Nightwish - Dark Passion Play

Las contradicciones en  "El juego de la pasión oscura"



Tracklist


1. The Poet And The Pendulum

2. Bye Bye Beautiful

3. Amaranth

4. Cadence Of Her Last Breath

5. Master Passion Greed

6. Eva

7. Sahara

8. Whoever Brings The Night

9. For The Heart I Once Had

10.The Islander

11.Last Of The Wilds

12.7 Days To The Wolves

13.Meadows Of Heaven


Año: 2017

Metal Sinfónico

Sello: Nuclear Blast 


Hace muchos años que quería reseñar este disco, pero por razones técnicas, no pude hacerlo en la web donde escribía. De hecho, sólo pude reseñar un directo, porque todas las reseñas de mi banda favorita ya estaban escritas. Así que hoy me voy a dar el gusto de reseñar el "Dark Passion Play" de los fineses, un disco que fue un quiebre en su carrera. Podría haber reseñado su material más clásico (1997-2005), pero, ¿Qué más puedo decir de esos maravillosos discos, que ya no se haya escrito? Tal vez algún día me sorprenda a mi misma escribiendo sobre el material de la "era Tarja", pero por ahora estoy enfocada en otros grupos. A los discos de esa época, poco tengo que cuestionarles. A nivel instrumental, son brillantes y representan la era dorada de la banda. 

Por eso elegí el "Dark Passion Play", porque es un disco que, después de años y años de escucha, nunca terminó de convencerme del todo (lo que sí pasaría en el genial Imaginaerum) y lo veo un poco por debajo de aquel mítico "Once", que llevó a Nightwish a la cima. El problema no es la vocalista, no soy una fangirl terca que piensa que todo el material post-Turunen no vale nada, solo que aquí el que falló en algunas composiciones fue el teclista, Tuomas Holopainen.

Pero vamos a contextualizar un poco, para comprender porque este disco está repleto de contradicciones, de canciones excelentes y otras que, son muy sencillas en su estructura o dicho de manera directa, de relleno. Uno de los defectos principales de El juego de la pasión oscura (¡Qué título más idóneo!), es su extensión y tal vez, una importancia desmedida a las orquestaciones, lo que puede apabullar al oyente que no este familiarizado con el metal sinfónico más "ortodoxo".

En el 2005, Nightwish expulsó a su vocalista original, la finesa Tarja Turunen, mediante una carta de despedida repleta de acusaciones y que contaba otras situaciones que reflejaban las tensiones y diferencias dentro de la banda. Esto fue un quiebre total, Holopainen tuvo un difícil desafío en elegir a la sucesora de Tarja, y en un casting de miles de postulantes, se decidió por la cantante sueca Anette Olzon, que provenía de la banda de AOR Alyson Avenue. Anette es una vocalista de un perfil totalmente opuesto a su antecesora, tiene un timbre de voz de soprano cercano al pop, dulce y muy natural, pero no por eso menos expresivo, versátil y conmovedor. 

Tuomas Holopainen, letrista y compositor de todas las canciones, estaba pasando momentos personales muy duros debido a la expulsión de Tarja, de ahí a que le dijera a la prensa que este álbum "le salvó la vida". Los fans de Nightwish estamos muy familiarizados con la teoría de que el teclista estaba enamorado de ella y que su amor no correspondido fue uno de los motivos principales para echarla de la banda, puede que saber que no iba a ver más a su compañera le causara la tristeza y el dolor que reflejó en varias canciones de este disco y que su composición le sirviera para hacer catarsis. 

Dark Passion Play es un disco que va de más a menos, y no por Anette, quien realizó una labor fantástica, aportándole frescura, dinamismo, emotividad y cierto exotismo a las canciones (véase "Sahara"). Comenzando por la monumental y épica "The Poet and the Pendulum", de 14 minutos de duración, pieza divida en tres partes, la primera cantada casi acapella por la sueca, luego aparece la parte más pesada y metalera en la que participa Marco Hietala y al final, otra vez la cantante se roba el protagonismo con su hermosa y conmovedora voz. Difícil describir todas las emociones que provoca esta canción, es un carrousel de sentimientos, tristeza, dolor, furia y esperanza, una verdadera obra de arte. Para colmo, la orquestación y el coro son maravillosos. He oído algunas versiones de Floor Jansen cantando este tema y no me convence. Fue escrita para la delicadeza de la voz de Anette. 

Ahora pasamos al single "Bye Bye Beautiful" y ocurre lo que mencioné más adelante, la calidad de este tema adolece en comparación al anterior. Comercial, accesible, dedicado a Tarja, con unos cuantos palitos, en el que el teclista le "reprocha su actitud" antes de la expulsión. Una letra de despecho en estado puro, no muy bien canalizado, que da vergüenza ajena. Sobre todo, por su parte instrumental. No estamos ante las menciones canciones de Nightwish.

Pero este disco vuelve a sorprenderme, porque después está "Amaranth", que es un single excelente, optimista y perfecto, con Anette luciéndose en las voces, acompañada de esa melodía preciosa en los teclados. Un temazo en toda regla. Además, "Cadence of Her Last Breath", con sus riffs afilados de guitarra y sus cambios de ritmo, es otra canción memorable. No será de las más conocidas, pero es de lo mejor del LP. 

Pero lamentablemente, aparecen las canciones que bajan un poco el listón de este disco, como la balada "Eva", que sí, es aceptable y puede que hasta bonita, pero está muy lejos de las que facturaban antes. Se me hace muy genérica y descafeinada, no me provoca nada ni me conmueve. No es que la vocalista cante mal, sino que la composición no termina de convencerme. 

El track más heavy de todo el álbum es "Master Passion Greed", cantando íntegramente por Marco Hietala, en el que Tuomas descarga todo su odio y bronca contra Marcelo Cabuli, el mánager y esposo de Tarja (y el principal causante, según él, de que las cosas se pusieran muy feas en la banda y tuviera que echarla). Un track que si bien, musicalmente está bien, no encaja para nada en el resto del LP, de corte tan melancólico y dramático. Me parece un poco histriónico y exagerado, yo lo habría quitado, no por su letra sino por la parte instrumental. A fin de cuentas, Tuomas tiene derecho a criticar a quien quiera, es su banda, son sus canciones, estemos de acuerdo con él o no.

En cambio, "Sahara", es una track brillante, algo que no habían hecho antes, los tintes orientales que tiene es algo más propio de unos After Forever o Epica que de unos Nightwish. La melodía, la orquesta, la voz dramática y expresiva de Anette son una delicia para los oídos. Una auténtica joya, uno de los últimos destellos de creatividad de Tuomas en sus últimos años de plenitud artística.

Entonces, ¿Cuál es mi problema con "Dark Passion Play"? Son las cuatro o cinco canciones de relleno que siguen, que aunque no son malas, no llegan al nivel de las mejores de este álbum. Me refiero a "Whoever Brings the Night", la semibalada "For the Heart I Once Had" (bonita, sí, pero no aporta nada relevante) y "7 Days To the Wolves", que por más que este basada en la saga La Torre Oscura de mi adorado Stephen King, se me hace cansina y aburrida. 

Lo más curioso es que a pesar de todo, Dark Passion Play remonta en sus tramos finales, tenemos el single folk "The Islander", una prueba de lo buen compositor que es Holopainen cuando se lo propone. Sobre todo, la primera colaboración con Troy Donockley, a mi me encantan las gaitas, flautas y demás instrumentos que toca este señor, solo que en su medida justa, no como en el infame Human Nature. Marco, divino en las voces. Una maravilla de tema, igual que el instrumental "Last of the Wilds", que representa la magia de Nightwish en estado puro. 

Por último, aparece la bellísima balada "Meadows of Heaven", una de las interpretaciones más magistrales de Anette Olzon. Ternura, nostalgia, grandilocuencia por la infancia y emoción garantizadas por la preciosa parte orquestal y ese coro gospel que es una hermosura. Una grandísima balada, no como "Eva", que para mi, sobra.

Para no seguir extendiéndome de más, creo que Tuomas estuvo más centrado en descargar y canalizar sentimientos oscuros que en pensar con su habitual frialdad escandinava cómo ordenar el tracklist, no tuvo buen ojo para elegir las canciones, porque por un lado, tenemos canciones fantásticas, de un nivel excelente y por otro, algunas muy redundantes, genéricas y poco inspiradas, que aburren o saturan al oyente. 

Con diez canciones bien elegidas, este disco sería tan bueno como el "Once". Pero es un disco de transición, por suerte les iría mucho mejor en el Imaginaerum. Eso sí, la producción, la orquestación de la Filarmónica de Londres, la voz, los coros, impecables. El problema es que con "Once" dejaron el listón muy alto y no pudieron llegar a su nivel. Aun así, es un disco bueno en líneas generales, cumple con lo que se espera para el oyente del metal sinfónico y fue todo un éxito de ventas, por lo tanto, recibió buena acogida de los fans. 

Pero aún así, sigue causándome sentimientos encontrados y creo que podría haberse hecho mucho mejor que el resultado que todos conocemos. A una banda nueva se lo habría dejado pasar, pero no a un titán del género que hasta la fecha, contaba con una discografía intachable en el power sinfónico. 


Puntuación: 7,5/10. 










Músicos:

Anette Olzon - Voz femenina (excepto en «Master Passiion Greed»)

Emppu Vuorinen - Guitarra

Marco Hietala - Bajo, Voz masculina

Tuomas Holopainen - Teclado, Voz de respaldo (en «Master Passion Greed»)

Jukka Nevalainen - Batería, Bodhrán


Músicos invitados:

Orquesta Filarmónica de Londres - Orquesta

Troy Donockley - Bodhran, gaita irlandesa, y flauta británica (en «The Islander», «Last of the Wilds» y "Meadows of Heaven»)

Metro Voices personal - Coro

The Metro Voice Gospel Choir - Coro gospel







Comentarios

Entradas populares de este blog

Listado de Reseñas

Los 10 mejores discos del metal sinfónico

El italiano - Arturo Pérez-Reverte