Deep Sun - Dreamland (Behind the Shades)

 

Metal sinfónico desde el país de los chocolates y los relojes caros






Tracklist 

1. Prologue - 01:35  
2. Behind the Shades - 07:14  
3. Dreammaster - 04:09  
4. Living the Dream - 03:44  
5. Killer in a Dream - 04:19  
6. In Silence - 04:26  
7. Secret Garden - 04:54  
8. Mitternachtstanz - 03:20  
9. Hands in Anger - 05:12  
10. Rogue (Dreaming Leprechaun Pt. II) - 04:01  
11. Euphoria - 04:28


Sello: Massacre Records
Año: 2022
Metal sinfónico






Oriundos de Suiza -curiosamente, la tierra de parte de mis antepasados-, Deep Sun están liderados por la vocalista Debora Lavagnolo -madre suiza, padre italiano- que fue campeona de atletismo en su país natal y al retirarse, decidió estudiar canto lírico y formar una banda de metal sinfónico. "Dreamland (Behind the Shades)" es su tercer álbum, con el que lograron un éxito considerable en Europa y que les permitió salir de gira como teloneros de Edenbridge. Del país de los chocolates y los relojes caros, solo conocía a la banda Lunatica, que eran bastante flojos, pero Deep Sun es muy superior. 

Éste trabajo de los suizos me pareció un auténtico discazo, digno heredero de los Nightwish más clásicos, pero también con un sonido más moderno, actual. La portada, elaborada por el reconocido fotógrafo y artista gráfico Stefan Heilemann (que trabajó para Epica, Leaves' Eyes, Diabulus in Musica, Xandria, entre otros) es una belleza, representa a la perfección el sonido que vamos a encontrar en éste LP y se ajusta a lo que uno busca en una banda de metal sinfónico: épica, grandilocuencia, voces líricas y sonido metálico, pesado y guitarrero.

Algunos heavies veteranos y curtidos más afines del metal extremo le llaman "disney metal" con desprecio y desdén al sinfónico, porque es el subgénero más sofisticado, melódico, elegante y recargado del metal. O tal vez es por las letras de las canciones, que a veces incurren en el terreno de la fantasía épica. Aunque uno de mis lectores, otro veterano mucho más inteligente y menos prejuicioso, me dijo que el metal extremo -el black, el death- también está repleto de fantasía, pero demoníaca. El problema que algunos tienen con el metal sinfónico es que cantan mujeres, encima vestidas con corsets góticos y vestidos "de princesa", no tipos rudos vestidos con camperas de cuero, tachas o con la cara pintarrajeada de blanco como en el Black Metal. Yo no sería tan ilusa de menospreciar la potencia y la fuerza que puede tener una voz operística... Por eso, se creen que el metal sinfónico es música "blandita", de "mujeres" (¿Acaso han escuchado a Epica, Haggard o After Forever alguna vez?) cuando yo he conocido algunos metaleros hombres a los que les gusta mucho. Los he visto en conciertos, inclusive. De todas las edades, desde veinteañeros hasta de cincuenta y largos.

Dejando de lado los prejuicios de algunos (con los que he tenido que batallar desde que empecé a reseñar éste estilo) y volviendo a éste "Dreamland", comienza con el instrumental "Prologue" , una melodía angelical al piano, con coros y violines, parece la intro de una película. Da lugar a "Behind the Shades", power sinfónico de teclados saltarines, riffs acelerados de guitarra y una producción impecable. La vocalista es perfecta: tiene la versatilidad de Floor Jansen pero cuenta con el dramatismo y la expresividad de Dianne Van Giersbergen. Una voz hermosa, bien entrenada, con un estilo propio, algo que en éste género es muy importante. En un subgénero donde me he encontrado con tantas imitadoras de Tarja Turunen, se agradece encontrar a una cantante así, tan talentosa que te convence a la primera escucha.

Por su parte, los singles "Dreammaster" y "Living the Dream" son excelentes, power sinfónico europeo de primer nivel, un aplauso para el tecladista que es de los más inspirados que he escuchado. Singles gancheros, sencillos y efectivos. Ya quisieran los grupos más veteranos haber grabado un disco como éste. Deep Sun están inspirados por los clásicos -esos riffs de guitarra podría haberlos firmado el pequeño Emppu Vuorinen- pero lograron un estilo propio. La pronunciación del inglés de Debora es perfecta, nada fácil para alguien cuya lengua madre es el alemán.

El teclista, Tom Hiebaum, escribió "Killing in a Dream" como un homenaje a Ian Fleming, a "Casino Royale" en particular, porque es un gran fan de la saga. El videoclip está buenísimo y obviamente está filmando en un casino, con hombres trajeados y la vocalista con un vestido similar a los que usó Eva Green en la película del 2005. La canción me remontó a "The World is Not Enough" de Garbage y "Tomorrow Never Dies" de Sheryl Crow, pero en versión metalera, tiene todo el glamour, la sofisticación y el peligro de los temas de Bond.

La prueba de fuego de una cantante de metal sinfónico son las baladas y Debora Lavagnolo la supera con creces: "In Silence" es lenta, delicada e intimista, su interpretación es similar a la de la francesa Clémentine Delauney, desprende una suavidad y dulzura que conmueven. Llegando al final, aparece "Mitternachtstanz", folkie, saltarina y dicharachera, cantada en alemán, no le viene mal al disco, para aportar un poco de exotismo, me recuerda al "Moondance" de Nightwish. No dura más de tres minutos, pero funciona de maravillas. Por otro lado, "Hand in Anger" es un tema a lo Epica, hasta con un vocalista growler invitado: dramático, veloz y contundente. "Dreamland" cierra con "Rogue" (Dreaming Leprechaun Parte II) power sinfónico alegre, épico y rimbombante, digno de heredero de Helloween y Nightwish y "Euphoria", en cuyo instrumental se lucen el baterista, el guitarrista y el tecladista, músicos competentes y talentosos. Deep Sun son un grupo con una evidente base metalera, no son "blanditos". "Meten caña a raudales", dirían mis colegas españoles con su pintoresco y entrañable vocabulario. 

Siento intriga por los primeros discos de éstos suizos, me pregunto cómo serán sus comienzos, cuál fue el camino que tuvieron que transitar para grabar semejante álbum. "Dreamland" me parece un disco espectacular, con una cantante con un registro fantástico, que tiene buena técnica y talento natural. Pero no solo es eso: los músicos también están a la altura, compusieron la parte instrumental de manera concisa, creativa y efectiva. Aprendieron de los maestros -la influencia de Nightwish y toda la escena del power europeo es innegable- pero lograron crear algo propio, de calidad y con profesionalismo. Grabaron un disco sin un solo tema de desperdicio y yo, que soy una oyente hiper quisquillosa, me quedé encantada con ésta banda. Además, el disco tiene una producción y un sonido excelentes, lo que hace más placentera su escucha.

Éste álbum es de lo mejor que vengo escuchando en los últimos años. Mientras esperamos el nuevo disco de Nightwish- que saldrá a fin de año- "Behind the Shades" es una buena alternativa para apaciguar la ansiedad y disfrutar de un grupo relativamente nuevo pero prometedor y de muchísimo talento... Ya hubiera querido Mr. Holopainen componer un LP así.


Puntuación: 9/10.

 








Músicos 

Angelo Salerno - Bajo
Tobias Brutschi -  Batería
Tom Hiebaum - Teclados
Debora Lavagnolo - Voz
Stephan Riner - Guitarras

Frank Pitters - productor, mezcla y masterización
Stefan Heilemann - arte de portada, fotografía
 

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