Therion - Leviathan III
A veces, menos es más, Christofer...
Tracklist
1. "Ninkigal" - 3:06
2. "Ruler of Tamag" - 6:44
3. "An Unsung Lament" - 6:58
4. "Maleficium" - 3:34
5. "Ayahuasca"- 7:57
6. "Baccanale" - 3:52
7. "Midsommarblot" - 3:04
8. "What Was Lost Shall Be Lost No More" - 3:59
9. "Duende" - 4:18
10. "Nummo" - 2:30
11. "Twilight of the Gods" - 6:23
Año: 2023
Napalm Records
Después del fallido, extravagante y ambicioso "Beloved Antichrist" (2018), que fue muy criticado por sus fans, Christofer Johnsson decidió darle el gusto a su público y apostar por composiciones más sencillas y radioamigables, con su trilogía "Leviathan". Conozco seguidores acérrimos de Therion a los que les decepcionó mucho la parte 1 y que no esperan demasiado de la tercera. Varios afirman que desde Gothic Kabbalah ya no graban nada que esté a la altura de sus primeras obras...
En cuanto a éste nuevo disco de los suecos -los "padres del metal sinfónico"- algunas canciones lograron convencerme y otras no, porque no los veo muy inspirados a nivel compositivo: el "tercer Leviathan" está repleto de estructuras lineales, orquestaciones sencillas, en piloto automático, nada que no hayamos escuchado antes. El principal problema de Leviathan III es la falta de frescura y esa sensación de "autoplagiarse" a sí mismos.
En mi opinión, las bandas de metal sinfónico más prestigiosas y clásicas están pasando por un momento en el que las musas de la creatividad las abandonaron... Me refiero a los últimos trabajos de Nightwish - Human Nature, ese bodrio repleto de folk-, Epica -Omega, que no es malo pero si muy reiterativo-, Within Temptation -Bleed Out y su sonido descaradamente industrial y pop-... Ni hablar de bandas de "segunda categoría o división", como me gusta llamarlas, me refiero a grupos como Xandria, Amberian Dawn y Sirenia, que se entregaron al electrometal y han perdido gran parte de su sonido original. Es evidente que hay una saturación dentro del metal sinfónico y curiosamente, las bandas que lanzaron álbumes más notables son las nuevas, como aquel magnífico Dreams of Lands Unseen de los ucranianos Ignea, que me parece el mejor disco del género del 2023.
Volviendo a Therion, repiten fórmula en éste tercer Leviathan, aun así logran componer varias canciones que honran su prestigioso legado, como la inicial "Ninkigal", con sus coros guturales, la poderosa voz lírica de Lori Lewis, en medio de riffs de guitarra velocísimos y teclados barrocos que me recuerdan a Haggard. Un track bien metalero que suena como los Therion de antaño, precioso, contundente y demoledor, no más de tres minutos para no abrumar al oyente. Christofer aprendió de sus errores.
Pasamos a "Ruler of Tamag" , que dura casi siete minutos, en la que canta la bosnia Taida Nazraić de la banda The Loudest Silence, que yo reseñé hace bastante tiempo. Es una canción de corte acústico bellísima y triste, un tema genial, complejo, con cambios de ritmo y coros en diversos idiomas. La parte orquestal es exquisita, acompaña la voz tan particular de Taida, que nunca sonó como una imitadora de Tarja y por eso me parece una vocalista tan prometedora y talentosa. Segundo acierto de éste Leviathan III.
"Ayahuasca", con sus casi ocho minutos de duración, es cantada por Taida y la española Rosalía Sairem, junto a Vikström, vocalista oficial de Therion. Una canción más moderna y contemporánea, con una interpretación magnífica de parte de la bosnia, pero a nivel instrumental no es algo muy innovador. Aprueba, pero suena a refrito de lo que hicieron antes. Luego aparece "Baccanalle", inspirada por las fiestas que celebraba el dios griego Dioniso, en romano Baco, es más directa y simple, Therion en piloto automático: un par de riffs, batería a doble bombo, monótona en la parte coral... lo único que vale la pena es el trabajo del guitarrista, que se luce.
"Midsommarblot" lamentablemente es relleno puro, tres minutos de parte coral, entretiene y es aceptable, pero poco más. Lo mismo me genera "What Was Lost Shall Be Lost No More", otra que podrían haber omitido en el disco.
Ni hablar de la bizarreada de "Duende", en la que se les ocurrió mezclar el flamenco con el metal sinfónico... Cuidado con éstos experimentos, a menos que sean Diablo Swing Orchestra, no suelen salir bien... No encaja para nada en este álbum y no da resultado, como le sucedió a los Epica en ese espanto llamado "El Código Vital"...
Por lo general, los escandinavos o los holandeses no suelen adaptar de manera eficaz los géneros musicales más hispánicos... o tienen una pésima pronunciación del castellano, a menos que sea su lengua madre es algo que suele suceder. Por ejemplo, cuando la mexicana Marcela Bovio -radicada en Holanda hace más de una década y habitual colaboradora de Ayreon- incluía un tema en español con Stream of Passion o la española Zuberoa Aznárez en Diabulus in Musica lograban componer canciones memorables. Una excepción a la regla de una escandinava que pronuncia y canta bien en español es Tarja Turunen, una prueba de esto es la canción "Mystique Voyage" , pero tener un marido argentino y haber vivido ocho años en Buenos Aires ayuda, por supuesto. O la reciente "Eye of the Storm", que combina el tango con el metal sinfónico, ése sí es un experimento que dio resultado. En el caso de "Duende" no es que la vocalista, Rosalía Sairem, no maneje bien el idioma, sino que la parte instrumental no acompaña.
Ya lo que queda de Leviathan III no es muy relevante: "Nummo", que dura apenas dos minutos y medio, una batalla vocal entre Thomas y Lori, funciona aunque no es deslumbrante, no suma demasiado al conjunto y al final.... "Twilight of the Gods", teatral, dramática, podría salir de una comedia musical... aunque es repetitiva a nivel estructural y floja, no es la más indicada para cerrar un disco.
¿Qué conclusión puedo sacar de la tercera parte de Leviathan? Que si bien no es un trabajo malo, desastroso, tampoco es un dechado de virtudes. Podemos encontrar tres o cuatro canciones destacables y facturadas de una manera impecable: "Ninkigal", "Ruler of Tamang", "An unsung Lament", "Maleficium" y poco más. Cuatro canciones buenas no alcanzan para que un disco llegue al nivel de sus obras clásicas o a un puntaje mucho más elevado. El resto, es predecible. Correcto, pero no muy inspirado que digamos, Therion aplican la misma fórmula de hace veinte años, intercalando canciones de tres o cuatro minutos con otras de siete o ocho de forma casi matemática, como si eso ayudara a elevar la calidad de éste LP. ¿Es mejor que el volumen I y II? No estoy muy segura. A veces, es preferible grabar un disco con canciones breves, gancheras y comerciales como en el Leviathan I y no agregarle varias que sobran o están de más.
En este caso, no me decepcioné porque sabía que los suecos hace años que vienen pasando una mala racha a nivel creativo, entonces no esperaba que lanzaran un "Vovin parte 2", un "Lemuria" o un "Sirius B". Leviathan III no es del todo malo, pero tampoco hará historia dentro de la discografía de Therion. Por último, la portada, es la más fea y espantosa de los tres álbumes. Como si anticipara lo que vamos a encontrar en su interior...
Puntuación: 6/10.
Músicos:
Christofer Johnsson - Guitarras (rítmica), teclados
Nalle Påhlsson - Bajo
Thomas Vikström - Voz (tenor)
Christian Vidal - Guitarras (líder)
Lori Lewis - Voz (soprano)
Invitados:
Chiara Malvestiti - Voz (soprano) (tracks 8, 10, 11)
Rosalía Sairem - Voz (tracks 2, 5, 8, 9), Vocals (Spanish choir)
Taida Nazraić - Voz (tracks 2, 3, 5)
Merve Çakar - Voz (track 2)
Björn Höglund - Batería (tracks 2, 4-8, 11)
Snowy Shaw - Batería (tracks 1, 3, 9, 10)
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