La canción de la semana: "Prisoner of Your Eyes" de Judas Priest....

La primera canción que conocí de Judas Priest... porque me la dedicaron

Recuerdo muy bien la primera vez que escuché una canción de Judas Priest, cuando era jovencita. Si bien yo ya escuchaba a Metallica, Megadeth, Pantera, entre otras bandas, hace poquito que incursionaba en la música heavy metal y había muchos grupos, que conocía de nombre, pero que todavía no se me había dado por oírlos. Entre ellos, los británicos Judas Priest, que junto a Black Sabbath y Iron Maiden, son las bandas del género más importantes e influyentes. Pero hoy no voy a dar clases de historia del heavy metal, para eso están los magníficos documentales del antropólogo canadiense Sam Dunn (disponibles, hasta hace poco, en Amazon Prime Video) "El viaje del metalero" (2005)  y "Metal Evolution" (2011).

Hoy voy a hablar de lo que significa ésta canción para mí. Siempre va a ser especial, porque, como la magdalena de Proust en Por el camino de Swann, me remonta a épocas felices, turbulentas, emocionantes, de mi vida. A los años más tiernos de la juventud en los que uno cree en los hombres, en el amor, en la pasión, la lealtad incondicional y en los finales felices.

"Prisoner of Your Eyes" es una power ballad, una canción de amor, hermosa, preciosa, que salió como bonus track en el disco clásico de los Priest, "Screaming For Vengeance” de 1986 (aunque fue grabada en las sesiones del polémico Turbo). A nivel instrumental, se destacan los solos de guitarra incendiarios de Glenn Tipton y K.K.Downing y la voz magnífica, virtuosa, emotiva y pasional de Rob Halford, el Metal God, uno de los vocalistas más extraordinarios de toda la historia del heavy metal. Halford me conmueve, me fascina cuando lo escucho cantar, interpreta sus canciones con el corazón -a fin de cuentas, es el letrista de casi toda la música de Priest- derrochando técnica y sentimiento a la vez.

En la letra de “Prisionero de tus ojos” -esa sería la traducción-, Mr. Halford le confiesa a la persona que ama, que el “amor es ciego” y que “vino y lo capturó, que ahora es un prisionero de sus ojos”. Le dice que se encerró dentro de su corazón y que tiró la llave afuera. Todo un romántico, Rob. Es que en su autobiografía "Confesión", el vocalista de los Priest comenta que siempre fue un gran lector y por eso, se preocupaba por la calidad de la lírica de las canciones de su banda. Halford tiene la sensibilidad y el talento de los grandes músicos. Es una leyenda viviente. Amante de la ópera y de Pavarotti, trabajó como técnico de iluminación en un teatro, en su juventud. Sus característicos agudos, ya son parte de la historia del heavy metal. Por eso es un vocalista, que me gusta tanto, porque demuestra una variedad de matices impresionante en su rango vocal. Lo que hace a lo largo de todo el Screaming For Vengeance y del British Steel, cómo interpreta, cómo varía los tonos, cómo modula, es increíble. Puede sonar melódico y agresivo a la vez, en apenas segundos de diferencia. Es dramático y muy teatral, es un cantante con enorme personalidad y carisma sobre el escenario. Lo que daría por ver en directo a Judas Priest, antes de que se retiren. 

Para los que dicen que los metaleros son unos tipos duros, con fama de machotes, satánicos, pendencieros, acá tienen la prueba, de que no todos son así. De que son capaces de escribir letras con sensibilidad, delicadeza y sentimientos, emociones, que pueden hablar del amor, y así como hoy traigo a Prisoner of Your Eyes, podría poner por ejemplo otras baladas metaleras como Nothing Else Matters de Metallica, Promises de Megadeth, In the Middle of the Heartbeat o A Tale That Wasn’t Right de Helloween, Still Loving You de los Scorpions, Mujer Amante de Rata Blanca, Everdream de Nightwish… También en el hard rock, hay baladas maravillosas, como “I Remember You” de Skid Row, “Alone Again” de Dokken, “I’ll be There For You” y “Bed of Roses” de Bon Jovi, entre muchas otras…

Las mujeres, hemos sido fuente de inspiración para muchos músicos de bandas de heavy metal o de sus respectivos subgéneros. Es muy tierno y contradictorio ver en los videoclips, a esos tipos melenudos de aspecto rudo cantando sobre el amor, sobre las féminas que conquistaron su corazón, a las que desean, aman y veneran. Lo que sucede es que, los metaleros, cuando abordan éste tema, el de los sentimientos, por lo general, lo hacen con autenticidad, no exclusivamente para lucrar. No hay demasiadas baladas metaleras en éste tipo de grupos musicales, a lo sumo, dos o tres por banda, pero cuando las hay, ellos lo dan todo, ponen lo mejor de sí mismos, en la composición o en la lírica. Es sabido que la letra de la famosísima Nothing Else Matters, James Hetfield se la escribió a la que entonces era su novia, y luego fue su esposa, la argentina Francesca Tomasi.

En el caso de “Prisoner of Your Eyes”, seguramente Rob Halford se la escribió a un hombre -ya que es homosexual- aunque en la época en la que se grabó y se lanzó a la venta ésta canción, esto no se sabía. Recién en 1997 el Metal God salió del clóset, en un programa en directo en la MTV. Por lo tanto, es una canción que puede dedicarse a personas de diversos sexos, porque no especifica si el destinatario del amor es femenino o masculino. A mí me la dedicó un hombre, un metalero, hace muchísimos años y fue uno de los gestos más bonitos, más tiernos, que recibí en la vida. Tal vez a él le costaba expresar lo que sentía por mí en ese momento- -"soy tímido", me decía al principio- y consideró que la letra de Halford, hablaba por él mismo. Podía aplicarse a la situación. Esta es la prueba de que no todos los heavies son unos insensibles. Que tienen sentimientos y pueden amar. 

Las pocas veces que escucho esa canción -esa bellísima balada de Judas Priest, casi escondida en el Screaming for Vengeance- en la actualidad, cuando navego por YouTube, siento muchas cosas por dentro. Emociones, sentimientos de diversa índole. Ternura, tristeza y dolor, todo junto, a la vez. Me sobreviene la melancolía de los recuerdos. Y aunque esa persona hoy no esté a mi lado -porque la vida es así, compleja y bien perra-, me acuerdo, de que alguna vez, él me amó, a su manera. Luego, he conocido más hombres, he "roto cuatro o cinco corazones" -como diría una amiga- pero tengo la convicción de que nunca, después de aquel heavy  impetuoso y apasionado, un varón me amó así. Hace muchos años, que un hombre no me dice, directamente, sin miedo, sin tapujos: "Te amo mucho y quiero besarte", como lo hizo él en su momento. Hoy me pregunto, si de verdad lo sentía así. No lo sé. Éramos jóvenes en aquella época. Yo, al menos, era muy joven. 

No tenía idea de lo que era la vida adulta, la vida real. A ésta altura del partido, no importa lo que el destino, la vida o nuestras acciones, nuestras decisiones -las suyas y las mías- provocaron más tarde. A veces, cuando uno se enamora, las cosas no salen como uno quiere o espera. El pasado, ya no puede cambiarse, hay que mirar para adelante. Sin embargo, ese hombre marcó mi vida (tal vez sin proponérselo) y sé muy adentro mío, que jamás voy a volver a amar a alguien así. 

Luego de él, conocí a otros, pero ninguno logró robarme el corazón, como aquel joven que me dedicaba canciones de los Priest y de AC/DC. Que amaba la música del colorado Mustaine como yo. Que me escuchaba y me conocía como nadie, mis lados luminosos y también, los más oscuros. Cuando yo venía de pasar una mala racha, él -el hecho de que me amara- me devolvió las ganas de vivir. Una vez me dijo que yo "era muy inteligente". Que los hombres que se fijaban en mí, por lo general, solamente, querían intimar -por decirlo de una manera elegante- conmigo, pero que él veía más allá de eso. "No tenés idea de cómo intimidás a la gente", me comentó una vez. Y créanme, que él no era un tipo de hombre fácil de intimidar (sí, las mujeres, nos acordamos de todo, por más años que hayan pasado). 

Me pregunto si hoy en día, al verme con más años -y no tan impulsiva y colérica como lo era antes- pensaría lo mismo respecto a mi persona. Sin embargo, yo no soy la misma que él alguna vez conoció: he perdido la inocencia, el candor, de la juventud. Me volví más desencantada, más desconfiada, más triste... En fin, es lo que implica crecer, lo que implica vivir, sufrir dolor, desengaño y ver que el mundo no es un lugar bonito e ideal, no es el que nos pintan cuando somos pequeños. 

Y ahora, que está terminando el año 2024, que estoy un poco agotada y estresada por el trabajo, que hace un calor infernal en Buenos Aires, caigo en la cuenta de que tengo 30 años y duermo sola, sin un hombre que me abrace por las noches (no sé lo que es eso, nunca lo viví) ,que me bese y me diga "Te amo", llego a la conclusión de que el precio que pagamos por cumplir algunos de nuestros sueños, es muy alto. Que en la vida, no se puede tenerlo todo. Que yo, por acceder al conocimiento y estudiar la carrera que amo, me perdí de vivir un montón de cosas, en el plano personal. 

Y que a pesar de considerarme una mujer fuerte, feminista, que trato de ser independiente, moderna, soy un ser humano y que echo de menos, extraño, que un hombre me dedique canciones bonitas, que me hable de amor, que me hable de cosas tiernas. Porque hay situaciones, hay momentos, que ni siquiera los libros y el papel pueden reemplazarlos. Sé que éste blog no es un diario íntimo ni mucho menos, pero estoy hablando de música, de lo que la música me provoca y cuando oigo Prisoner of Your Eyes, soy consciente de la soledad que siento y que a veces, padezco. 

Ya no recuerdo cómo es la textura de la piel de la mano de un hombre, cómo huele su cuello, ni hablar de todo lo demás. De cómo se siente que te besen, que te abracen, que te mimen un poco. Que te estrechen contra su pecho y te envuelvan en sus brazos fuertes, como si fueras de vuelta, aunque sea por un instante, una niña pequeña. Entonces recuerdo a aquella niña solitaria y de expresión seria que alguna vez, fui. Que solamente sonreía cuando tenía a un perro cerca. 

Cuando uno brinda en Año Nuevo, suele pedir deseos. Mi deseo para el 2025, es no volver a dormir sola los 365 días del año. Porque los años se pasan, la vida se pasa, y yo, cada vez me veo más mayor y como diría Tarja Turunen, "camino sola". Ahora soy más lúcida, debido a que tengo más experiencia que cuando era jovencita, pero también, a veces, siento un poquito más de amargura, de desencanto. Porque la edad, las vivencias, nos enseñan cosas pero también nos quitan otras, como la inocencia. En fin, les dejo la bellísima canción de Judas Priest, que para mí, es como la magdalena de Marcel...

 Prisoner of Your Eyes 

When I saw your face

I became a prisoner of your eyes

And I would do just anything

To stay and be with you.

You know there are times

When I let myself wonder

As I was going under

You Pulled me back to earth

Don't you hear me crying

Take me in your arms again

Tell me that you're trying

Or is our love a lie

Love is blind

And love deceives you

You came along and captured me

Now I'm a prisoner of your eyes

Trapped in time

I cannot leave you

I'm just a prisoner of your eyes

As each day goes by

I've given up completely

I've locked myself inside your heart

And thrown away the key

Only time will tell

If I can live without you

Can you live without you

Can you see into the future

Will you ever set me free

Don't you hear me crying

Take me into your arms again

Tell me that you're trying

Or is our love a lie

Love is blind

And love decieves you

You came along and captured me

Now I'm a prisoner of your eyes

Trapped in time

I cannot leave you

I'm just a prisoner of your eyes

In this heartache

We can try and start again

Stop the heartbreak

A little time will help to kill the pain.

"Prisionero de tus ojos"  (traducida al español) 

Cuando vi tu rostro

me convertí en prisionero de tus ojos.

Y haría cualquier cosa

para quedarme y estar contigo.

Sabes que hay veces

en las que me he preguntado [por qué]

Mientras me hundía,

tu me regresaste a la tierra.

¿No me oyes llorar?

Tómame en tus brazos de nuevo.

¿Qué estás intentando?

O es nuestro amor una mentira.

El amor es ciego

Y el amor te engaña

Viniste y me capturaste

Y ahora soy prisionero de tus ojos

Atrapado en el tiempo

No puedo dejarte

Solo soy un prisionero de tus ojos.

Cada día que pasa

Me he rendido completamente

Me encerré en tu corazón

y tiré la llave.

Solo el tiempo podrá decir

si podré vivir sin ti.

¿Se puede vivir sin ti?

¿Puedes ver en el futuro?

Nunca seré libre.

¿No me oyes llorar?

Tómame en tus brazos de nuevo.

¿Qué estás intentando?

O es nuestro amor una mentira.

El amor es ciego

Y el amor te engaña

Viniste y me capturaste

Y ahora soy prisionero de tus ojos

Atrapado en el tiempo

No puedo dejarte

Solo soy un prisionero de tus ojos.

En esta angustia

Podemos volver a intentarlo

Para esta amargura

Un poco de tiempo ayudará a calmar el dolor.

Músicos: 

Rob Halford – voz

K. K. Downing – guitarras

Glenn Tipton – guitarras

Ian Hill – bajo

Dave Holland – batería