¿Dónde están los caballeros?

Veintidós cosas que los hombres nunca deberían hacer con una mujer que es su interés romántico (o sexual) 


El caballero que se redime: Mr.Darcy. Amo a éste personaje literario desde los quince años. Es mi galán favorito. 💖


Decidí hablar de esto para divertirme un poco y salir un poco de lo habitual, de las reseñas de música y libros. Les aclaro que lo que van a leer, no son experiencias mías (aunque dos o tres, sí me pasaron a mí, lo admito) sino de amigas, familiares, compañeras de trabajo... Las mujeres solemos compartir nuestras desdichas respecto a las relaciones con los hombres. Yo soy de las que está dispuesta a prestar el oído a una amiga que la está pasando mal en asuntos amorosos. Lo hice varias veces, por empatía y también porque me interesa reflexionar acerca de los vínculos humanos.

La mayoría de las cosas que van a leer, les sucedieron a otras mujeres, porque yo tuve pocos novios y hubiera necesitado cinco vidas para que me pasara todo lo que les voy a comentar. Entonces, para escribir esto, comencé a hacer memoria y a acordarme de los comportamientos de ciertos varones  -algunos los conocí y a otros no- que de caballeros tienen muy poco (vivimos en una época en la cual los Mr. Darcy escasean) y que se portaron muy mal con chicas que yo conozco. 

No voy a dar nombres, ni de los hombres involucrados ni de las mujeres, porque me gusta respetar la privacidad de los demás. Solamente voy a compartir mi opinión, considerando las experiencias de otras chicas, de lo que un varón que se considere un caballero jamás debería hacerle a una señorita, ya sea en una cita, o siendo su pareja. Todo esto lo escribo con humor y con ganas de divertirme un rato, aclaro, no con ánimo de ser didactista y moralista. Allá vamos...



Muchachos, no hagan esto con una mujer a la que quieren conquistar...


El señor Collins de "Orgullo y Prejuicio"... La torpeza masculina personificada. 



1. Pedirle a la mujer que pague la mitad de la cuenta en la primera cita. Eso es ser un tacaño.


2. Prometer cosas que después no vas a cumplir.


3. Pasar la tarde, noche o lo que sea (es decir, tener un encuentro sexual) con una chica y ni siquiera invitarla a cenar, en tu casa o en un restaurante. Tratarla como si fuera un simple pedazo de carne y no una persona.


4. Mentir respecto a tu situación sentimental. Estar soltero de verdad es no tener novia o amantes. 


5. Llevar a merendar a una señorita a una cafetería carísima y a la hora de abonar la cuenta, decir que "te olvidaste la billetera", para que pague ella.


6. Querer conquistar a una mujer y ni siquiera tener la delicadeza de borrar todas las fotos con tus ex novias de tus redes sociales, ya sea en Instagram, Facebook, Twitter, etc (Eso es para matarlo, de manera metafórica, por supuesto 😒). 


7. Hablarle a una señorita de tus ex novias luego de tener sexo. Hay que ser muy idiota para hacer eso. 


8. No acordarte de la fecha de cumpleaños de la chica que te interesa, tu novia o pareja.


9. No hacerse cargo de los errores, victimizarse y echarle toda la culpa al otro. No dar la cara y arreglar las cosas. 


10. Intentar tener sexo con una mujer, querer imponerle "tus formas" y no preguntarle qué es lo que le gusta y si se siente cómoda. Señores, no lo hagan, se arriesgan a que los rechacen de manera rotunda. 


11. Enojarte con tu novia o pareja si sale a tomar un café con sus amigas o va a comer a un restaurante con ellas un sábado a la noche.


12. Dejar afuera de un podcast a una chica porque se atrevió a ir a un concierto de música con otro hombre, no importa que fuera un amigo y no alguien con el cual tenía una relación de otra índole. Y después, mandar a tu nueva novia a insultarla porque se atrevió a quejarse de ésta situación (Para algunos, yo como reseñista no valía nada, era una "minita que se querían levantar", nada más😔). 


13. Quejarse de que la mujer come demasiados postres y sugerirle que haga dieta porque no está lo suficientemente delgada. 


14. Querer ahuyentarle a todos sus amigos varones, por celos y posesión.


15. Llevar de vacaciones a tu novia, quedarte encerrado jugando al PlayStation con tu primo, y no salir a pasear con ella a ningún lado.


16. Hacer un escándalo porque tu novia o pareja se puso una minifalda y se maquilló los labios de rojo (Y luego insultarla por esto, diciéndole que se parece a "una puta").


17. Enfadarte si tu novia o pareja sube fotos a sus redes sociales bien vestida y arreglada, por una cuestión de que tenés celos, inseguridad o baja autoestima.

 

18. Tirarle la bronca a una novia que se puso un par de tacos de 10 centímetros y te supera en estatura, porque hiere tu frágil orgullo masculino (Ésta anécdota sí es mía, cuando uso tacos altos supero el metro ochenta y un ex que tuve, no se lo bancaba 😒).


19. Humillar a una mujer en público, delante de otras personas, por su color de piel y de cabello (¿Cómo no vas a estar bronceada apenas terminado el verano? ¡Horror absoluto!). 


20. Decirle a una chica que tus padres no la quieren porque piensan que podés "salir con otras más lindas que ella" (Esa anécdota es la más cruel que me contaron, créanme).


21. Querer levantarte por Instagram a la amiga de la chica con la cual estás saliendo. 


22. No decir "Te amo" de manera sincera. No ser claro y honesto respecto a tus sentimientos por la mujer en cuestión. 




La chica que se comporta como Ana Karenina 



Sin embargo, a pesar de todas éstas anécdotas lamentables que me contaron otras mujeres, también conozco féminas que son bastante tóxicas en relaciones de pareja. No es mi intención demonizar a los hombres, aclaro. Por ejemplo, la novia de mi mejor amigo me tiene unos celos terribles y cada vez que hay un cumpleaños o evento en el que coincidimos, me hace sentir muy incómoda. No es sólo conmigo, sino con todas las amigas que él tiene. Es muy insegura, celosa, posesiva - y eso que es una chica muy linda- y le hizo varios escándalos a él por tonterías, como que una mujer le comente un meme en Facebook. Ella no lo deja salir solo con sus amigos varones, le controla quién le escribe en las redes sociales, no le permite tomar un café con una amiga sino hay dos o tres mujeres presentes, por temor a que él la engañe. 

Lo más gracioso es que no estamos hablando de un galán a lo Tom Cruise o Michael Fassbender, sino de un muchacho muy inmaduro que anda todo desgreñado y tiene poca afición a aprobar las materias de la universidad y a buscarse empleos. Yo lo quiero mucho, pero lo veo como es, con sus virtudes y defectos. Un hippie bohemio de 37 años que no madura nunca. Nadie se lo va a querer "robar", no es un candidato codiciado. 

Cada vez que quiero tomarme un café con mi amigo, él se siente culpable y me pone peros: "¿Invitaste a más amigas?" me pregunta, preocupado y asustado, para que su novia no se enfade. No es justo, yo lo conozco hace más años que ella. Si hubiera querido tener algo con él, pues ya lo habría hecho, ¿no? Somos amigos hace ocho años, nada más. Pero ella no lo entiende. El día de mi cumpleaños, tuvo que enviarle fotografías para que ella comprobara que él no estaba solo conmigo. Tóxica es poco. 

"Mirá, el que te quiere meter los cuernos, lo hace. Por más que lo estés controlando todo el día, en algún momento, lo va a hacer igual. De los cuernos y de la muerte no se salva nadie", le dije, comentándole que la conducta de su novia no me parece muy saludable que digamos y sugiriéndole que debería ir a un psicólogo a hacer terapia. Uno tiene que confiar en su pareja, no podés vivir paranoica con que te van a engañar. Y si te pasa, bueno, la infidelidad duele pero es algo humano. La actitud de ésta chica me recuerda un poco a la Ana Karenina de Tólstoi, que se vuelve paranoica pensando que su amante, el conde Vronsky, la iba a dejar por otras mujeres. A veces la literatura aborda éstas cuestiones, de una manera magistral. O sino, también me acuerdo del apartado de "Un amor de Swann" de la primera novela de Marcel Proust, en el cual el señor Swann siente unos celos enfermizos hacia su esposa, Odette. 

En fin, decidí contarles éstas anécdotas porque me interesa cómo se comportan los humanos en sus vínculos amorosos... y además me resulta enriquecedor conocer las experiencias de otras mujeres con los hombres, no sólo de las bonitas, sino también de las más incómodas y desagradables. "Uno, aprende de todos", solía decir una de mis profesoras de la Escuela Secundaria. Y la veterana, tenía razón. 



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