Lorde - Melodrama

 

Lorde, con el corazón destrozado, grabó una obra maestra. 




Tracklist 

1. «Green Light» - 3:54

2.«Sober» - 3:17

3.«Homemade Dynamite» - 3:09

4.«The Louvre» - 4:31

5.«Liability» - 2:51

6.«Hard Feelings/Loveless» - 6:07

7.«Sober II (Melodrama)» - 2:58

8. «Writer In The Dark» - 3:36

9.«Supercut» - 4:37

10. «Liability (Reprise)» - 2:16

11. «Perfect Places» - 3:41



“Melodrama” de Lorde es un álbum de ruptura repleto de tristeza, dolor, sufrimiento y despecho y le tengo muchísimo cariño por haberme acompañado en tiempos difíciles. Ya desde la portada, donde aparece la pintura de Lorde, (cuyo nombre real es Ella Yelich O’ Connor), acostada en la cama con una mirada desoladora, nos anticipa lo que vamos a encontrar en estas once canciones. Nada de alegría adolescente como en su debut “Pure Heroine”, la neozelandesa perdió su inocencia y nos muestra su corazón destrozado por la ruptura de su noviazgo de tres años con un fotógrafo de origen asiático, que la dejó porque no le gustaba ni medio la fama y el reconocimiento que ella consiguió con su carrera musical. 

No ha sido fácil que este disco me enganche desde el principio, no fue como me pasó con su primer álbum, que fue su carta de presentación con un conjunto de canciones indie pop originales y sinceras, que relataba su vida en su Nueva Zelanda natal, donde ella creció en los suburbios de Auckland, una “ciudad que no sale en las pantallas de cine”, como dice en “Team”. Lo que más me llamó la atención de Lorde son sus letras, muy alejadas de las cantantes de pop de su generación, que hablan del “amor” o las conquistas, la fama, los paparazzi, fiestas, la ropa cara y demás excentricidades. 

Más allá de la voz hermosa que tiene, lo que me cautivó de Lorde es su autenticidad, su honestidad, que apareciera con su cabello rizado y no en plan rubia femme fatale a lo Britney o Christina Aguilera, y que demostrara talento, no ser un producto prefabricado de la industria como otras artistas adolescentes. La señorita tiene convicciones, al punto de rechazar ser telonera de Katy Perry en una gira, por lo cual no tiene interés en que relacionen su música con ese tipo de cantantes, también renegó de la comparación que hizo la prensa con Lana del Rey, afirmando que ella no “escribe sobre esa mierda” de mansiones lujosas, ropa de diseñador y demás excentricidades de la diva neoyorkina. Lo único que tienen parecido es la voz, pero la de Lorde es más rica y versátil, no termina haciéndose soporífera. A Lana la veo más un personaje, es artificial. 

El éxito de su disco debut le granjeó montones de admiradores, como Taylor Swift (quien dice ser su íntima amiga) y el mismísimo David Bowie, quien expresó que ella era “el futuro de la música”, así que el británico la apadrinó y fue elegida por su familia para cantar en un tributo luego de su fallecimiento. 

El problema que tuve al principio con “Melodrama” fue el coqueteo más acentuado con el pop comercial, que se hace patente en el single “Green Light”, un tanto insulso y descartable, al igual que “Homemade Dynamite”, escrita junto a la estrella de la electrónica Tove Lo. Pero no juzguemos a un disco por sus sencillos, que es bien sabido que deben ser gancheros y radio amigables para pegarla en las listas, a pesar de que son los temas que menos me agradan del conjunto. Lo que vale la pena es lo que está oculto, lo que compone el resto del álbum, la balada minimista al piano “Liability”, donde la cantante expresa todo su dolor ante el abandono de su ex novio:



(…) “Te dicen, "Eres poco para mí

Eres una carga

Eres poco para mí "

Así que retroceden, hacen otros planes

Entiendo que soy una carga

Te vuelvo loco, te dejaré ir

Soy muy poco para todos.” (…)


Lo que es el precio de la fama, querida Lorde, no todo es un lecho de rosas, pero lo bueno es que, al mostrarle todo su dolor y tristeza al oyente, se muestra humana, frágil, vulnerable y eso es lo que termina por hacer empatía con el oyente. Otra de mis preferidas es “Hard feeling/Loveless”, otro tema de corazón roto donde dice una verdad tremenda “somos la generación sin amor”. Pero la joya de la corona se la lleva “Writer In The Dark”, otra balada al piano con una sección de orquesta espectacular, la más triste y desgarradora que a veces me hizo llorar. 


“Yo soy la hija de mi madre, te amaré hasta que se detenga mi respiración

Te amaré hasta que le llames a la policía por mi

Pero en nuestras horas más oscuras, tropecé con un poder secreto

Encontraré una manera de estar sin ti, cariño”


Un tema desolador, triste, auténtico, descarnada, ideal para la persona que está pasando por una situación similar y necesita algo con que desahogarse. Vale la pena comprar este disco solo por esta canción. Pero no todas son pálidas en este disco, la luz aparece enThe Louvre”, “Supercut” más poperas y accesibles, que continúan con la temática de ruptura y el single “Perfect Places”, una aguda reflexión sobre qué es lo que consideramos “un lugar perfecto” o “una vida perfecta”, es de mis favoritas, la única que destila esperanza.



Con “Sober” tuve sensaciones encontradas, al principio la música me parecía un poco comercial, pero después de unas cuantas escuchas logró convencerme. Pero lo que más me impactó es la metáfora genial de que contiene: ¿Qué pasa cuando se acaba la fiesta, cuando nos quedamos solos? Lo que ocurre cuando dejamos el alcohol de lado y debemos enfrentarnos a los demonios, a las dificultades de la vida cotidiana. 

La más misteriosa y envolvente de todo el álbum es “Sober II” (Melodrama) con su letra filosa y acertada: 


“Te dijimos que esto era melodrama

Deseabas algo que ofreciéramos”


Lorde transforma el dolor en una ficción trágica de ruptura y da rienda suelta a todos sus sentimientos a lo largo de las canciones, mostrándose humana, triste, despechada, abandonada… El mensaje es muy simple: por más fama y dinero que tenga, cuando se acaba la fiesta, se queda sola porque nadie quiere acompañarla. La neozelandesa escribe canciones que llegan al alma y al corazón del oyente, sin las excentricidades de diva de sus colegas y por eso alcanzó una originalidad y creatividad superior, un estilo diferente. Su música es simple, pero su peculiar timbre de voz y la pasión y el sentimiento con el que canta, me conmovieron. A eso apuntaba Bowie en sus observaciones. Yo no puedo dar una conclusión absoluta, el que lo escuche, que saque sus propias conclusiones. Aun así recomiendo “Melodrama”, por supuesto, es uno de los mejores discos de indie pop que escuché en los últimos años, repleto de oscuridad, tristeza y desolación. 













Músicos:

Lorde - voz, producción, producción ejecutiva

Jack Antonoff - producción ejecutiva, producción (pistas 1-2, 4-11), mezclando

Brandon Bost - asistente de mezcla (pistas 5, 7-8, 10)

Tom Coyne (ingeniero de la música) Tom Coyne (maestría)


Frank Dukes - producción, producción adicional (pistas 6, 9, 11)

Jean-Benoît Dunckel - producción adicional (pista 9)

Greg Eliason - ingeniero asistente (pistas 1-4, 6-9, 11)

Tom Elmhirst - mezcla (pistas 5, 7-8, 10)

Eric Eylands - ingeniero asistente

Flume - producción adicional (pista 4)

Serban Ghenea - mezcla (pistas 1-4, 6, 9, 11)

John Hanes - diseñado para la mezcla (pistas 1-4, 6, 9, 11)

Kuk Harrell - producción vocal (pistas 1-3), producción vocal adicional (pista 7)

Joel Little - producción (pista 9)


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