La canción de la semana.... "Night Prowler" de AC/DC

 



Cuando era una adolescente de 15 años que estaba descubriendo el rock, había un disco que sonaba una y otra vez en mi equipo de música;  AC/DC: Live at Donington, 1991. Amaba a ésta banda australiana, con su hard rock clásico y rebelde, repleto de energía, poder y garra, sus canciones con un ritmo fantástico y pegadizo, tan buenas que te daban ganas de saltar y cantar junto con ellos (ése riff de guitarra de "Thunderstruck", ¡Qué hermosura, por Dios!).

Pero en ése disco, ya cantaba Brian Johnson, su segundo vocalista -el de la boina- . El original, el gamberro escocés Bon Scott, había fallecido por una intoxicación etílica en 1980, porque se había bebido hasta el agua de los floreros. Lo curioso, es que yo no conocía la discografía del grupo con su primer cantante, porque no tenía Internet en aquella época y no accedía con facilidad a discografías como ahora. 

Varios años después pude escuchar y conocer los primeros álbumes de AC/DC de la era Scott, siendo mi preferido "Highway To Hell". de 1979. Lo cierto es que la homónima que da título al disco siempre fue mi favorita del grupo. Bon Scott, a diferencia del simpático y bonachón Brian Johnson, era un tipo muy atractivo con un carisma escénico increíble, exudaba una sensualidad salvaje, la manera en la que entonaba y cantaba, repleta de descaro y lascivia, era el hedonismo del rock n' roll hecho carne. Por eso era un  grandísimo frontman, de ésos inmortales que dejaron su huella en la historia de la música.

¿Porqué hoy traigo la blusera, sensual y atrevida "Night Prowler"? En la letra de la canción, Bon Scott le dice a una señorita que quiere introducirse de noche en su dormitorio, imagínense para qué... Para jugar al truco seguro que no, me imagino 😂. La cuestión es que una vez, un caballero me dedicó ésta canción, y el recuerdo, que me provoca una sonrisa pícara, hizo que hoy decidiera compartirla. No sé qué ha sido de su vida, si es que todavía se acuerda de mí o ya no sabe si existo...o tal vez ni siquiera le importa. No lo sé. No tengo la menor idea. 

Sólo sé que era un hombre hermoso, de ésos magníficos ejemplares masculinos que te quitan el aliento cuando los mirás. Y no sólo era bello, sino que también era inteligente, observador, humilde, apasionado, dulce, tierno, vehemente, que tenía un excelente gusto musical -e imagino que debe tenerlo todavía-. Pues, ésta es para él, por el recuerdo de los tiempos en los que efectivamente, quería introducirse en mi dormitorio por las noches, como Bon Scott. Lo que hubiera dado por haber recibido aunque sea un beso suyo, como la Elena Arbués de la novela El italiano. Es que el protagonista masculino de ése libro, me recuerda muchísimo a él. 

Volviendo a los australianos, sino conocen la época del primer vocalista de AC/DC, denle una chance, no se van a decepcionar. Tremendo cantante, el señor Scott. Una pena que muriera tan joven. Los excesos del rock n' roll, imagino. Por lo menos, el grupo logró conseguir un buen sustituto, el carismático Brian Johnson, el hombre de la boina. 









La formación de AC/DC en ésta canción era...

Bon Scott - voz principal y coros 
Angus Young - guitarra principal
Malcolm Young - guitarra rítmica y coros 
Cliff Williams - bajo y coros
Phil Rudd - batería




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