Madonna - Ray of Light




Tracklist 

 1. «Drowned World/Substitute for Love» - 5:09

2. «Swim» -  5:00

3. «Ray of Light» - 5:21

4. «Candy Perfume Girl» - 4:34

5. «Skin» -  6:22

6. «Nothing Really Matters» - 4:27

7. «Sky Fits Heaven» - 4:48

8. «Shanti/Ashtangi» - 4:29

9. «Frozen» - 6:12

10. «The Power of Good-Bye» - 4:10

11. «To Have and Not to Hold» - 5:23

12. «Little Star» - 5:18

13. «Mer Girl» - 5:32


“Ray of Light” es la prueba de que Madonna es capaz de hacer algo que más que lucirse en la pista de baile. Éste es su disco más aclamado por la crítica, con el que ganó montones de premios y nominaciones a los Grammy, un trabajo de madurez de un pop exquisito, con un poco de electrónica (pero lo justo, nada que ver al fallido “Music”, que envejeció tan mal). Es un álbum muy introspectivo en el que la diva del pop se quitó el aura de superestrella y nos mostraba su lado más humano, sus heridas… Una época diferente para la cantante a nivel personal, estaba inmersa en el estudio de diferentes religiones y recién había sido madre por primera vez. En sus propias palabras: 

“Siento que hablar de ello lo trivializa. He estado estudiando la Cábala, la cual es una interpretación mística del torá. He estado estudiando budismo e hinduismo y he estado practicando yoga y obviamente sé mucho acerca del catolicismo. Hay verdades indisputables que los conectan a todos, y encuentro eso muy confortante y genial. Mi viaje espiritual es estar abierta a todo. Poner atención a lo que tiene sentido y absorberlo. Para mí el yoga es la cosa que más se acerca a nuestra verdadera naturaleza.” 


A nivel lírico, encontramos la inicial “Drowned World”, en la que nos relata su soledad y cómo tuvo montones de amantes que solo buscaban su fama, los “sustitutos del amor”, es una canción relajada y preciosa, con un trabajo a las voces increíble, espectacular y una instrumentación justa. Pasamos a “Swim”, donde empieza a hablar sobre el catolicismo y como se “lavan los pecados”, un tema tranquilo y de corte melódico, nada que ver a lo que estábamos acostumbrados de oír antes en su música. 

El single “Ray of Light” es el más deudor de su sonido clásico, pero todavía se conserva bien en el tiempo, con su sabor muy noventero. La usual temática erótica y sensual aparece en la guitarrera y oscura “Candy Perfume Girl”, y en “Skin”, más electrónica, pero es una delicia para los oídos. 

Todo el disco presenta un nivel altísimo, desde la popera “Nothing Really Matters”, donde ella hace una reflexión sobre su materialismo, hasta el homenaje a su hija recién nacida “Little Star”. Yo diría que es un disco muy relax, muy zen, influenciado por el yoga y la maternidad, ya no es una veinteañera que quiere vivir de fiesta, lo que nos entrega aquí es un álbum maduro y fresco, nada que ver a los discos superficiales y vacíos que estaban tan de moda en esa época. 

La única que no me convenció fue “Shanti/Ashtangi”, con su marcado sonido industrial y los cánticos hindúes, es demasiado estrafalaria y no encaja con todas las demás. Pero lo mejor del conjunto son los singles “Frozen”, con una sección orquestal bellísima y una de las interpretaciones más competentes y brillantes de la carrera de esta señora, un tema hermoso: triste, desolador, de corazón roto tras sufrir por un amante frío y cruel. Otra que es de mis predilectas es “The Power of Goodbye”, una oda a las rupturas amorosas que he escuchado a todo lo que da en mis horas más oscuras, cuando tenía el corazón hecho pedazos como la cantante americana.

¿Por qué “Ray of Light” es un hito en su carrera? Porque Madonna dejó de lado la frivolidad, el lujo y los singles comerciales de lado y escribió un disco honesto, auténtico y descarnado, donde nos habla de su vida y de sus creencias, de su maternidad, su amor por el yoga y la cultura hindú, la soledad que le provocan tanta fama y dinero, las relaciones amorosas fallidas, los hombres que la abandonaron. Canalizó todo en las canciones, todo el dolor y la angustia fueron a parar allí, por eso conmueve al que lo escucha. 

Por lo demás, a nivel musical, es muy rico: pop con sutiles detalles electrónicos, pero no abusa de ellos, se escuchan las baterías, guitarras, su voz suena mejor que nunca, porque había tomado clases de canto para filmar el musical “Evita”, así que aquí la diva lo dio todo. Si tengo que elegir un disco de ella, me pongo éste y el “Confessions of a Dance Floor”, que son los mejores de sus treinta años de carrera.

A pesar de que salgan cantantes de pop hasta por debajo de las piedras, ella siempre será mi predilecta, por su profesionalismo, inteligencia y creatividad. Girl Power en toda su extensión. Long live the Queen











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