Tarja – Teatro Broadway, Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Argentina (22/04/2022)
Mi primer concierto de heavy metal: Tarja en el Teatro Broadway
*Rescato la crónica de mi primer concierto de heavy metal porque fue un evento importante, que me hizo muy feliz. La publiqué en su momento en la otra web donde escribía, recibí varios comentarios, que se perdieron cuando cerró la página. Aun así, los conservo en un archivo de Word.
No tuve otra oportunidad de asistir a otro concierto de Tarja, porque tuve gastos de otro tipo (médicos, más que nada). Ojalá algún día pueda ir de nuevo a otro de sus shows, porque realmente vale la pena. Cuando escribí ésta especie de crónica, en el fondo fue un homenaje a El Marqués, el mejor cronista de conciertos de la web donde yo publicaba. Ése viernes fue un día que no me voy a olvidar nunca, porque pude ver en directo a mi cantante favorita. Gracias, querida Tarja, por haberlo dejado todo en el escenario. Fue una noche inolvidable.
Setlist:
Serene
Demons in you
My Little Phoenix
Anteroom of Death
Diva
Goodbye Stranger (with band solo)
Falling Awake
Planet Hell (Nightwish cover)
The Golden Chamber/Oasis (Acústico)
Undertaker
Tears in Rain
Victim of Ritual
Innocence
I Walk Alone
Dead Promises
Until My Last Breath
Banda:
Tarja Turunen – Voz
Julián Barrett – Guitarra
Alex Scholpp – Guitarra
Guillermo de Medio – Teclados
Timm Schreiner – Batería
Kevin Chown - Bajo
Hace diez años que soy fanática de Nightwish y de su vocalista original, Tarja Turunen, y ya sea por razones económicas, de distancia física (es difícil asistir a recitales cuando no vives en la Capital de mi país, Buenos Aires) o porque simplemente no encontraba a nadie que quisiera o pudiera acompañarme, nunca había podido presenciar un concierto suyo. Ni siquiera uno de rock, heavy metal o metal sinfónico. Así que el viernes 22 de abril de 2022, fue mi primera vez, mi primer recital.
Estaba muy emocionada, también por el viaje hacia la famosa Ciudad de Buenos Aires, fue hermoso poder estar a menos de una cuadra del Obelisco, símbolo inmortal de la noche porteña y caminar por la célebre Avenida Corrientes, la calle de los teatros y las librerías, un lugar donde se respira la palabra cultura por todas las partes. Había artistas callejeros bailando tango, restaurantes y locales donde comer pizza, esa gastronomía italiana que tanto amamos los argentinos, turistas europeos tomando fotografías…
Cuando buscábamos el Teatro Broadway, ubicado a menos de una cuadra del Obelisco, yo les dije a los familiares que me acompañaron hasta el teatro: “Donde vean personas vestidas de negro, donde estén los metaleros esperando en la vereda, ahí es el lugar”. Dicho y hecho. Y cuando nos acercamos, a las 20:30hs, allí estaban: hombres y mujeres de todas las edades, desde los 20 a los 40 y 50 años, la mayoría vestidos de negro, con remeras de conciertos anteriores de Tarja, camperas, sweaters y jeans oscuros, algunas chicas vestidas a la manera gótica, con corsets y polleras (faldas), botas altas de cuero negro… Así me hubiera vestido yo de tener diez años menos, pero solo fui con mi remera de Tarja comprada en la rockería local, un sweater y borcegos negros (hacía un frío tremendo) con barbijo o mascarilla y carnet de vacunación contra el Covid-19 en mano, por supuesto. Los argentinos no nos olvidamos de la pandemia y de las 130.000 vidas que el coronavirus se llevó. Comparado con la situación que se vivió desde el 2020, es un milagro que hoy en día podamos asistir a conciertos otra vez.
Me perdí a los teloneros, Pulso crítico y Herederos del Rock, que tocaron antes de lo que yo había previsto, así que no puedo decir nada al respecto. A las 21hs ingresé al teatro y llegué a mi butaca en la platea central. El Teatro era muy bonito, pequeño y desde donde estaba yo se veía y escuchaba bastante bien. Si algo me sorprendió, es la fidelidad de los fans, conversando con dos mujeres que también asistían al recital, me contaron que era la segunda y la cuarta vez que asistían a un concierto de Tarja. Y que me iba a encantar, como les pasó a ellas cuando la vieron por primera vez.
Estaba intrigada por el setlist pero también contenta porque Tarja vino a presentar su último disco, “In the Raw”, que tuve la suerte de poder reseñar y me parece un trabajo espectacular, el mejor desde su sublime “What Lies Beneath”. El concierto abrió con la guitarrera y alegre “Serene”, y allí estaba ella, mi cantante favorita de todos los tiempos, la que más me emociona y cuya voz me llega hasta el alma. Tomé varias fotografías y filmé medio minuto, como varios asistentes, para tener un recuerdo, pero la mayoría del recital lo viví en persona. De la banda, puedo decir que todos se lucieron y sonaron muy bien, el que se llevó varios aplausos fue el guitarrista Julián Barrett, por ser local, claro.
Me pareció que la música y la voz de Tarja sonaban fuerte, era algo que nunca había presenciado antes, claro, estaba en un recital de metal por primera vez en la vida. Y se notaba. Porque miraba y escuchaba todo embelesada, no lo podía creer… Una década escuchando discos donde cantó esta artista, viendo decenas de veces los DVD End of and Era y Act I, y por fin, la tenía a unos diez metros de mí. Y tras casi una hora y media de concierto, pude comprobar con mis propios ojos por qué esta mujer es la vocalista más grande y más importante que tuvo y tendrá el metal sinfónico.
Tarja Turunen no desafinó una sola nota. Inclusive en las canciones más difíciles, llegaba a unos agudos impresionantes, sin fatigarse, con una técnica y profesionalismo impecables. Y no sólo eso, sino que bailaba, se movía por el escenario, interactuaba con el público y los músicos… y eso, se llama tener más de veinte años de tablas sobre el escenario. Y la humildad suficiente para seguir estudiando canto lírico, aunque tenga dos títulos académicos de conservatorio a sus espaldas. Porque cantaba mejor que en los discos de estudio. Era la primera vez que veía a una soprano lírica cantando en directo y me quedé maravillada con su interpretación.
El setlist fue variado y pude escuchar las mejores canciones de su repertorio, desde la funkie y moderna “Demons in You”, “Goodbye Stranger”, que el público adoró, el single “Tears in Rain”, mientras la pantalla mostraba el videoclip y la pesada “Dead Promises”, que sonó súper contundente. Las guitarras de Barrett y Scholpp, impecables.
Pero las canciones que más destacaron fueron “My Little Phoenix”, me emocioné de verdad oyéndola porque es de mis preferidas de su repertorio y no esperaba que la tocara, “Falling Awake”, temazo por donde se los mire, recordaba el solo de Satriani en mi cabeza y “Victim of Ritual”, con todas las acrobacias vocales que implica ese tema…. Yo pensaba… ¡Cómo canta esta mujer, por Dios! Igual e inclusive mejor que en los discos de estudio.
Cuando tocó la canción “Diva”, por dentro me reía y pensaba… “Ay Tuomas, cómo le erraste…” Estuvo increíble. No tengo palabras para describirla. Aparecieron más tracks de “The Shadow Self”, como la progresiva “Undertaker” (una joya, de lo mejor de su repertorio), la balada “Innocence” con su introducción preciosa al teclado…
Pero una de las sorpresas más maravillosas de la noche fue el cover de “Planet Hell” de Nightwish. Eso no me lo esperaba y el público y la reseñista aquí presente enloquecieron de pasión y emoción. Ya con la intro de batería, me imaginaba a Marco Hietala cantando la mitad de los versos en “End of and Era” y envidié profundamente a los que pudieron ver a Nightwish con Tarja, durante la era dorada de la banda. Esos son los Nightwish que a mí me encantaría volver a escuchar. Pero volviendo al concierto de la vocalista finlandesa, poder oírla y verla en directo cantando “Planet Hell”, uno de los mejores temas del “Once”, fue una de las experiencias más fascinantes y memorables de mi vida. Lo amé.
También hubo un apartado acústico, Tarja cantó dos canciones tocando ella misma el teclado y ahí la vi cantar en finés por primera vez, “The Golden Chamber”, de su último disco y “Oasis” una canción bellísima que siempre me puso los pelos de punta. Solo acompañada del teclado, uno se daba cuenta de la calidad de la voz de esta artista y como sonaba espectacular, esa voz profunda, grave y bien entrenada lleva una década siendo una delicia para mis oídos y haberlo presenciado en directo, no tiene precio.
El vestuario de Tarja era muy elegante, sobrio y bonito, tuvo tres cambios de ropa: primero lució una camisa dorada y un pantalón negro, luego un vestido de cuero y calzas negras, y al final, un vestido dorado que combina con la portada de su último disco, “In the Raw”. Estaba muy bonita y de acorde con lo que el espectador espera ver en un concierto de metal sinfónico. Se la veía contenta y conforme con su banda, presentó a todos los integrantes, quienes recibieron una ovación del público.
Cuando hizo participar a los espectadores en “I Walk Alone”, casi al final, también fue memorable. Tarja se mandó unos agudos espectaculares. Mejor que en los discos de estudio, reitero. Siempre había cantado este tema en casa, pero hacerlo junto a cientos de metaleros en un teatro, fue muy lindo. Sentí lo que era la hermandad del metal. No importa que no nos conociéramos, que viniéramos de diferentes lugares, la diferencia y variedad de las edades… todos estábamos allí por lo mismo: el amor a la música.
Cuando cerró el concierto con “Until My Last Breath”, todos pedían más canciones. Y es que yo me hubiera quedado una o dos horas más oyendo a la cantante finlandesa, si existiera la posibilidad. Porque más allá de su extraordinaria voz, tiene un carisma, un ángel, muy particulares. Nos habló varias veces en castellano, agradeciendo que fuéramos al concierto, todo el amor y el cariño que le brindamos los fans, lo mucho que extrañaba venir a la Argentina y que esta era “su casa por siempre”, lo que me conmovió profundamente. Y que cuando estuvo en Brasil, hace pocos días, recordaba que tenía 20 años la primera vez que pisó la Argentina, para presentar el mítico “Wishmaster” de Nightwish, en el año 2000. Desde ese momento, fue amor a primera vista. Para ella y para los fans argentinos.
Al salir del recital, comprendí porqué las chicas con las que conversé cuando ingresé al teatro, me contaron que habían visto a Tarja, dos y cuatro veces. Porque realmente vale la pena. Lo único que me hubiera gustado es que pusieran una pantalla gigante y que el concierto durara un poco más, pero del resto, no tengo nada que criticar.
Quiero agradecer a mi hermana, quien me regaló la entrada, fue el mejor regalo de cumpleaños que tuve en mis 28 años. Mi hermana no escucha música heavy metal, pero conoce muy bien mi amor por Nightwish y por Tarja y tuvo la generosidad de animarme a asistir al concierto y acompañarme a la Ciudad de Buenos Aires, un viernes, un día de semana laboral. Cuando salí del teatro me vio tan emocionada, con los ojos a punto de anegarse en lágrimas por todos los sentimientos vividos y me dio un abrazo.
Tarja Turunen en Buenos Aires fue mi primer recital de heavy metal, mi bautismo de fuego como metalera. No podría haber elegido una artista mejor para mi primera vez.
Jajaja, ¿primer recital y en época de barbijo? ¡qué bajón!
ResponderEliminarPor cierto, me llamó la atención que, a vos (siendo bonaerense, creo) te impacte tanto andar por el centro porteño. Está bien, yo soy de la ciudad y lo tengo muy normalizado; pero tu reacción me resultó más propia de alguien del interior que de alguien del conurbano…
En fin, se nota que disfrutaste mucho el show y lo viviste con gran intensidad. Muy lindo gesto por parte de tu hermana…
Por mi parte, siempre que vi a Tarja en vivo fueron lindas experiencias. Tiene talento, carisma y una gran presencia escénica. Me hubiera encantado haberla llegado a ver cuando estaba en Nightwish; hubiese sido glorioso.
¡SALUDOS!
Hola Diego!! Sí, era la época del barbijo, post pandemia. Muy aguda tu observación, me impactó mucho caminar por el centro porteño porque desde los 13 hasta los 18 años viví en un pueblo del Interior de la provincia de Buenos Aires, un pueblo de 40.000 habitantes. Cuando me mudé al conurbano de nuevo, volví poco y nada al centro de Buenos Aires.
EliminarFue hermoso el show, mi primera vez y Tarja estuvo magnífica. Mi hermana es un sol de persona, nunca conocí a alguien que tenga tanta luz, bondad y generosidad. Fue un gesto muy bonito el suyo, regalarme la entrada porque cumplo años en abril.
Tarja en directo es genial, lo da todo en el escenario, como vos decís, tiene talento, carisma, una gran presencia escénica y conecta mucho con el público. Lo mismo digo, me hubiera encantado verla con Nightwish, en la época dorada.
Saludos y gracias por tus palabras :)
¡Qué lindo y sorprendente es que puedas afirmar tales cosas sobre tu hermana!
EliminarLa verdad que sí. Casi siempre estuvo conmigo en las buenas y en las malas. Fue ella la que me alentó a estudiar en la universidad y el día que rendí mi último final y me gradué, se puso a llorar como una Magdalena de la emoción. Yo estaba seria, un poco aliviada y la tenía al lado mío llorando. Fue muy fuerte eso. Es más que una hermana, es una amiga. De las pocas personas incondicionales que tengo en la vida.
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