Nightwish - Once

 

Once, la cima compositiva de Tuomas Holopainen





Tracklist 

1. "Dark Chest of Wonders" - 4:28

2. "Wish I Had an Angel" - 4:03

3. "Nemo" - 4:36

4. "Planet Hell"  - 4:39

5. "Creek Mary's Blood" - 8:29

6. "The Siren" - 4:45

7. "Dead Gardens" - 4:26

8. "Romanticide" - 4:57

9. "Ghost Love Score" - 10:00

10. "Kuolema Tekee Taiteilijan" ("La Muerte Nace del Artista") - 3:34

11. "Higher Than Hope" - 5:38 


Año: 2004

Metal Sinfónico

Sello: Nuclear Blast 



Cuando en el 2012 descubrí a la que es, hasta el día de hoy, mi banda favorita, el disco que más escuchaba era Once (el último que Nightwish grabó con su vocalista original, la soprano lírica Tarja Turunen). Este álbum, el quinto de su discografía, es el que más vendió, más de 2 millones de copias, fue un éxito rotundo que los llevó a la cima del metal sinfónico europeo y mundial. En esa época, en el 2004, estaban en la cima de la cúspide de su carrera. Lástima que un año más tarde, al señor Tuomas Holopainen se le pelarían los cables y echaría a la cantante, en medio de acusaciones de divismo (que en realidad fue un profundo despecho porque la sirena del grupo se casó con un empresario argentino y el teclista, perdidamente enamorado de ella, jamás lo superó), tras las grabación del magnífico DVD End of and Era, en el Hartwall Arena de Helsinki.

Luego de la polémica expulsión de Tarja, Nightwish continuaría grabando discos con la sueca Anette Olzon, el irregular pero correcto Dark Passion Play (2007) y el Imaginaerum del 2011 (una obra maestra) hasta que a Tuomas -compositor principal y líder de la banda- se le ocurrió expulsarla, porque ya no le convencía como cantaba en directo y encima, estaba embarazada y no pudo dar un concierto porque se enfermó y debió ser ingresada de urgencia en un hospital. Así de caritativo, empático y generoso es el alma mater de Nightwish. 



De izquierda a derecha, la formación de Nightwish en ésa época: el teclista Tuomas Holopainen, la vocalista Tarja Turunen, el guitarrista Emppu Vuorinen, el bajista y cantante Marco Hietala y el baterista Jukka Nevalainen. En la actualidad, solo forman parte de la banda el teclista y el guitarrista. 


Pero lo que más me interesa ahora es escribir un poco sobre lo que fue Once para la carrera de Nightwish. En éste disco, los fineses abandonan el power metal de sus inicios y contratan a la Orquesta Filarmónica de Londres, a un coro profesional, para grabar su álbum más ambicioso y grandilocuente. Pero lo más irónico es que también es un trabajo con composiciones más simples y comerciales, escritas para conquistar el mercado norteamericano, por lo que muchos lo comparan con el Black Album de Metallica. Me refiero, a los singles "Nemo" (su canción más conocida), un medio tiempo agradable y coreable a más no poder y "Wish I Had An Angel", un dueto magnífico entre Tarja y Marco Hietala, el bajista con aspecto de vikingo del grupo. Están lejos de ser malas canciones, por supuesto, son buenas, pero es sorprendente cómo Tuomas Holopainen se esmeró en componer temas más directos, comerciales y radioamigables. Estaba buscando más oyentes para Nightwish y vaya que lo logró. 



Tarja en su último concierto con Nightwish, el 21 de octubre de 2005 en el Estadio Hartwall Arena de Helsinki, Finlandia, en el fin de la gira del disco Once. 


Lo que hace realmente memorable a Once es el resto de su tracklist: desde la monumental "Dark Chest of Wonders", con esos riffs de guitarra afiladísimos de Emppu Vuorinen, combinados con la opulencia de la orquesta, parece un tema sacado de una película, hasta la dramática y oscura "Planet Hell", otra de las más operísticas y brillantes, donde Tarja y Marco se reparten estrofas de manera sincronizada y perfecta (tuve la suerte de verla interpretar esta canción en directo, ya como solista y me se puso la piel de gallina). 

Nightwish fue una de las bandas pioneras en combinar la agresividad y la fuerza del heavy metal con la delicadeza, elegancia y sutileza de la música clásica. Su música no es una cosa ni la otra, sino un híbrido, que proviene del amor de Tuomas Holopainen por las bandas sonoras de películas (como Hans Zimmer) y por la formación clásica de su entonces vocalista, la señora Turunen, a la que el teclista le sacaba el máximo potencial (lo que no hace ahora con Floor Jansen y es una pena). Tal vez no inventaron el metal sinfónico (lo hicieron los suecos Therion), pero junto a los holandeses Within Temptation, fueron los que lo llevaron a la cima de su popularidad y éxito. 

Sólo hay dos canciones que considero menores en este álbum: "Dead Gardens", que habla de la falta de inspiración creativa, correcta pero poco más y la balada acústica "Higher Than Hope", que si bien no es mala, me sabe a poco comparado con las maravillas que escuchamos antes. El resto, es magia pura. Es Tuomas Holopainen inspirado al máximo nivel: "Creek Mary's Blood", una balada épica sobre los nativos americanos y el camino de las lágrimas del pueblo cherokee, con un invitado de lujo: el flautista y vocalista John Two Hawks, quien grabó voces y participó en la filmación del DVD, "The Siren", exótica, elegante, con ese solo de violín eléctrico que es magnético y ese canto de sirena de Tarja que te hace no creer lo que estás escuchando...  La melodía de esta canción debe ser lo mejor que compuso Tuomas en toda su carrera. 



Marco y Tarja cantando "The Phantom of the Opera" 


Aunque más tarde aparece "Romanticide", metalera, agresiva y poderosa como pocas, con un dueto infernal entre la cantante y el vikingo Marco, un tema repleto de angustia, tristeza y drama, en el que el letrista habla sobre un amor que no tiene futuro... A los puristas y sectarios que critican y desprecian al metal sinfónico considerándolo "blando" o "música para mujeres", les recomiendo que escuchen "Romanticide" y se atrevan a decirme que esto "no es metal". 


"Ghost Love Score"  merece un párrafo aparte. El metal sinfónico en carne pura: diez minutos de coros, orquesta y la letra más dolorosa y desoladora de Tuomas Holopainen, dedicada a un amor de largo tiempo que ha perdido (todos los fans de Nightwish sabemos que es una declaración de amor a Tarja, no hay que ser muy inteligente para darse cuenta) , es desgarradora la línea en la que dice "Mi caída será por ti/Mi amor estará en ti/ Si eres la persona que me cortará/Sangraré eternamente...". De más está decir que la interpretación de la vocalista es increíble, pasa de la dulzura y la suavidad de las primeras estrofas a imprimirle todo el drama y el dolor al final, en los momentos más dramáticos. Esta canción es una obra de arte, no creo que me alcancen nunca las palabras para describirla. 

Sin embargo, no es la única balada que vale la pena en Once, sino que, después se encuentra "Kuolema Tekee Taiteilijan" (La muerte nace del artista), cantada en totalmente en finlandés, en medio de chellos y violines, es una de las composiciones más bellas, intimistas y conmovedoras de Nightwish. Es que no había nada como la música de Tuomas y la voz de Tarja, magia pura era lo que estos dos lograban. Siempre digo que la finlandesa es la mejor vocalista que ha tenido el grupo, no solo por su extraordinario talento y profesionalismo, sino porque lograba ser la musa inspiradora de su compañero, que escribía auténticas maravillas en aquella época.


Tuomas, en el apogeo de su creatividad, lo que le duraría hasta el disco Imaginaerum. 

Luego del Once, la gira del disco y la expulsión de ella, Nightwish no volvió a ser lo mismo. Grabaron buenos discos, sí, pero nunca más volvieron a ser tan poderosos, talentosos, magistrales, como en su época dorada (1997-2004). En el día de hoy, la propia Tarja como solista lanza discos mejores que los de su ex banda (basta comparar el excelente In the Raw de  la finesa con el desastre de Human Nature de Nightwish), lo cual es algo sorprendente e inesperado, porque en ese entonces, Holopainen era considerado el "dios del metal sinfónico". Pero hasta los dioses necesitan musas de las cuales obtener inspiración. 

Once no me parece el mejor disco de Nightwish (como sí Oceanborn) pero sí el que está en el puesto número 2. Por lo que significó  para la carrera de la banda, por la inclusión de la orquesta sinfónica y por la calidad enorme de sus canciones. Tarja, sin saberlo, no podría haberse despedido de la banda con un disco mejor.


Puntuación 9/10. 



















Músicos:


Nightwish

Tarja Turunen – voz

Tuomas Holopainen – teclados

Emppu Vuorinen – guitarras

Marko Hietala – bajo, voz masculina en tracks 2, 4, 6, 8, y 11

Jukka Nevalainen – batería y percusión 


Músicos adicionales 


Marc Brueland – narración en "Higher Than Hope"

Jouni Hynynen –grows en "Dead Gardens"

Sami Yli-Sirniö – sitar rn "The Siren"

John Two-Hawks – voz y  flauta nativo americana en  "Creek Mary's Blood"

Olli Halonen – guitarras

Martin Loveday – cello en "The Siren"

Sonia Slaney – violín en "The Siren"

London Philharmonic Orchestra – partes orquestales

Jenny O'Grady – maestra de coro

Metro Voices – Coro

James Shearman – Orquesta y conductor del coro 

Gavyn Wright – líder de la orquesta 


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