Therion - Sirius B



Tracklist 

 1. The Blood of Kingu - 05:45

2. Son of the Sun - 05:35

3. The Khlysti Evangelist - 05:39

4. Dark Venus Persephone - 04:02

5. Kali Yuga, Part 1 - 03:28

6. Kali Yuga, Part 2 - 05:48

7. The Wondrous World of Punt - 07:19

8. Melek Taus - 05:32

9. Call of Dagon - 04:14

10. Sirius B - 03:44

11. Voyage of Gurdjieff (The Fourth Way) - 05:57


Año: 2004

Metal Sinfónico

Sello: Nuclear Blast 


Hace muchos años me enteré, buscando el significado del nombre de un personaje literario muy querido, Sirius Black, el origen de dicho término. “Sirius” es el nombre latino de “Sirio”, la estrella más brillante del cielo nocturno que es muy conocida desde la antigüedad y estaba presente en las civilizaciones egipcias, mayas, polinesias y griegas. Pero lo más curioso del asunto es que la simpática estrellita está compuesta por dos partes: “Sirius A”, conocida como “El Perro”, por ser parte de la constelación Canis Maior y está “Sirius B”, denominada “El Cachorro”, por su tamaño pequeño en comparación de su compañera, que recién fue descubierta en 1862, por un curioso astrónomo estadounidense.

El señor Christopher Johnsson es un hombre muy ingenioso, no es casualidad que llamara “Sirius B”, al hermano pequeño del “Lemuria”, más considerando el amor que el sueco siente por la historia antigua, la brillante estrellita Sirius A marcaba la época de las inundaciones del río Nilo, lo cual seguro fue una referencia irresistible para el papá del metal sinfónico. Porque no creo que sea un amante de la astronomía, sino que le apasionan las civilizaciones antiguas, los dioses politeístas y las culturas ajenas a la suya. Un hombre muy culto, creativo y prolífico, Mr. Johnsson. Sin embargo, la tenía difícil porque había dejado el listón muy alto con “Lemuria”, algunos dicen que segundas partes nunca fueron buenas, pero nuestra simpática y misteriosa estrella, el cachorro “Sirius B”, es una excepción.

Un disco más sinfónico que el anterior, sin guturales y con mayor presencia de coros, cantantes liricos y orquestaciones. Pero lo que más me fascina de Therion son las letras de las canciones, exóticas y originales, todo un detalle importante a tener en cuenta, creo que ningún grupo supo igualar la genialidad del señor Johnsson, solo me atrevería a compararlo con dos letristas únicos en el symphonic metal: Mark Jansen y Liv Kristine Espenæs.

El pequeño Sirius B comienza con “Blood of Kingu”, la sangre del demonio hijo de la diosa serpiente babilónica del caos Tiamat. Una canción alegre con aire power metaleros, guitarrera, con buen gancho y mayor presencia de orquesta y coros que en “Lemuria”.

Por otro lado, los egipcios vuelven a aparecer por aquí, en "Son of a Sun" Mr. Johnsson le hace una crítica a la arrogancia del temible faraón Akenatón (¿Qué se creía Tutankamón, que solo había canciones para él?), quien retó a sus dioses creando una divinidad llamada Atón. Uno de los mejores temas del disco, accesible y con pinta de single, donde se luce la magnífica soprano. Un nivel altísimo el del pequeño cachorro Sirius, para mi este track es el mejor del LP, junto a “Dark Venus Persephone”, cautivante y misteriosa como corresponde al tema que trata: el mito de la joven Perséfone, hija de Ceres, raptada por el malvado Hades, dios del Inframundo, para que sea su esposa. Bonita costumbre la de los caprichosos dioses griegos.

El inquieto compositor sueco no pudo con su genio y también incluyó referencias a Rusia, al polémico y disoluto monje Grigori Rasputín (quien vivió con los últimos zares rusos), en “The Khlysti Evangelist”, llamada así porque él perteneció a la secta khlysti, un movimiento bastante turbio por lo que vi en la gran serie de Netflix “Los últimos zares”, que recomiendo sin dudar. En esta canción se luce el tenor, el comienzo es uno de los puntos más brillantes del álbum, luego se transforma en un track más rockero con un vocalista que canta al natural, lo que le quita encanto, pero bueno.

Como en “Lemuria”, encontramos tema con dos partes: “Kali Yuga, Part 1 y 2” que relata la danza final de la diosa hindú Kali en la que toda la Humanidad perecerá. La primera parte, a nivel instrumental, es una pieza más rockera y experimental, exótica y diferente. La segunda parte, es la más pesada, guitarrera, donde ponen toda la carne al asador, los coros y la soprano se roban el protagonismo, sinfonía en estado puro. Enorme trabajo de Therion, vale la pena oír este álbum solo por esta canción, porque además de mantener su sonido clásico, es accesible y entretenido, no es un disco pesado, más bien llevadero.

“The Wondrous World of Punt” trata sobre un mítico país egipcio, una leyenda. (Me pregunto cuántos libros de historia habrá leído Christofer para componer esto) La canción acústica del pequeño Sirio, a base de la guitarra criolla, su órgano tétrico cual época medieval y esos coros hermosos y lúgubres. Desolador, triste y sombrío, pero bello, donde el barítono y la soprano se lucen. Los suecos son la única banda que conozco que tienen vocalistas masculinos con formación clásica y eso es un plus especial, algo que los diferencia de todos sus descendientes.

El inquieto Mr. Johnsson no pudo con su genio y también quiso agregar algo de la cultura islámica, “Melek Taus” hace referencia al antiguo demiurgo, el "Ángel Pavo real” creador del universo según la creencia de los yazidíes, una minoría religiosa que se originó en el territorio que hoy pertenece a Irak. Una canción sinfónica, dramática, donde se combinan a la perfección los instrumentos propios del metal junto a los coros y las voces operísticas, similar es la siguiente: “Call of Dagon”, un track de melodías hermosas donde resalta el canto suave de la soprano.

La letra trata sobre Dagón, un dios pez filisteo que fue retomado por el maestro del terror Howard Phillips Lovecraft, uno de mis autores preferidos de ese género, aunque es bastante denso y difícil de leer, sobre todo por sus abundantes descripciones, aunque su vocabulario era magnífico. Dagón aparece en el cuento homónimo, dentro de los Mitos de Cthulhu y en la novela corta “La sombra sobre Innsmouth”.

Después viene el homenaje a la pequeña estrellita “Sirius B”, un instrumental precioso de claro estilo gótico, siniestro y con unos violines bellísimos, tristón y un poco lúgubre pero hermoso, de los tracks más destacado de este disco repleto de canciones espectaculares de un nivel altísimo en calidad y composición. El cierre triunfal para el cachorro Sirio es “The Voyage of Gurdjieff”, que relata las aventuras de George Gurdjieff, místico ruso. Lo mejor de esta canción es el canto del tenor, en plan Pavarotti, dejándose los pulmones en su interpretación, una pieza exquisita y hermosa, alegre y con aires power metaleras. Un final triunfal para un gran disco.

La simpática estrellita Sirius es un álbum un poco más inaccesible que su hermano “Lemuria”, de mayor calibre sinfónico y orquestal, con interpretaciones soberbias de parte de los cantantes líricos y los coristas. No es una placa alegre, repleta de jolgorio, al contrario, la música es de ambiente triste, oscura, sombría, el protagonismo la tiene la parte instrumental y no las voces, un sello particular y original de Therion.

Lo positivo es que las canciones duran poco más de cinco minutos y no es denso para escuchar, además de contar con unos arreglos geniales y una producción muy cuidada. Si bien no estaba segura de darle el máximo puntaje, a pesar de que todas las canciones son de una enorme calidad y este trabajo es considerado la última cúspide de la carrera de los suecos, Johnsson me ha convencido con el trabajo enorme que realizó en el apartado lírico de los temas. Le doy la máxima puntuación a este disco ganada a base de esfuerzo, genialidad, creatividad y valentía. El pequeño “Sirius B” ha superado a su hermano mayor, una delicia para los oídos de todo aquel que se considera amante del metal sinfónico y también para el que no lo es. Eso significa que no hay que subestimar nunca a nadie por su tamaño y que segundas partes, a veces son buenas.


Puntuación: 10/10. 




Músicos 

Christofer Johnsson – Guitarra rítmica, mandolina (track 7), composición (tracks 1, 3-11)

Kristian Niemann - Guitarras, Mandolina (track 7), composición (tracks 2, 6, 8, 11)

Johan Niemann - Bajo, mandolina (track 7), composición (track 3)


Músicos invitados

Richard Evensand - Batería, Gong en ("Kali Yuga part 2").

Steen Rasmussen - Órgano Hammond.

Lars Sømod Jensen - Órgano.

Mats Levén - Voz en ("The Blood of Kingu", "The Khlysti Evangelist" y "Kali Yuga parte 2").

Piotr Wawrzeniuk - Voz en ("Dark Venus Persephone", "Kali Yuga parte 1" y "Melek Taus").

Anna-Maria Krawe - Solo de Soprano en ("Sun of the Sun","Kali Yuga parte 2","The Wondrous World of Punt","Melek Taus","Call of Dagon").

Jana Bínová-Koucká - Solo de Soprano en ("The Khlysti Evangelist" y "Kali Yuga parte 1").

Ulrika Skarby - Contralto Solista en ("Sun of the Sun","Dark Venus Persephone" y "Melek Taus").

Tomás Cerný - Solo de Tenor en ("The Khlysti Evangelist","Kali Yuga parte 1","The Wondrous World of Punt" y "Voyage of Gurdjieff").

Michael Schmidberger - Solo de Barítono-Bajo en ("Dark Venus Persephone").

Jaromir Belor - Barítono-Bajo en ("Wondrous Wold of Punt").

Orquesta - Orquesta Filarmónica de la ciudad de Praga (Conducida por Adam Klemens y Mario Klemens)

Coro - Kūhn Mixed Choir (Conducido por Mario Klemens).


Comentarios

Entradas populares de este blog

Listado de Reseñas

Los 10 mejores discos del metal sinfónico

El italiano - Arturo Pérez-Reverte