, Gustavo Cerati, Oasis, Queen, The Beatles, R.E.M, Led Zeppelin, Eric Clapton, Depeche Mode, U2... No había internet y no era fácil conseguir discos. Sino, hubieran sido más. 

Mis carpetas de la escuela secundaria estaban todas forradas con fotografías de músicos. Y las paredes de mi dormitorio, repletas de posters colgados de las bandas que me gustaban. 

¿A qué grupos te gustaría ver en un concierto?

A muchos. Lamentablemente, He ido a pocos recitales. Metallica, Megadeth, Within Temptation, Judas Priest, Iron Maiden, Accept, Evanescence, Depeche Mode, Tori Amos, Bjork, Taylor Swift, U2, Noel Gallagher, Bon Jovi....  A Tarja, de nuevo. Y a Rata Blanca también. Me encantaría ir algún día al festival Wacken Open Air. Creo que debe ser uno de los grandes sueños de todos los metaleros del mundo. 


¿Porqué reseño músicos que no son de heavy metal? 


Esto me causó algunos problemas en el pasado. Cuestionamientos sobre si tal banda o no era adecuada para reseñarla. Quedarme atrapada en un solo género musical me aburre y me parece muy limitado. No soy una metalera ortodoxa al que le ponen un disco de Madonna y empieza a rabiar. Siempre detesté el purismo o la actitud "true" de ciertos heavies que piensan que lo único que vale es lo cañero ochentero y que lo demás, no vale nada. O que los Beatles son ñoños y blandengues. Puedo disfrutar desde Megadeth hasta Lady Gaga, Lorde o Madonna. Siempre y cuando el artista tenga calidad, no me importa si tiene o no una guitarra eléctrica distorsionada. 


Por último... ¿Porqué escucho ésta música y no otra "más femenina"? -éstos comentarios jamás me los hicieron hombres, sino mujeres- ..


Porque me representa. El heavy metal tiene fuerza, poder y agresividad. Lo que históricamente nos negaron a las mujeres. Y porque me hace sentir viva: logra que me hierva la sangre en las venas y sienta esa plenitud, esa felicidad y alegría, que otros géneros musicales no me lo otorgan. No sólo es eso, sino que la melodía y la sensibilidad en ésta música - no es todo ruido a la lata, como dice mi madre-  me conmueve. Me llega adentro. También es música compleja de ejecutar a nivel instrumental y ese es uno de los motivos por los cuales me cautiva tanto. 

Además, ser fan del metal te permite ser parte de una comunidad. Uno conoce amigos, conocidos, compañeros. Encuentra un lugar donde sentirse libre y refugiarse del mundo. 



Mi adorado Roy Khan, ex vocalista de Kamelot. 



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