Avril Lavigne - The Best Damn Thing
El disco más punk, rebelde y alegre de Avril Lavigne
La primera vez que reseño a mi ídola de la infancia y adolescencia.
Tracklist
1. «Girlfriend» -3:36
2. «I Can Do Better» - 3:17
3.«Runaway» -3:48
4.«The Best Damn Thing» - 3:10
5.«When You're Gone» - 4:00
6. «Everything Back But You» - 3:03
7. «Hot» -3:23
8. «Innocence»- 3:53
9. «I Don't Have to Try» - 3:17
10. «One of Those Girls» - 2:56
11.«Contagious» - 2:10
12. «Keep Holding On» - 3:59
Año: 2007
Punk, Pop punk.
Sello: RCA
"[The Best Damn Thing] es rápido, divertido, joven, malcriado, agresivo, íntimo, arrogante de una manera lúdica... todas las cosas buenas."
Avril Lavigne
Las niñas de mi generación -nacidas a mediados de los '90- no teníamos muchos modelos interesantes a seguir, en cuanto a jovencitas que se dedicaban a la música en aquella época. Estaban las fans de Britney Spears -como una de mis amigas de la secundaria, que la adoraba- y su contraparte, que eran las Avril Lavigne y las Pink, que había grabado el magnífico Missundaztood en el 2003.. Britney -a quien Lavigne odiaba- no era un modelo de mujer y artista que me interpelara, por más que sus canciones fueran bailables y pegadizas. Se limitaba a hacer playback, cantar lo que el productor Max Martin le decía, aparecer con poca ropa en los videoclips y nada más... En cambio, Avril Lavigne, con 17 años, escribía las letras de sus canciones, tocaba la guitarra eléctrica y acústica, sabía andar en skate, en patineta y salía en los videoclips vestida como una adolescente normal - remera, jeans, zapatillas Converse All Star- con todos sus amigos varones.
Rebelde, inconformista, auténtica, fanática del punk de los noventa, se hizo famosa en todo el mundo con su primer álbum, vendiendo 22 millones de copias a los 17 años. Imagínense que para una niña de 11 años ésta jovencita me resultaba mucho más atractiva que la artificial señorita Spears. Era mi ídola, por supuesto. La adoraba. Para mí, no era un producto prefabricado e hipersexualizado para vender discos, sino que yo la veía como alguien que tenía algo para decir. Su música era una mezcla de pop rock, punk, alternativo, donde abundaban las guitarras eléctricas distorsionadas.
La "Amy Lee" del pop punk se había vendido, con ese videoclip espantoso y patético de "Girlfriend" -con el que llegó al número 1 del Billboard, eso sí- , en el que cantaba alegremente que quería quitarle el novio a otra chica (a la que además, insultaba en la letra) y además, se burlaba de ella. Un videoclip que las feministas de hoy en día prenderían fuego por lo poco "sororo" que es. Más allá de eso, la letra y la canción son muy infantiles e inmaduras. De la introspección, honestidad y madurez de "Under my Skin" pasamos a esto. No hay mucha diferencia entre el "Baby One More Time" de Spears a "Girlfriend". Ambos son hits hechos para lucrar y vaya que lo hicieron en su momento.
Me costó muchos años valorar a "The Best Damn Thing" como lo que es, un disco comercial, entretenido para no tomárselo demasiado en serio, que quitando el ridículo single sirve para pasar un buen rato, porque contiene canciones entretenidas, divertidas y repletas de optimismo y energía. El último disco rockero que la canadiense grabó hasta la fecha. Después del acústico y tranquilo "Goodbye Lullaby" (2011) -el disco de su divorcio con su primer marido, Deryck Whibley- ,la carrera de Avril no volvió a ser la misma, nunca más volvió a tener el éxito y la relevancia de sus primeros años. Ya sea porque aparecieron otras cantantes más jóvenes con mayor éxito que ella -Lady Gaga, Rihanna, Ariana Grande, Katy Perry, Taylor Swift, etc- o porque la pifió con la dirección musical de sus siguientes trabajos.
Al homónimo "Avril Lavigne" (2013) la crítica lo destrozó - y es que ese "Hello Kitty" era un verdadero espanto- y luego, tuvo la enfermedad de Lyme que la dejó afuera de la industria musical por varios años y que casi le cuesta la vida. Regresó con "Head Above Water" (2019), que la crítica y los fans trataron con tibieza y que escuché en su momento. Me decepcioné porque me pareció bastante flojo e inmaduro en sus letras. Otro disco de divorcio (esta vez, de Chad Kroeger, su segundo marido, el cantante de Nickelback) pero muy inferior a nivel lírico y musical que "Goodbye Lullaby". Un intento fallido de sonar como Lana del Rey y Ariana Grande. Su momento ya había pasado. Todavía no escuché el último que lanzó, "Love Sux", pero no me hago demasiadas ilusiones.
"The Best Damn Thing" es un disco repleto de energía, alegría, desenfado, rebeldía punk y optimismo, que se trasluce en canciones guitarreras, estridentes y potentes como "I Can Do Better", "Everything Back But You" con su melodía maravillosa (y la letra en la que le reprocha de manera lúdica y divertida a un novio infiel que huele como a su ex novia) y la velocísima "I Don´t Have To Try", que podría haberla firmado Billie Joe Armstrong en los noventa. Nunca más ésta mujer volvería a componer canciones con tanta garra y poderío. Más tarde intentaría convertirse en una popstar, con pésimos resultados. Por su parte, el sencillo "The Best Damn Thing" - a pesar de su simpático videoclip- es pegadizo y accesible, aunque la música no sea la gran cosa, la letra sí que es divertidísima:
Odio cuando un chico no abre la puerta/ Incluso cuando le dije ayer y el día anterior
Odio cuando un chico no paga la cuenta/ Y tengo que poner mi dinero y eso se ve mal (...)
Odio cuando un chico no entiende/ Que en cierto momento del mes no quiero llevar su mano
Odio cuando se van y nosotras nos quedamos/ Y ellos vuelven a casa oliendo como sus ex-novias
Y si si si soy mucho para manejar/ No conoces de problemas, soy un infierno de escándalos
Yo, soy una escena, soy una reina del drama/ Soy la mejor maldita cosa que tus ojos han podido ver
Dicen las malas lenguas -o la prensa amarilla, mejor dicho- que el hecho de que ella tenga que pagar siempre la cuenta fue el motivo por el cual le pidió el divorcio a su primer marido, el músico Deryck Whibley, con el que se casó a los 23 y se divorció apenas dos años después.
Volviendo al disco, el medio tiempo "Runaway" es perfecto, la letra, las armonías vocales, la producción... una de mis favoritas. La balada "When You're Gone" es de las mejores de su carrera, preciosa, con ese videoclip tan emotivo en el que una mujer despide a su novio que se va a combatir a la Guerra de Irak o Afganistán. Ya "Innocence" nunca me dijo demasiado, por más que le gustaba mucho a una de mis amigas de la adolescencia. Es una balada bonita, pero inferior a la anterior.
Hasta la cara B del álbum vale la pena: el medio tiempo "One of Those Girls" , aunque no sea brillante está muy bien y la pop punk "Contagious" tiene mucho gancho y hace que el disco no decaiga. La que cierra es la épica y tierna balada "Keep Holding On", que Lavigne escribió para la película Eragon (la adaptación del libro de Christopher Paolini). Una de las mejores de su repertorio y es una pena que no sea una canción tan conocida.
De la versión extendida, también me gusta "I Will Be", otro tema lento que le escribió al marido, Deryck Whibley. The Best Damn Thing es el LP de la alegría, del matrimonio, de la luna de miel. Después del divorcio, le dedicaría todo el disco "Goodbye Lullaby" a su ex, el último trabajo de la canadiense que en mi opinión, vale la pena. Fue un fracaso comercial -tuvo que pelearse con la disquera para que el disco fuera casi todo acústico- pero tiene muchísima calidad.
Avril Lavigne, a pesar de ser una estrella de la música y una mujer muy exitosa a nivel profesional, no ha tenido suerte en el amor. Se casó dos veces con músicos canadienses: Deryck Whibley (que le ayudó a producir éste disco) , de la banda Sum 41 y luego con Chad Kroeguer, de Nickelback. Con ninguno estuvo más de dos años casada y tampoco tuvo hijos de ninguna de sus parejas. Es más, con Kroeguer terminaron en malos términos, en sus canciones ella dio a entender que él la maltrataba verbalmente, la celaba y la llamaba "rubia tonta". De tonta, Lavigne no tiene nada. Es una mujer muy inteligente que supo hacerse paso en una industria muy cruel desde muy joven y tuvo un éxito tremendo a comienzos de los 2000. Siempre tuvo el control artístico de su carrera, le saliera bien o mal. Tiene un carácter fuerte y no se deja avasallar por nadie.
Lo único que me apena es su actitud con los fans, se convirtió un poco en una diva multimillonaria que sale de juerga con Paris Hilton y les exige a sus admiradores que no la toquen y se ubiquen a dos metros de ella para sacarse una fotografía en los meet and greets. (A lo que la gente se indignó cuando este hecho se viralizó).
Meet and Greet es encontrarte con tus fans, darles un abrazo, firmarles un autógrafo, darles la mano aunque sea, no mirarlos como si les tuvieras alergia. "Don't touch me" (ya veo de quien lo aprendió Simone Simons 😂) ¿Quién piensa que compra sus discos y las entradas a sus conciertos? ¿Gracias a quien paga las cuentas que le permitieron comprarse una mansión en Los Ángeles? ¡Hay que ser más agradecida en la vida, Avril! Ésta imagen dio la vuelta al mundo y generó indignación. Si vas a estar con ésa mala onda, mejor no hagas ningún meet, querida...
Con Britney en su show de Las Vegas. Después de años de hablar mal en la prensa sobre la señora Spears, Avril fue a verla a un concierto y encima, se sacó una foto con ella. En el fondo, también querías ser una popstar, aunque lo disimulabas....😂 La imagen es del Instagram de Britney Spears. ¡No, no es una foto trucada!
Los años y la experiencia hacen que los ídolos de la infancia se nos caigan a pedazos. Hace años que no sigo la carrera de Avril Lavigne y apenas escucho sus últimos lanzamientos. Ella fue mi primera referente a nivel musical y luego vinieron mujeres que pisaron más fuerte (Amy Lee, Tarja Turunen, Taylor Swift, Tori Amos). Pero cuando era una niña que recién estaba descubriendo el mundo de la música, ésta chica era mi ídola. La "anti-Britney" que en el video de "Skater Boy" se vestía como una adolescente normal, patinaba, tenía un grupo de amigos varones y divertidos y tocaba la guitarra eléctrica. Aunque la pose de rockera dura le duró poco -era una hábil estratagema para vender discos- por supuesto. Pero en ese momento, yo no lo sabía.
Puntuación: 8/10
Músicos:
Avril Lavigne –voz, guitarra, coros
Lukasz Gottwald – producción, piano, bajo, teclados y batería en tracks 1, 2, 3, 7, 9 and 12
Steven Wolf – batería en tracks 1, 7 and 12
Travis Barker – batería en tracks 2, 3, 9 y el bonus track "Alone"
Butch Walker – producción, guitarras acústicas y eléctricas, bajo, coros y percusión en tracks 4,5 y 6.
Deryck Whibley – producción y bajo en tracks 4, 10 and 11
David Campbell — arreglos de cuerdas en track 8
Larry Corbett – cello en track 12
Cyan Wilson – viola en track 12
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