Nightwish - Human Nature

 ¿Qué les pasó a mis fineses favoritos? 

"Human Nature": lo que una banda de metal sinfónico NO debe hacer. 




Año: 2020

Sello: Nuclear Blast

Metal sinfónico y folk metal


Tracklist


Disc 1

1. Music - 07:23   

2. Noise - 05:40   

3. Shoemaker - 05:19   

4. Harvest - 05:12  

5. Pan - 05:20

6. How's the Heart? - 04:59  

7. Procession - 05:31

8. Tribal - 03:57  

9. Endlessness - 07:13   

 

Total: 50:34


Disc 2 - All the Works of Nature Which Adorn the World (Instrumental)

1. Vista - 03:59  

2. The Blue - 03:35  

3. The Green - 04:42  

4. Moors - 04:44  

5. Aurorae - 02:07

6. Quiet as the Snow - 04:05  

7. Anthropocene - 03:05

8. Ad Astra 04:41   


 Total: 30:58


Nightwish es una de mis bandas favoritas, por no decir, mi favorita. Hace una década que los sigo con devoción y amor, por eso cada lanzamiento suyo lo espero con grandes expectativas e ilusiones. Sin embargo, hace rato que Tuomas Holopainen no logra componer obras maestras como las de antaño. Si bien los cambios de vocalistas fueron un factor que le trajo ciertas dificultades a la banda, me inclino a pensar que es el dueño del circo el que no está muy inspirado y por eso la calidad de los discos ha caído en picada. Seamos honestos, la etapa dorada de Nightwish pasó hace rato.

El último gran disco del grupo fue el “Imaginaerum”, curiosamente también el último en el que participó Anette Olzon antes de que la expulsaran y reemplazaran por Floor Jansen. Si bien las carencias vocales de la sueca en los conciertos era algo de lo que los antiguos fans se quejaban, la banda compensaba este problema con la gran calidad que ostentaba en su material de estudio. Me refiero al correcto y digno “Dark Passion Play” y al laureado “Imaginaerum”, último canto de cisne del pseudopoeta-pirata Tuomas Holopainen. Un auténtico discazo, repleto de canciones geniales, repletas de carisma y originalidad, envueltas en un aura fantástica y grandilocuente. 


En el 2012, ya con Floor Jansen incorporada como vocalista oficial, todos esperábamos el renacer de la gloria de Nightwish, aquel veterano titán del metal sinfónico, una banda que llevó el género a la cima y nos entregó auténticas obras maestras repletas de pasión, virtuosismo y creatividad. ¿Cómo olvidar el “Oceanborn”, el “Wishmaster” y el  melancólico “Century Child”? ¿Cómo olvidar al célebre “Once”, donde se encuentra “Ghost Love Score” y la Orquesta Filarmónica de Londres acompaña las maravillas compuestas por Tuomas Holopainen y cantadas por la grandiosa Tarja Turunen, la voz del metal sinfónico? 


Cuando la holandesa Jansen entró a la banda yo tenía esperanzas y grandes expectativas. La conocía y admiraba por su trabajo en After Forever. Pensé que era una gran decisión de parte de Tuomas. Si bien mejoraron los conciertos en vivo, la calidad de los discos de estudio cayó en picada. Las razones principales son dos: el cansancio y agotamiento de la capacidad creativa de su líder, el teclista Holopainen, y sus ansias de grandilocuencia y egocentrismo por demostrar que él puede componer discos instrumentales como sus ídolos Hans Zimmer y Danny Elfman, entre otros. Me inclino a pensar que esta última razón es la que predominó a la hora de componer la música de "Human Nature", un disco fallido por donde se lo mire.


Si ya me había llevado una gran decepción del soso y aburrido "Endless Forms Most Beautiful", en el que la banda mostraba signos de agotamiento y repetición, de verdad me esperaba un resurgir con este nuevo álbum. Pero eso no sucedió y por eso sentí mucha tristeza y desilusión al ver que mi banda favorita lanzaba el peor disco de toda su carrera.


El problema de "Human Nature" es que no es un disco de metal, sino un álbum solista de Tuomas Holopainen y por eso falla. Considero que incluir un disco instrumental de 30 minutos en un álbum de Nightwish es algo innecesario, me temo que Tuomas no ha caído en la cuenta de que él es compositor de metal sinfónico y no de bandas sonoras de películas. No le alcanzó con el "Imaginaerum" y la banda sonora del patito de Disney, realmente el ego y el personaje se han comido al propio Holopainen y de verdad cree que nos puede vender a los fans un disco orquestal de media hora que no vale la pena escuchar. ¿No era más honesto grabar el Disco 2 como un proyecto solista? No, había que mostrarle al mundo lo que el alma mater de Nightwish podía hacer. 


La cuestión es que me dormí oyendo la aburridísima, lenta y mediocre “All the Works of Nature…” que ocupa 30 minutos del "Human Nature". Innecesario, al fan del metal sinfónico no quiere escuchar esto, no le interesa. Como Christopher Johnsson en el polémico "Beloved Antichrist" de Therion, Tuomas pensó más en agrandar su propio ego antes que en el público al que está dirigido su música. Experimento fallido y exceso de ambición y autoconfianza de parte del finés. Preferible oír a los maestros que llevan toda la vida componiendo bandas sonoras, como John Williams, Dario Marianelli o el propio Zimmer. No ganarás el Oscar a mejor BSO original, Tuomas. Lamento romper tus ilusiones. 


Vamos con lo más importante para el fan del metal: el Disco 1, una auténtica tortura para los oídos, cuando uno escucha este material no puede creer que lleve el nombre de Nightwish, están ensuciando su grandioso legado con este desastre de disco. 


Comenzamos con “Music”, que al principio promete, pero tarda tres minutos en arrancar debido a la soporífera parte instrumental y cuando comienza a ponerse interesante, la canción llega a su fin. A Floor la dejan cantar poco y nada, restringiéndole bastante el timbre de voz. Luego sigue el simpático single “Noise” cuyo video es una denuncia a la adicción a la tecnología por parte de los humanos. Un pequeño acierto: bombástico, rimbombante y alegre, es correcto pero me sabe a poco. Esto ya lo hicieron antes y mucho mejor. ¿Les suena "Amaranth" o "Storytime"? Esta es la parte dos, y las segundas partes nunca fueron buenas. Pasable, pero un reciclado de ideas anteriores de la etapa Anette Olzon. Nada nuevo bajo el sol. 


La próxima canción que es “Shoemaker" un intento de folk saltarín que tampoco termina de cerrar con coherencia, el estribillo es aburrido, repetitivo y poco efectivo, la canción no termina de fluir y se hace densa y aburrida. ¡Que tristeza me da repasar este álbum, que pena es ver a una banda tan grande dar semejante espectáculo vergonzoso y humillante! Y qué bronca me da ver a una cantante del calibre de Floor Jansen, con un pasado glorioso en grupos como After Forever y ReVamp, tan desaprovechada y limitada. Cuando la señora canta un poquito de ópera, el track se nos termina. No vaya a ser cosa que opaque al divo Tuomas, no señor. “No queremos una Tarja dos en la banda”, pensará el teclista. 


Y ahora, lo más innecesario de todo: la canción folk "Harvest", que no es del todo fea, pero está cantada por Troy Donockley, quien tiene una voz común y muy rudimentaria. Un tema que encaja en un documental naturista del Discovery Channel pero no en un disco de metal sinfónico. ¿Para que incorporaron a Floor a la banda, para que cante el flautista y no ella? Ay Tuomas, Tuomas… ¿Dónde quedó la época de los grandes duetos, como “Planet Hell” o “The Poet and the Pendulum”? Ahora entiendo porque Marco Hietala dejó el grupo.


La única canción que realmente vale la pena de este infame "Human Nature" es "Pan", que no es nada nuevo, pero está bien hecho. Sinfónica, épica con un par de riffs de guitarras y coros y la holandesa desplegando un poco más de potencial. Hasta escucho la batería, que milagro. No será un "Dark Chest of Wonders" o un "Bless the Child", pero no está mal. A años luz de la etapa creativa dorada de Mr. Holopainen, pero es tolerable.


Ya lo que queda no vale nada: la balada insulsa y folk “How’s the Heart”, sosa, simplona y un reciclado de la era Anette Olzon. No tiene contundencia, no conmueve y no impacta. No es un baladón de los que se mandaban en el “Dark Passion Play” o el “Imaginaerum” (para que no me acusen de “Tarjista”, que conste). A ver, no es una canción fea, Floor canta lindo, pero con un timbre muy acotado y restringido y la gaitas están bien, pero “How’s the Heart” está a años luz de un “Meadows of Heaven” o “The Islander”, ni hablar de un “Swanheart” o “Angels Fall First”. En cuanto a “Procession”, otra balada grabada en piloto automático, simplona y poco inspirada. Un piano y un par de gaitas de fondo y listo. "No nos vamos a complicar la existencia, no señor", pensará Holopainen. No hay coherencia, no hay melodías memorables, no hay un esfuerzo por componer canciones decentes.


Por otra parte, “Tribal” es similar, un intento de ser originales y heavies que se queda a medio camino. La parte de la percusión, bastante patética. Y cuando sigo esperando algo mejor, aparece la última canción del disco, cantada por Hietala: “Endlessness”, con una melodía deprimente y aburrida, extensa e incoherente, que no me dice nada, solo que hay que cerrar el disco y darle un tema al bajista porque sí.  Tal vez esta es una expresión del hastío del principal compositor del grupo que estaba ansioso por mostrar el disco 2 y por eso se tomó tan pocas molestias en escribir canciones memorables y excelentes para el disco 1, en el que tenían que lucir sus compañeros, no él. 


Por todos estos motivos, pienso que "Human Nature" es lo peor que grabó Nightwish hasta la fecha y espero que la banda pueda revertir esta situación, pero lo tendrán difícil con la expulsión de Hietala y el monopolio de la composición de parte de Tuomas Holopainen. El problema aquí no es la cantante, que hace lo que puede con lo que le permiten, ni los músicos, simples asalariados, sino que el que compone las canciones está más empeñado en convertirse en el nuevo Hans Zimmer del metal sinfónico que en componer un disco de metal coherente y aceptable, no una obra maestra, pero si un material digno que venderle a sus fans.


No hay equilibrio en "Human Nature", no hay coherencia, no hay inspiración ni pasión. No es un buen disco de metal y tampoco de música instrumental, se ha perdido el balance entre ambos. Esto es todo lo que una banda de metal sinfónico no debe hacer. Jamás me hubiera imaginado semejante derrape de parte de un coloso del este subgénero.


Pienso que, como líder y compositor principal, hay que ser más humilde, admitir cuando uno tiene una sequía creativa o falta de inspiración y permitir a los compañeros que aporten sus ideas. No hubieran venido mal un par de riffs, algunas sugerencias en las líneas vocales… O cuando hay cansancio tras veinte años de carrera, estas cansado y sales de gira solo para poder engrosar la cuenta bancaria, es preferible evitar grabar discos malos como este y retirarse o en todo caso, seguir tocando los clásicos en los conciertos. No hacía falta escribir canciones tan mediocres y desganadas, en las que no se lucen los integrantes del grupo. 


Creo que Tuomas Holopainen está más entusiasmado con sus proyectos paralelos que con Nightwish. Es común que esto pase, tras ser una banda veterana... ¿Esto es lo mejor que pueden hacer en cinco años? Una verdadera lástima. Como fan, me duele oír un álbum así, más conociendo su pasado glorioso. Los Nightwish de los que me enamoré no eran así, no señor…. 



Puntuación: 3/10.







Músicos:


Emppu Vuorinen -  Guitarras

Tuomas Holopainen - Teclados, letras y composición

Marco Hietala - Bajo , voz y guitarras acústicas

Troy Donockley - Flautas, gaitas y voz.

Floor Jansen - Voz 

Kai Hahto -  Batería y percusión









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