Elogio de la ética profesional

 

El Arthur Ashe Stadium, ubicado en Flushing Meadows, en el barrio de Queens, Nueva York. Allí se juega el US Open, el Abierto de Estados Unidos. Es el estadio de tenis más grande del mundo, con capacidad para más de 23.000 espectadores.


Mis lectores saben que soy una defensora de la ética profesional en cuanto a reseñas (musicales, literarias, etc) se refiere, que me gusta mucho el tenis y también, escuchar a las personas que saben del tema para aprender, porque el deporte, no es mi especialidad. El otro día estaba escuchando una entrevista en YouTube a un reconocido periodista deportivo argentino, especializado en tenis, veterano (80 años, 40 de carrera), ya jubilado y me acordé de la bronca que tenía el otro día, cuando escribí y publiqué el artículo/post (como quieran llamarle) "Carta al fanboy enfurecido", en el que defendí mi libertad de expresión a la hora de reseñar libros y discos.

Bueno, la cuestión es que éste periodista veterano, que es una leyenda del periodismo deportivo argentino, fue uno de los primeros que cubrió los partidos de Guillermo Vilas en los años '70, fue corresponsal en más de 140 Grand Slams y ganó numerosos premios por su trabajo. Viajó durante décadas para hacer la cobertura del tenis internacional, trabajó en radios, periódicos y televisión y se nota que sabe mucho de éste deporte. Jugó al tenis en su juventud, es socio del Buenos Aires Lawn Tennis Club, donde conoció al escritor Adolfo Bioy Casares (y se hizo amigo de él, porque Bioy iba todos los jueves al club a jugar, amaba el tenis aunque decía que era un jugador mediocre) y fue descrito hace poco por Del Potro en un homenaje que le hicieron en los Premios Martín Fierro de Radio, como "parte del Big Three" de los periodistas de tenis, por su extensa trayectoria.

Lo que me interesa no es redactar el impresionante currículum del reportero de tenis veterano, que lloró cuando relató para la radio el triunfo de Federico Delbonis ante Ivo Karlovic en la final de la Copa Davis 2016, en Zagreb, en la que Argentina salió campeón del mundo (y cumplió su promesa de cruzar la cancha del Zagreb Arena de rodillas, con 71 años, porque Argentina ganó la final), sino comentarles porqué me gusta como periodista, porqué le tengo respeto y admiración


El equipo argentino que ganó la Copa Davis: Federico Delbonis, Guido Pella, Daniel Orsanic, el capitán, Leonardo Mayer y Juan Martín del Potro. 


Éste señor contó, en varias entrevistas, que estuvo peleado con tres jugadores argentinos de tenis muy importantes. Él sostiene que no era "amigo de los jugadores" y defiende la honestidad profesional ante todo. Les aconsejaba a sus alumnos, en la escuela de periodismo -ahora da conferencias solamente- de una universidad porteña, que no sean "periodistas cholulos*", que no mendiguen notas o entrevistas y que lo más importante es decir lo que piensan, no adular a los deportistas. Lo más relevante, para él, es mantener la ética profesional, que la gente no tiene que estudiar ésta carrera para hacerse famosa, que una cosa es ser reconocido en su profesión, pero el objetivo de su trabajo no es ser parte de la farándula. En la entrevista que le hicieron, menciona que algunos "colegas alcahuetes" adulan a los jugadores de manera excesiva porque quieren ser sus amigos (o colgarse de su fama) y que éstos, mientras los elogien, los van a tratar bien. Pero en cuanto los critiquen, van a pasar a ser sus enemigos

El periodista veterano que cubrió muchísimos torneos de tenis alrededor del mundo y "acompañaba", por así decirlo, a los tenistas del circuito de la ATP, dijo que ellos desprecian a los periodistas cholulos (porque los escuchó hablar de esto), que a él lo respetaban porque era serio y que no se metía en la vida privada de los tenistas, porque no le gustaba que lo hicieran con la suya. Que eso se lo dejaran a los periodistas de espectáculo, de chimentos. 


El elevado precio que se paga por ser un periodista honesto


Wimbledon, la catedral del tenis


Mantener la ética profesional no es nada fácil en determinados ámbitos. Yo admiro a éste hombre (aunque alguna vez haya criticado a mi tenista favorito, al que estuvo dos años sin hablarle por motivos más que válidos) porque es honesto, no busca colgarse de la fama de los demás. Pagó cara su honestidad profesional. Hubo dos jugadores argentinos famosísimos que intentaron que lo echaran de los medios donde trabajaba.

A uno (que lo conocía desde niño y hasta había jugado partidos con él de joven), lo criticó porque perdió un partido con otro tenista, del segundo -un rubio cordobés al que el veterano calificó de "soberbio, sobrador, canchero y maleducado"- dijo que era una vergüenza que un Top Ten no estuviera en forma física adecuada para competir en torneos y que no se entrenara como correspondía. Los dos jugadores, ambos Top Ten y grandes campeones, enojados por las críticas, llamaron a la radio, al periódico donde el periodista trabajaba para pedir que lo echaran de su trabajo. El segundo, llamó al productor del canal Fox Sports con la misma intención, pero no tuvo suerte. 

Podemos estar de acuerdo o no con las críticas de éste periodista de tenis, pero le reconozco algo: hay que tener valor para arriesgarte a ponerte en contra a jugadores de tenis que están en el Top Ten del ranking de la ATP (es de dominio público que ganan un muy buen salario, además de que son hombres poderosos y de enorme influencia, más de la que nos podríamos imaginar), que como enemigos, no son nada recomendables, mucho menos para un periodista que cubre torneos de tenis. 

"Todos son buenos hasta que dejan de serlo", afirmó el hombre, refiriéndose a las represalias de algunos jugadores por sus críticas. Debo mencionar que el periodista veterano arregló sus diferencias y se reconcilió con los jugadores -con uno, famosísimo y un crack del tenis, no se habló por 20 años-. El tercero, uno que es de Tandil y yo nombro mucho por éstos lares, le pidió disculpas por dejarlo colgado en una entrevista para la televisión ("Tuvo esa grandeza, de reconocer que estuvo mal y pedirme disculpas. Le pedí una raqueta de regalo y como no tenía de más, me regaló sus zapatillas firmadas", dijo el corresponsal de tenis), apenado porque ya no iba a sus conferencias de prensa. 

Si bien éste periodista, ya jubilado, fue crítico con Del Potro en algunas ocasiones, también lo defendió contra las opiniones de otros colegas suyos. En un video que hay en YouTube, donde los periodistas deportivos de tenis debaten sobre quiénes fueron los cinco mejores jugadores argentinos de la historia, hay uno que critica a Juan Martín* y prefiere al rubio cordobés, porque según él "dejaba todo en la Copa Davis" y era "el más nacionalista". El veterano de apellido italiano, lo paró en seco y le dijo: "Sí, a vos te gustará más (...) , pero saboteó todos los equipos en los que estuvo en la Davis y Del Potro fue el que la ganó." En otra entrevista, le preguntaron quién fue el responsable de que perdieran la final del 2008 y el veterano apuntó derechito contra el "jugador cordobés maleducado", que era el líder del equipo y dijo que el tandilense no fue el responsable de la derrota, a diferencia de otros periodistas que sí culparon a Del Potro por esto en su momento. 

*Como siempre, ya hablé de él por éstos lares, éste periodista deportivo hasta le escribió un libro biográfico de 300 páginas a Del Potro en el 2014, únicamente para criticarlo, hay que tener ganas, eh...  y ahora que Delpo está retirado, el periodista le fue a pedir una nota en el Miami Open 2024, caradura es poco 😂. Juan Martín, con mucha generosidad, le dio la entrevista, que se puede ver en YouTube, otro tenista más rencoroso lo habría mandado a pasear. 

Como verán, éste reportero, corresponsal de tenis, no tiene pelos en la lengua. Y les comento algo, aunque hubiera criticado con argumentos a Juan Martín (a quien yo amo con todo mi corazón y mi lealtad está con él, ustedes ya lo saben) yo lo respetaría igual porque el hombre estaba haciendo su trabajo de manera honesta, profesional. No era personal contra Del Potro ni los demás tenistas.

Es más fácil y más conveniente ser periodista adulador, un cholulo y colgarte de la fama de tus entrevistados, que ser honesto en tu trabajo y tener una ética periodística. Cuando le dieron el Martín Fierro de Radio, el veterano corresponsal de tenis se lo dedicó a su esposa fallecida, con la cual estuvo casado 50 años, lo que me conmovió mucho. Dijo que el premio se lo agradecía a ella, que lo impulsó a cumplir su sueño de ser corresponsal de tenis, que le dio una familia, cinco hijos, nietos y que "hizo de padre y madre" cuando él estaba viajando por el mundo, trabajando en los torneos de la ATP. 

A fin de cuentas, éstos periodistas hacen su laburo girando por el mundo como los jugadores, para que las personas puedan escuchar los partidos de tenis en sus casas o trabajos. Y no es que van a pasear, sino que están 14 horas cubriendo partidos para la radio, la televisión o el periódico donde trabajan.

La última anécdota que voy a comentar, es una en la que éste periodista criticó a la mejor jugadora femenina de tenis argentina de la historia, porque según él, "Monica Seles le había dado una paliza en un partido, que había formas y formas de perder" y la madre de la tenista, se lo reprochó en persona. "La mataste a Gaby el otro día", le dijo la señora. 

El periodista, quien afirmó que quiere a la jugadora como si fuera una hija - y que es su favorita, pero a la hora de hacer su trabajo, era honesto- ,contó que la propia Gabriela Sabatini la interrumpió y le dijo, delante de él: "Cállate, mamá. Él tiene razón. Jugué horrible". Fíjense la grandeza y la humildad de ésta mujer, cómo encajó las críticas con tanta altura, otro u otra, habría llamado al periódico donde el hombre trabajaba y hubiera pedido que lo echaran de su empleo o le hubiera contestado mal. Ella no. Por actitudes como ésta, Gaby Sabatini es tan querida por los argentinos y los periodistas de tenis. Porque es una grande, adentro y afuera de la cancha de tenis.

El motivo por el que escribí esto, es porque quise mostrar un ejemplo de honestidad profesional en el periodismo. Del precio que se paga por decir la verdad de lo que uno piensa y no ser un adulador, un periodista o "reseñista cholulo" (sería mi caso). A la hora de reseñar, yo, que no soy periodista profesional, sigo el mismo estilo de éste señor. Jamás podría trabajar en una revista de música importante porque me echarían al segundo día por no calificar con un diez todos los discos. 

Al lector que le guste mi forma de escribir, bienvenido sea y al que no, le recomiendo leer únicamente a los "reseñistas cholulos" que se cuelgan de la fama de los artistas porque quieren ser sus amigos, desean ser famosos o conseguir beneficios económicos y laborales. Ya lo ven, ser honesto a veces provoca que llamen a la radio o al periódico donde trabajás para intentar que te echen porque no se bancan una sola crítica. Menos mal que yo no trabajo en ninguna revista musical o literaria, porque me habrían enviado la carta de despedida al segundo día. 



Notas al pie: 

Dejo las fuentes en las que me basé para escribir esto.


Entrevista al periodista de tenis en el diario La Nación

Entrevista por Palabras que Llegan (YouTube)

Entrevista n°2 (YouTube)


Cholulo: se refiere a una persona que demuestra un interés excesivo por la vida de famosos como actores, deportistas o músicos, y es un argentinismo. También puede describir a una persona frívola o superficial. En ocasiones, el término se utiliza de forma coloquial en Argentina para referirse a un fan o seguidor obsesivo. 



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